Un puente turístico a medio gas

Festividad del pilar Masiva afluencia a la Judería y La Calahorra

Los visitantes abarrotan la ciudad aprovechando los días festivos pero reducen de forma considerable el gasto en los bares y restaurantes del Casco Histórico

Turistas y cordobeses pasean ayer por el Puente Romano.
Anabel Calero

13 de octubre 2008 - 01:00

Es el primer puente de la temporada alta turística en Córdoba. La festividad de la Virgen del Pilar deja escenas de visitantes siguiendo las rutas por la Judería hasta llegar a la Mezquita o disfrutando de las maravillosas vistas que ahora muestra la Torre de la Calahorra, después de su reciente restauración. Tras unos días de tiempo inestable, la de ayer fue una jornada estupenda en lo que al apartado meteorológico se refiere. El sol salía de vez en cuando, aunque sin apretar, y el viento suave proporcionaba una temperatura más que agradable. En definitiva, las condiciones necesarias para ver a cientos de personas por las calles abarrotando los bares y tiendas -la mayoría estaban abiertas, a pesar de ser festivo- de la ciudad.

Sin embargo, las cocinas estaban ayer a medio gas. En algunos enclaves no era demasiado complicado poder ocupar una mesa y las comidas se prolongan durante mucho tiempo. "Antes el trasiego no paraba, ahora se piden una cerveza y una tapa y les dura horas", cuenta Laura, la encarga del bar La Paloma, en La Corredera, otra de las zonas más frecuentadas por los turistas. "Desde verano estamos notando la crisis; antes había mucho trasiego, pero ahora las sobremesas se prolongan demasiado", aseguró.

El Casco Histórico acogió a familias, parejas o grupos de amigos que disfrutaron de algunos de los argumentos de Córdoba para ser Capitalidad Cultural. La Mezquita se convierte en la seña de identidad cordobesa y la imagen que la mayoría de turistas guarda en su memoria tras su paso por la capital. Es el caso de José de la Peña, un joven sevillano de 25 años. "Me encanta la Catedral; he venido varias veces a Córdoba pero siempre que tengo unos días libres me escapo porque es un destino en el que siempre disfruto". De la Peña, se encontró además con la sorpresa de la restauración de la torre de la Calahorra, ya que "la última vez que vine estaba tapada". El resultado, en su opinión, es "espectacular".

Guadalupe Quesada también aprovechó la festividad del Pilar para conocer la capital. A pesar de ser de Úbeda (Jaén), nunca había visitado Córdoba, "sólo una vez cuando era muy pequeña", recuerda. Una invitación de una amiga de la facultad había sido la excusa perfecta para disfrutar de los monumentos y la gastronomía de la tierra. Ana Belén Escamilla llegó el viernes desde Almería para pasar el puente con sus amigos. "No conocíamos la ciudad en profundidad y tenía muchas ganas de disfrutar de unos días aquí", comentó.

Después de recorrer los puntos más turísticos, es el momento de reponer fuerzas en las tabernas de la zona. Rafael, uno de los camareros de un bar instalado en los alrededores de la Mezquita, reconoció que "el gasto se ha reducido bastante; ahora piden más tapas en lugar de raciones o platos". El menú del día también se ha tenido que imponer en algunos locales para atraer a un mayor número de público.

En cualquier caso, con más o menos presupuesto, la jornada de ayer estuvo marcada por el ambiente que siempre aportan los turistas, que se mezclan con los cordobeses. Alguna que otra boda y mucha gente por la calle, con ganas de pasarlo bien. Aunque el bolsillo se tiene que adaptar, Consolación Adamuz, una visitante de Sevilla, lo tiene claro: "No podemos quitarnos también de disfrutar de un rato agradable y comer fuera con familia o amigos, pues de lo contrario, ¿qué nos queda?". Una reflexión para tener en cuenta.

2 Comentarios
Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último