La población de águila imperial en la provincia se estabiliza con 13 parejas
Un total de 13 localidades cordobesas, entre ellas la capital, forman parte de la red de custodia de este ave rapaz, uno de los más amenazados de todo el mundo

El águila imperial ibérica, una de las aves rapaces más amenazadas de todo el mundo, ha incrementado su población en España en las últimas décadas, de tal forma que ha pasado de las 50 parejas que se contabilizaron en los 70 hasta las 261 parejas reproductoras registradas en 2010, de las que 13 se encuentran fijas en la provincia. Estos datos fueron facilitados ayer por SEO/BirdLife durante la inauguración del I Encuentro Anual de la Red de Custodia del Territorio dentro del programa de conservación del águila imperial Alzando el Vuelo.
La coordinadora del programa, Sara Cabezas, detalló que en la comunidad hay censadas 61 parejas reproductoras, entre las que se encuentra la que recientemente se ha introducido en la provincia de Cádiz. La capital y otros 12 municipios cordobeses -entre los que están Palma del Río, La Carlota, Fuente Palmera, Montoro, Posadas, Cardeña o Adamuz- forman parte de la red de localidades por el águila imperial, de ahí la celebración del encuentro ayer en el Jardín Botánico.
Aunque algunas veces se vean en la Subbética, las parejas reproductoras asentadas en Córdoba se localizan fundamentalmente en Sierra Morena, al igual que ocurre en las provincias de Jaén o Sevilla. En Huelva, la población se limita al Parque Nacional de Doñana, mientras que en Málaga y Granada es inapreciable. Y Almería, por último, queda fuera del área de distribución, según los datos de SEO/Birdlife.
A pesar del aumento en la población, la especie aún debe enfrentarse a riesgos, el primero de los cuales es la electrocución, que provoca el 52% de las muertes no naturales de las águilas imperiales, ya que en los últimos quince años han aparecido más de 120 ejemplares electrocutados. Los cebos envenenados constituyen la segunda causa de muerte de estas aves rapaces -hasta el 21% de los casos-, mientras que los disparos se sitúan en el tercer lugar, con el 6% de las muertes no naturales, informó el organismo. En los últimos 15 años se han localizado casi un centenar de águilas imperiales muertas por envenenamiento y otras 13 por disparos.
En el encuentro se citaron todas las partes implicadas en la conservación del águila imperial, entre los que se encuentran los propietarios de las fincas en las que se cría la especie; los ayuntamientos que forman parte de la red de municipios y las escuelas que se ubican en dichos municipios. La coordinadora técnica del programa resaltó "la importancia de tener en cuenta a la población local que convive con el águila imperial para posibilitar la conservación de la especie, puesto que si se conocen cómo se percibe el águila imperial y qué posibles conflictos pueden surgir se puede compaginar la presencia de este ave con el desarrollo local y el aprovechamiento de las fincas en las que viven".
El encuentro terminó con la entrega de premios del primer concurso de dibujo sobre el águila imperial dirigido a escolares de quinto y sexto de Primaria. La ganadora fue Laura Cañadilla, de la localidad toledana de Madridejos. El segundo premio fue a parar a Alba Torres, del mismo municipio castellanomanchego. En total, participaron más de mil escolares.
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