La historia del "proyecto maldito" del convento Regina de Córdoba cumple un capítulo más
Patrimonio
La Junta de Gobierno Local resuelve este miércoles el contrato de la obra "por el incumplimiento del contratista"
Regina: el convento olvidado de Córdoba
La rehabilitación del convento de Regina Coeli se ha convertido en uno de los proyectos que se han eternizado en Córdoba, "en un proyecto maldito", tal como lo ha calificado el propio alcalde, José María Bellido. Este mismo año, el Ayuntamiento ya decidió que tendrá que efectuar esa rehabilitación con fondos propios después de que expirara el objetivo de llevar a cabo a través del Plan Turístico de Grandes Ciudades la reforma de un enclave en ruinas en el que había proyectado un Museo de las Cofradías o un Museo de las Cuatro Culturas. Y después de haber tenido que devolver la financiación pública que obtuvo para ello por no ejecutar el proyecto.
Este miércoles, la historia administrativa de este "proyecto maldito" cumplirá un capítulo más. La Junta de Gobierno Local del Consistorio aprobará la resolución del contrato de esa obra de restauración, rehabilitación de la iglesia y antiguo convento Regina Coeli, "por incumplimiento del contratista", como paso clave para desbloquear el proyecto. El convento fue constituido el 17 de julio de 1499 y la iglesia fue inscrita como Bien de Interés Cultural (BIC) en el Catálogo del Patrimonio Inmueble de la Junta de Andalucía en el año 1979. El proyecto se licitó en marzo del 2018 por más de medio millón de euros -incluido en el Plan Turístico de Grandes Ciudades-, aunque nunca llegó a ejecutarse.
La Junta de Gobierno Local ya aprobó hace unos meses una transferencia de crédito de 946.311 euros para la financiación de la rehabilitación del antiguo Convento Regina, "uno de los edificios más emblemáticos del sector de la Axerquía en el que se encuentra ubicado, junto con las iglesias de San Pedro y San Pablo", tal y como detalló entonces el técnico de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) Juan Murillo.
"Ahora mismo la rehabilitación se va a centrar en recuperar los valores patrimoniales de la antigua iglesia conventual, además de que también se va a realizar una primera fase de rehabilitación y recuperación del claustro del antiguo convento", sentenció Murillo, quien es el redactor del proyecto junto con los también técnicos Rosa Lara y Rafael García Castejón.
El presidente de la GMU, Salvador Fuentes, ya insistió en que el objetivo del Ayuntamiento es convertir la iglesia del Convento Regina en una sala multiusos para eventos culturales "al estilo de la Sala Orive". "Las dos actuaciones, las de la iglesia y la del claustro venían de dos presupuestos paralelos, de una parte cofinanciado con el Gobierno y de otra parte con la Junta de Andalucía. Al final no se pudieron llevar a cabo y ahora el Ayuntamiento va a hacer solo lo que estaba programado hacer con dos administraciones más", sentenció Fuentes.
Regina es uno de los conventos femeninos que se crearon en la ciudad de Córdoba a partir del siglo XV. En concreto, tal y como ha recordado Rosa Lara, se fundó en 1499 gracias a Luis de Venegas y a su mujer, Mencía de los Ríos, que fue quien compró las casas de alrededor para ello. En principio el convento se fundó con un beaterío, una serie de casas que se utilizaban para rezos y para la función beatífica; más adelante la familia decidió construir la iglesia, que sería además donde se enterrarían, ha añadido Lara.
"La iglesia es de una sola nave de una tipología que se da en Córdoba en este tipo de conventos femeninos", comentó Lara. "Tiene en el centro una cripta que es donde se supone que están esos restos", detalló. Lara explicó que el edificio ha sufrido muchos daños a lo largo de la historia. "En principio, sufrió un incendio en el siglo XVI y hasta el siglo XVII no se reconstruyó la parte más importante del convento, que es su armadura mudéjar, una armadura polícroma preciosa, muy parecida a la de la iglesia de San Pablo, una de las mejores armaduras mudéjares polícromas que conserva la ciudad", insistió.
Rafael García Castejón detalló que esa armadura mudéjar de madera está compuesta por estrellas de ocho puntas. "Somos muy afortunados de tenerla aquí,; tiene piezas en muy mal estado que habrá que recuperar. La armadura es el emblema fundamental de la iglesia, junto a unas pinturas, frescos que hay en algunas de las fachadas interiores", sentenció.
García Castejón explicó que la restauración va a ser compleja, "dado que necesita personal especializado y andamiaje de gran altura", y ha apuntado que el edificio se ha mantenido gracias a que se llevó a cabo en el mismo una intervención en los pasados años 80 a cargo del arquitecto Juan Serrano, que estabilizó la cubierta de tejas. "Se colocó una estructura auxiliar metálica que es la que soporta el peso de toda la cubierta y en la que se sustenta una estructura que debería ser autoportante", indicó.
El técnico destacó que el coro también es una parte "muy interesante" del convento "porque tiene en su suelo de barro fragmentos con azulejería de distintos colores que queremos también recuperar, también todo el pavimento de ladrillo que es originario de la época también se quiere conservar". Además, especificó que se actuará asimismo en la recuperación de una escalera de caracol, "que es el único acceso a la parte alta" del inmueble, hasta que en otras fases se pueda dotar exteriormente al convento de un ascensor y de un sistema más adecuado para personas con discapacidad. Tras esta primera fase el acceso será restringido y por medio de esa escalera de caracol. En ese proceso de recuperación también están contempladas en primera instancia la del compás de entrada al edificio y la de su fachada gótica.
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