Todos quieren una foto

Romero de Torres vuelve a estar de moda; por ello, se usan modelos ataviadas como sus personajes como reclamo

A. A. / Madrid

31 de enero 2008 - 01:00

"¡Diosss, mira qué guapas!". La frase, pronunciada al menos con diez acentos diferentes en sólo cinco minutos, era acompañada por un "rápido, rápido, una foto, una foto".

A principios del siglo pasado, el pincel de Julio Romero de Torres enseñó al mundo la impresionante belleza de la mujer cordobesa. Ayer, cuatro jóvenes a la moda de principios de siglo dejaron con la boca abierta a todo el que pasaba junto al expositor del Patronato Provincial de Turismo de Córdoba. Andaluces de toda cuna, madrileños en su mayoría, europeos, americanos y asiáticos rendían los flashes de sus cámaras ante un cuadro de cuatro modelos de carne y hueso (Miss Córdoba incluida) que reencarnaban a las mujeres que un día inmortalizó Julio Romero de Torres. La Chiquita Piconera o la joven con naranjas y limones tomaron vida en un expositor que venía la belleza de las cordobesas. "Son espectaculares", resumía el delegado provincial de Turismo, Juan Torres, que aparecía y desaparecía del cuadro recreado cada vez que un alcalde o alcaldesa le solicitaba que lo acompañase en una nueva fotografía.

Julio Romero de Torres vuelve a estar de moda. Sus cuadros han sido cantados recientemente por el renacentista Luis Eduardo Aute en un disco en directo grabado en el Palacio de Viana, sus pinturas han sido subastadas en la casa de pujas más famosa del mundo (Sotheby's de Londres), las visitas a su casa museo de Córdoba crecen a un gran ritmo, y hasta el rostro moreno y serio de una mujer que atiza un brasero de picón mientras su falda desata la imaginación parece que vuelven a ser iconos de la sensualidad femenina. Y eso es algo que sabe el Patronato Provincial de Turismo que, sin caer en el tópico, ha expuesto por primera vez en la historia de su presencia en Fitur una actividad pionera.

Sólo habían pasado diez minutos desde que las modelos tomaron el escenario para recrear la visión de Julio Romero de Torres, y su silueta inundaba ya la pantalla TFT de un centenar de cámaras digitales. En media hora, la cantidad de flashes que se habían disparado era incuantificable. Este año faltó el paseo del Rey Juan Carlos I por el pabellón 3, en el que sobre sale sobre todas las cosas Andalucía (incluye también a Extremadura, Ceuta y Melilla). Este año, Su Majestad, acompañado por la Reina Sofía, optó por otros paraísos más cercanos y también más lejanos (como Bután, Madagascar, Santo Tomé y Príncipe o Groenlandia, que este año debutan en la Feria Internacional del Turismo de Madrid), pero su ausencia la cubrió el presidente de la Junta, Manuel Chaves, que llegó al expositor del Patronato cordobés acompañado por una interminable cohorte de fotógrafos, delegados provinciales, alcaldes y cargos autonómicos que se hacían sitio a codazos. También quería hacerse una foto con las cordobesas. Y, asombrado por su belleza, se la hizo.

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