"Lo que quiere la gente es dignificar su vida"

josé repiso. gerente de solemcor

Es el responsable de la agencia de inserción de Cáritas que emplea a más de un centenar de personas

"Lo que quiere la gente es dignificar su vida"
L. Chaparro

03 de junio 2018 - 02:33

Es el responsable de Solemcor, una empresa de inserción social constituida y compuesta como socio único por Cáritas Diocesana de Córdoba, que a lo largo de 2017 ha contratado a 104 personas.

-¿Cómo funciona Solemcor?

-Hasta hace tres años tenía una sola actividad, que era la recogida de papel y cartón. Lo que hemos hecho en este tiempo ha sido intentar diversificar y dar más líneas de negocio. Montamos el tema del reciclaje de ropa, la recogida de aceite y la escuela del restaurante. La idea era, como la de cualquier empresa, no depender de un solo cliente, que era Sadeco. Ahora mismo, la clave fundamental es dar estabilidad a Dorcas y al restaurante, que son proyectos con dificultad. En el caso del restaurante porque estamos en pleno centro y hay mucha competencia. En Córdoba hay meses buenos, pero en el centro en verano son malos. Es un proyecto bastante ambicioso.

-Pero, ¿está garantizada su continuidad o no?

-Sí, de momento sí.

-¿Que pasaría con estas personas si no existieran estos proyectos?

-Evidentemente, estarían en el desempleo. Hay mucha gente que no te pide una bolsa de comida. La mayoría de la gente lo que quiere es dignificar su vida y la única manera de hacerlo es un puesto de trabajo. Y esa es la lucha de Solemcor. Por eso, cada día intentamos cosas nuevas, crear nuevos puestos de trabajo que medianamente sean sostenibles. Estarían en la exclusión más absoluta. La gente llega con una gran carga detrás y tardan seis meses en ponerse al día en alquileres, hipotecas, débitos con la familia y la Seguridad Social porque han tenido experiencia de autónomos y deben 18.000 euros a la Seguridad Social.

-¿Tienen algún nuevo proyecto entre manos?

-En principio, este año es dar estabilidad a Dorcas, que lleva muy poco tiempo.

-Cáritas ya ha alertado de que no puede ofrecer más ayuda porque no dispone de recursos suficientes. ¿Cómo afecta esta situación a Solemcor?

-Efectivamente. Uno de nuestros problemas en materia de empleo es que tenemos más gente dispuesta a trabajar que puestos. Cada proyecto tiene su tiempo de estancia. En Solemcor no hay gente indefinida; todo el mundo va pasando. Por ejemplo, en papel y cartón están dos años, en Dorcas la idea es que estén también y en el restaurante están menos; la idea es que sólo estén un año. En los ecoparques, por su parte, están seis meses. Son parados de larga duración que necesitan un tiempo de contrato para recibir algún tipo de prestación.

-Otra de las advertencias que ha lanzado Cáritas es la feminización de la pobreza en Córdoba, ¿también se extiende a su área de trabajo esta situación?

-Hay que tener en cuenta que la mayoría de las personas que vienen son mujeres, es un dato que hay decir. Además, son las que están sacando a las familias adelante. A la gente le da mucha vergüenza venir a Cáritas. Intentamos trabajar mucho con las Cáritas parroquiales porque son las que están en la batalla y las que verdaderamente conocen. Otras vienen a la sede central de Cáritas y también se las atiende.

-A nivel personal, ¿cómo se afrontan todos los casos?

-Se digiere con mucha esperanza. Cuando montamos un proyecto es un brindis al aire; no sabes cómo van a salir las cosas o si la gente va a responder y todo no es económico. La entrada, como responsable, es el momento más complicado. Luego se viven otros más complicados, cuando tienes que elegir qué gente va a trabajar. Son muchas las solicitudes y las entrevistas y tienes que hacer la selección. Pero al final del proceso sientes la esperanza de que las cosas van funcionando.

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