Falsos asmáticos, deportistas ficticios, negacionistas y otras excusas para no llevar la mascarilla en Córdoba

Sanciones

La Policía Local ha impuesto ya 541 multas en la ciudad por intentar librarse de la protección obligatoria

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Personas con mascarilla, por la calle Cruz Conde. / Juan Ayala

Un hombre que paseaba todos los días con el mismo puro, peatones que deambulan con una botella de agua abierta en la mano, otros que dicen que se dirigen a la farmacia, ciclistas que simulan hacer deporte, negacionistas del covid-19 a lo Miguel Bosé... Estas son algunas de las excusas que los agentes de la Policía Local se han encontrado en Córdoba durante los servicios desarrollados para sancionar a quienes aún se resisten a llevar la mascarilla.

Desde el pasado 15 de julio, cuando entró en vigor la normativa de la Junta de Andalucía que obliga a llevar el cubrebocas en todos los espacios públicos e incluso en las terrazas cuando no se está consumiendo, los agentes han puesto un total de 541 sanciones, el equivalente a 16 por jornada, según la información facilitada por el Ayuntamiento.

Así, pese a que la mascarilla se ha convertido en un accesorio imprescindible este verano, hay quienes se resisten a llevarlo. Y eso que, por el momento, es la única vacuna existente para mantener a raya el SARS-CoV-2. En su trabajo diario, los agentes se han encontrado con todo tipo de excusas, algunas más creíbles que otras. En ocasiones, las patrullas saldan la situación con un apercibimiento, pero los episodios más flagrantes terminan con una sanción de 100 euros, tal y como determina la normativa.

Entre los agentes, por ejemplo, es conocido el caso de un hombre de unos 60 años que cada día salía a pasear por el Bulevar del Gran Capitán con un puro de gran tamaño apagado. Las patrullas lo apercibieron en varias ocasiones, hasta que, ante la actitud reiterada, lo sancionaron. “Llevaba el puro apagado y, cuando le llamábamos la atención, le daba un par de caladas para volver a encenderlo”, explica un agente. Fue multado.

Las excusas suelen repetirse, señal de poca imaginación. Personas que aseguran que padecen asma o enfermedades respiratorias pero no llevan ningún certificado médico que les exima de la protección; otras que directamente aseguran que se han dejado el cubrebocas en casa y justo se dirigían a la farmacia a comprar otro; peatones que, tirando de picaresca, caminan con una botella de agua abierta en la mano para simular que beben. Nada de esto cuela, aseguran los agentes.

Numerosas confusiones, narran, tienen que ver con la práctica deportiva. Se repiten, por ejemplo, los casos de personas que utilizan la bicicleta como medio de transporte pero que, ante el apercibimiento de los agentes, excusan que están haciendo deporte. O peatones ataviados con ropa deportiva que salen a pasear y simulan que practican ejercicio para librarse de la mascarilla y la multa. Tampoco suele colar. En este apartado, es causa de gran confusión el deporte en grupo, explican fuentes de la Policía Local. Así, un equipo de fúbol femenino ha sido apercibido en varias ocasiones mientras entrenaba en Virgen del Mar.

Y, por supuesto, están los negacionistas del virus, aquellos que escrimen que el covid-19 es un invento de los gobiernos para tener controlada y con miedo a la población. El pasado fin de semana, por ejemplo, las patrullas intervinieron para cerrar varias terrazas en La Corredera. Hay quien, siguiendo la creencia de Miguel Bosé, esgrimió la teoría de la conspiración y recibió su correspondiente multa.

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