Polos de sangre o insectos: el menú refrescante de los animales del Zoo de Córdoba

Medio Ambiente

Las altas temperaturas afectan a los animales, a los que también les cuesta más trabajo hacerlo todo

A los felinos y primates se le da acceso a los interiores para que estén más frescos durante el verano

La cuarta ola de calor del verano llega a Córdoba con temperaturas extremas

Un oso come un helado de frutas y verduras / Efe / Salas
Efe / Luis Ortega

08 de agosto 2024 - 11:49

Córdoba/Cuando llega el verano, un rico y refrescante helado o polo de los sabores más diversos suele ser una solución muy efectiva para mitigar el calor para cualquier persona, aunque en el caso de los animales del parque zoológico de Córdoba el habitual chocolate o leche merengada se sustituye por ingredientes muy apetecibles para su paladar como sangre o insectos.

Las altas temperaturas realmente afectan a los animales de forma "muy similar que a las personas", según explica a EFE Julia Ruiz, conservadora del parque zoológico de Córdoba, quien reconoce que, al igual que los seres humanos, todos las especies del zoo en estas fechas están "más aplatanados" y les "cuesta más trabajo hacerlo todo".

"Pero la vida sigue igual y los animales se levantan, comen, descansan y no se ve ningún cambio de rutina excesiva", añade Ruiz, aunque se toman algunas medidas concretas para favorecer la vida de los animales ante temperaturas que en el caso de la capital cordobesa pueden superar habitualmente los 40 grados.

De esta manera, a los carnívoros y primates se les hace un "cambio de rutina" en el horario de alimentación ya que "en verano comen a primera hora y salen a los exteriores ya con la comida puesta, mientras que en invierno es al contrario", de tal forma que con las temperaturas de invierno se aprovecha la dieta "para encerrarlos y que pasen las noches frías dentro de sus cubiles donde están aclimatados con calefacción".

Por ello, se trata de un "cambio importante" para que los animales "tengan la opción de decidir dónde pasan el día, si dentro de sus cubiles o fuera, y así tienen todas esas opciones", resalta Ruiz.

Un refrescante polo de insectos o sangre

Y aunque todas las especies sufren los efectos de las altas temperaturas las más afectadas son las que "tienen el pelaje más grueso, como pueden ser los osos", si bien cuando llega el verano estos animales "cambian el pelaje", como es el caso de los lobos "que tienen en invierno un pelaje mucho más grueso".

Un par de lemures toman comida fresca / Efe / Salas

De esta manera, los animales "se regulan ellos mismos" y cuando llega una ola de calor a ellos les afecta como "a todas las personas", aunque "lo van sobrellevando bastante bien", asegura la conservadora del zoológico cordobés.

Pero más allá de las rutinas, las dietas alimenticias no cambian en exceso de invierno a verano, aunque sí aparecen los caprichos típicos de estas fechas como los helados y polos.

"Las dietas no cambian del verano e invierno, pero lo que hacemos es que refrescamos una vez o dos veces a la semana mediante polos", señala Ruiz, quien explica que los sabores son muy diferentes a los que un ser humano se encuentra en su heladería habitual, por muy innovadora y extravagante que ésta pueda ser.

"A los osos que se les ponen polos con fruta y verdura, que se les da también a animales que son insectívoros, como las suricatas, las armadillas o los seimiris. Pero a éstos también se les hacen polos con insectos, mientras que a los grandes carnívoros se les hacen polos de sangre", detalla.

Ley de Bienestar animal

Un leopardo chupa un helado de sangre / Efe / Salas

Medidas excepcionales adaptadas al verano para cumplir con la Ley de Bienestar Animal que, realmente, no ha cambiado mucho la Ley de Zoológicos, según Ruiz, que recuerda que la ésta última ya obliga a los parques zoológicos de toda España "a tener a los animales en un alto nivel de bienestar en lo relacionado con su alimentación, salud y también con el medio ambiente donde ellos viven".

Por ello, la conservadora señala la importancia de que tengan acceso "a zonas de sombra" en verano y "zonas que les de el sol" el invierno "para calentarse y solearse", mientra que en pleno verano con olas de calor se les pone "un riego que se gradúa cada dos horas".

Además, tienen "siempre sus piscinas de agua" y, en el caso de los felinos y primates, "se le da acceso a los interiores, donde dependiendo del momento y de las horas del día se está aún más fresco en el interior, por lo que son ellos mismos lo que deciden donde pasar el día", concluye Ruiz.

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