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Investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) llevan a cabo el proyecto DesFutur centrado en el estudio de las plantas invasoras, como la cañavera o el ailanto, que suponen un desafío creciente que amenaza el equilibrio de los ecosistemas, poniendo en riesgo la biodiversidad local.
Este proyecto, que cuenta entre sus objetivos con analizar la influencia de las invasiones biológicas en la desertificación de zonas áridas del sur peninsular y está liderado por los investigadores de la Universidad de Córdoba Pablo González Moreno y Francisco Bonet-García, ha iniciado los contactos con las partes implicadas y afectadas por las plantas invasoras de la región de la Alpujarra y los Guájares (Granada) con la idea de buscar soluciones coordinadas.
En un encuentro de trabajo celebrado recientemente, una veintena de expertos de la Junta de Andalucía, confederaciones hidrográficas, autoridades locales y personal investigador de la UCO concluyó con la idea de que en la gestión conjunta de las plantas invasoras debe primar un enfoque adaptado a las condiciones locales y basado en la coordinación e información.
Así, el taller, celebrado en Órgiva (Granada), resaltó la necesidad de involucrar a la comunidad local en las acciones de gestión y aumentar la concienciación y educación sobre el impacto de las especies invasoras a todos los niveles administrativos.
A través de presentaciones, sesiones de mapeo participativo y discusiones en grupo, las personas participantes compartieron sus experiencias y conocimientos, subrayaron el papel que factores como la urbanización, la falta de labranza y el uso de herbicidas tienen en la expansión de estas especies y destacaron tanto la necesidad de estrategias de manejo más efectivas, como la importancia de la educación, la legislación y la colaboración intersectorial.
Estas cuestiones juegan un papel fundamental dado que las entrevistas realizadas por la investigadora de la UCO Jessica Bernal, a quienes gestionan plantas exóticas invasoras del sudeste de la Península Ibérica reflejan una percepción variada sobre el impacto de estas: aunque existe un reconocimiento generalizado de los problemas asociados con especies como la cañavera (Arundodonax) y el ailanto (Ailanthusaltissima), especialmente en áreas húmedas y agrícolas, también se observan diferencias en la percepción y gestión.
“Las entrevistas que hemos llevado a cabo nos han proporcionado una visión rica y diversa sobre la gestión de flora invasora, destacando la importancia de integrar las percepciones locales en nuestras estrategias. Cada conversación ha sido una pieza clave y necesaria para construir un entendimiento más profundo sobre cómo se enfrenta este creciente problema a nivel local”, explica Bernal.
El taller también ha proporcionado un mapeo detallado de áreas afectadas por estas especies y su fecha de expansión, así como el desarrollo de propuestas concretas para abordar los desafíos y las necesidades existentes. “Estos hallazgos tienen un gran valor, ya que la información sobre la distribución histórica de las especies invasoras es escasa pero fundamental para desarrollar herramientas útiles que informen sobre estrategias de gestión efectivas”, destaca el investigador Pablo González.
Para los organizadores, el taller ha sido una plataforma útil para la colaboración y el intercambio de ideas, fortaleciendo la red de profesionales que se dedican a la gestión ambiental y a la lucha contra la desertificación.
Por ello, se plantean futuros pasos como analizar más detalladamente la influencia de factores por ubicación y especie, organizar talleres en otras ubicaciones (ampliando así el alcance y la eficacia del proyecto DesFutur en la gestión de especies invasoras), integrar la información generada en el desarrollo de los primeros modelos espacialmente explícitos y continuar la investigación sobre las especies invasoras del sudeste de la Península Ibérica.
El proyecto DesFutur fue uno de los ocho seleccionados en la convocatoria de Ayudas para el impulso de la investigación en materia de biodiversidad 2022 otorgadas por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) que financia la Unión Europea a través de Next Generation EU. Tiene como objetivo principal caracterizar las dinámicas de tres impulsores clave de la desertificación en un gradiente de aridez: el decaimiento forestal, los incendios forestales y las invasiones biológicas.
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