El precio medio en origen del aceite de oliva virgen cae por encima del 18% desde diciembre
El Campo
UPA reclama la intervención de las administraciones para frenar “el despropósito del desplome” de los costes de los zumos
Corren malos tiempos para los olivicultores, tiempos en los que el precio medio en origen del aceite de oliva virgen se ha desplomado por encima del 18% desde principios del pasado mes de diciembre, según datos recabados por la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), procedentes del Sistema de Información de Precios en Origen del Aceite de Oliva o Poolred.
UPA ha demostrado que esos malos tiempos son una realidad ahondando en el sistema Poolred para comparar los precios medios de mediados de febrero con los precios de la primera semana de diciembre, cuando empezó a entrar mayor producción en las almazaras.
“Las conclusiones no han podido ser más categóricas, ya que en esta misma campaña se han registrado también importantes bajadas generalizadas. Se ha pasado de un precio medio en diciembre para los aceites de oliva virgen extra (AOVE) de 2.933 euros por tonelada, los vírgenes de 2.495 euros y los lampantes de 2.339 euros por tonelada, a cotizaciones a día de hoy para el AOVE de 2.529, virgen 2.064 y lampante 1.950, lo que supone caídas por encima del 14%, 18% y 17% respectivamente”, según han puntualizado fuentes de la organización agraria.
Desde UPA inciden en que el descenso de las cotizaciones en origen en España continúa en caída libre y, a mediados de febrero, registró una bajada del 30% de media, en comparación con el mismo período del año anterior, según se desprende de la estadística con los precios semanales del aceite de oliva divulgada el pasado 27 de febrero por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este informe añade que el descenso se sigue agravando conforme avanza 2019.
Las mismas fuentes insisten en que “ante esta situación insostenible que está llevando a muchos productores a la ruina”, UPA Andalucía reclama la intervención de las administraciones “ante el despropósito de la bajada de precios en origen del aceite de oliva”. A partir de los datos del mercado de febrero, extraídos del último informe emitido por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) –organismo autónomo adscrito al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente–, UPA Andalucía ha hecho su balance de la evolución de la campaña de aceite de oliva.
Según estos datos, el aceite producido en Andalucía ha alcanzado un acumulado de 1.377.700 toneladas, y donde en este último mes se han producido 236.277 toneladas. En total, en España, se llevan producidas 1.694.000 toneladas, con una producción en el último mes de 276.400 toneladas. Con unas estimaciones por parte de UPA de importaciones que se verán reducidas por la mayor producción y que serán de unas 7.000 toneladas, la organización quiere poner el acento, una vez más, “en el buen dato de salidas de aceite al mercado en febrero, tanto de exportaciones como en el mercado interior aparente, el cual ha alcanzado la cifra de 130.000 toneladas”.
Con estos datos de entradas y salidas de aceite de oliva, las existencias totales a 28 de febrero se situaban en las 1.521.100 toneladas, repartidas entre 1.152.860 toneladas en almazaras, 271.435 toneladas en envasadores y refinerías, y 96.805 toneladas en el Patrimonio Comunal Olivarero.
El secretario general de UPA Andalucía, Miguel Cobos, se muestra nuevamente muy crítico con la situación de precios en origen del sector. Alude a que “ya se ha confirmado que los países del arco mediterráneo, principalmente Italia, debido al importante descenso en sus producciones, tienen que acudir a nuestro mercado irremediablemente para cubrir sus necesidades. Y, a pesar de la mayor producción por parte de España en esta campaña, también se está demostrando que el aceite se consumirá todo, pues el consumo mundial estará nuevamente por encima de la producción mundial en este curso, como así lo manifiesta el elevado y constante ritmo de salidas, que ya alcanza niveles récord”.
Desde UPA insisten en que “los especuladores (y éstos son la industria y la distribución) son los grandes beneficiarios en este sector, pagando a los productores el kilo de aceite por debajo de lo que cuesta producirlo. Deberían de ser más responsables, no exprimir tanto al sector primario”, señala.
Cobos reprocha también que “estos especuladores se aprovechan de que tienen las bodegas llenas para especular con los precios y tirarlos por tierra, ante la necesidad del agricultor de vender, por tratarse de un producto perecedero. En cuestión de tres meses ha entrado un gran volumen de producción, lo que hace que tengan ingentes cantidades de aceite disponible aún para la venta futura. Pero no nos engañemos, tanto el aceite que tienen en bodega como el poco que queda en el campo se venderá todo”.
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