La polémica entre el Consistorio y Uber por las zonas Acire llega a los Juzgados
La empresa que gestiona las licencias VTC demanda al Ayuntamiento ante el Contencioso por el acuerdo que restringe la circulación a los vehículos con conductores
La guerra abierta entre el Ayuntamiento y las empresas que operan con licencias VTC -vehículos con conductor para su arrendamiento, como es el caso de Uber- por las restricciones que estos coches tienen al tráfico ha llegado a los tribunales. Así, la empresa Ares Capital -la propietaria de las licencias bajo las que opera Uber- ha demandado al Consistorio por la resolución que adoptó la Concejalía de Movilidad por la que se deniega el acceso a estos vehículos a la zonas de circulación restringida (Acire) que, en el caso de Córdoba, es prácticamente todo el casco histórico. El procedimiento lo ha abierto el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Córdoba, que ha emplazado al Ayuntamiento a que se persone en la causa y comparezca, por lo que la Asesoría Jurídica Municipal ya está trabajando en el asunto.
De hecho, la junta de gobierno local dará el visto bueno a la personación en la causa. El acuerdo establecía que el Ayuntamiento "se comprometía a seguir reservando solo para el taxi con licencia municipal el uso de los carriles bus, de las paradas de taxis y el acceso a las denominadas zonas Acire", todas ellas zonas de circulación restringida. Según argumentó en su momento el concejal delegado de Movilidad, Andrés Pino, se trata de "una competencia" municipal y el Consistorio la va a "seguir ejerciendo", con lo que los VTC que incumplan lo establecido por el Ayuntamiento serán sancionados como corresponde.
El Ayuntamiento se ha mostrado siempre a favor del taxi en toda la polémica que enfrenta al sector con los VTC y que derivó en una huelga el pasado verano. Uber opera desde octubre en la capital con varias decenas de conductores que desde el primer momento se han encontrado con la oposición del taxi, respaldado por el Ayuntamiento. Los vehículos con conductor, de hecho, no pueden ni acercarse a las paradas de taxi ni entrar en ninguna zona Acire, que en Córdoba es prácticamente todo el casco histórico, algo que limita mucho su actividad puesto que la mayoría de los usuarios que se decanta por esta aplicación son turistas que acceden a alojamientos o monumentos del Centro.
Desde que entró en vigor esta restricción, de hecho, Uber ha establecido unos puntos de recogida alternativos para los usuarios que se ubiquen en las zonas Acire, que se sitúan por ejemplo en Fleming o en la Puerta del Rincón.
La empresa que gestiona las licencias ya denunció ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) las restricciones que sufrían estos vehículos y ya dio la razón a las VTC. En su denuncia ya se hacía referencia a las ciudades de Córdoba, Granada, Madrid, Valencia, Palma de Mallorca y Barcelona. El organismo advirtió en febrero que "pese a las diferencias entre la actividad de taxi y la de VTC, ambas pueden considerarse competidoras en el subsector de transporte discrecional de pasajeros en vehículos de turismo. En este sentido, toda ventaja otorgada al taxi, en particular en cuanto al acceso a carriles bus o zonas de circulación restringida, así como en cuanto a falta de limitaciones a la duración del estacionamiento, podría considerarse un límite o restricción a la actividad de VTC". De hecho, el organismo ya apuntó a la modificación de esta ordenanza en el caso de Córdoba.
El argumento de Competencia puede servir para la defensa de Uber pero el asunto está todavía en una fase muy inicial, aunque la decisión que adopte el juzgado será la que tenga que acatar el Consistorio.
Desde Uber señalaron ayer que "trabajamos para convertirnos en un socio a largo plazo de todas las ciudades en las que estamos presentes". La compañía, preguntada por este periódico, quiso lanzar un mensaje ajeno a la polémica y apuntó que "queremos trabajar de la mano de las administraciones cordobesas y el sector del taxi local para alcanzar nuestro objetivo común: que cada vez más cordobeses dejen su coche en casa". Desde Unauto VTC, como asociación mayoritaria del sector, apuntaron ayer a este periódico que "las VTC son Servicio al Público exactamente igual que el taxi. De este modo, negar a las VTC el permiso de acceso a la zona Acire resulta discriminatorio. El gran perjudicado, además, vuelve a ser el ciudadano, que ve limitadas sus opciones de movilidad en favor del monopolio de taxi".
Uber empezó a operar en la capital a primeros de octubre y, según informó la firma en su momento, la tarifa mínima está establecida en 3,5 euros, el coste por minuto es de 0,10 euros y el kilómetro se paga a 1,20, mientras que la cuota de cancelación fijada es de 3,50. La compañía asegura que "el servicio de Uber en Córdoba es un 30% de media más barato que el taxi".
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