Unos precios ajustados a la crisis
Las casetas instaladas en El Arenal mantienen o reducen sus tarifas con respecto al año pasado para poder atraer a un mayor número de clientes debido a la situación económica de las familias
En un escenario de continuas malas noticias, El Arenal se convierte esta semana en el refugio de los que quieren pensar que hay luz al final del túnel. Por lo menos, que se puede hacer un paréntesis antes de seguir maldiciendo la economía. Los que este año han montado su caseta son conscientes de que las carteras no dan para mucho y han ajustado sus precios, que son prácticamente similares a los del año pasado. Cerveza a un euro y medio y refrescos a dos es la norma general en la mayoría de los recintos. Los combinados ya varían y van desde los 3,5 euros que cuesta en las casetas familiares a los cinco o seis que pueden alcanzar en las llamadas discocasetas. La jarra de rebujito también oscila entre los cinco y los ocho euros, dependiendo del sitio donde se consuma y el ambiente que se elija. Por norma, la bebida cuesta más en los lugares para jóvenes, mientras que los negocios en manos de hermandades y otros colectivos como peñas salen más económicos.
En cuanto a la comida, también hay de todo, aunque lo cierto es que los precios están orientados a que todo el mundo pueda comer, al menos, un día en la Feria. En Casa Montilla, por ejemplo, sirven un flamenquín desde tres euros y bocadillos por cuatro euros. Si se elige la opción del rabo de toro, el valor del plato sube hasta los ocho euros. "Es un poco caro, pero un día es un día", asegura Ramón, uno de los clientes del recinto.
En la caseta Los Amigos del Bar Larra también se pueden conseguir unos precios competitivos ajustados a estos tiempos. Los platos de lomo a la plancha o berenjena frita valen seis euros, los bocadillos a 3,5 euros y la ración de jamón ibérico sube hasta los ocho euros. Hay que tener en cuenta que algunas de estas tarifas suben si se sirve en mesa.
Los Amigos del Plaza amplían la carta de alimentos y, además del flamenquín y el lomo, ofrecen un revuelto de patatas y jamón por 8,5 euros. Mientras, algunas casetas también tienen que echar mano de las ofertas para animar a los clientes. Es el caso del Centro Cultural de Renfe, que anunciaba en una pizarra en la puerta que la oferta del día era el muslo de pollo a seis euros. "Hemos querido bajar un poco o mantenerlos para que todo el mundo pueda venir", asegura uno de los camareros. En la Casa Valle de los Pedroches la opción del serranito se paga a cinco euros.
Otra cosa son ya los puestos de comida rápida, como la clásica hamburguesas Choni, más destinadas al público juvenil o rezagados de última hora de la noche. El precio de una de estas hamburguesas no tiene nada que envidiar al que ofertan las franquicias especializadas en este tipo de alimentos ya que es apenas de cuatro euros.
A pesar de esta reducción o manteniemiento de precios en las comidas, a la Feria de Nuestra Señora de la Salud hay que ir con la cartera preparada para imprevistos, para caprichos. "Es mejor pensar que te va a salir caro y lugo ver que la cuenta es menor", asegura Francisco Menor, que ayer acudió a la Feria para invitar a comer a toda la familia: "Nosotros siempre vamos a la caseta de Sercolu que, aunque sea más cara, nos gusta más porque se está muy bien". Y es que para gustos, casetas en El Arenal.
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