Rafael de La-Hoz Arderius: el arquitecto nacido en Madrid que tomó la decisión de ser cordobés

Cultura

La Sala Vimcorsa acoge la exposición 'Arquitecto para la sociedad. Obra privada de Rafael de La-Hoz Arderius'

La muestra, en imágenes

La exposición 'Arquitecto para la sociedad. Obra privada de Rafael de La-Hoz Arderius', en imágenes
Dos personas observan algunas de las obras de la exposición / Juan Ayala

Córdoba/"En alguien que en un país como España en el que el lugar de nacimiento lo determina casi todo, él que no era cordobés porque nació en Madrid, decidió ser cordobés, no tanto por un sentido de pertenencia como alguna vez me dijo, sino por disfrutarlo; el placer de pertenecer a un pueblo tenía un modo de ser en el que mi padre creía firmemente y que le definía a lo largo de la historia. Un pueblo que tiene unas señas de identidad muy definidas". Así ha recordado Rafael de La-Hoz Castanys, hijo de Rafael de La-Hoz Arderius (Madrid, 1924-2000), a su padre en la inauguración de la muestra Arquitecto para la sociedad. Obra privada de Rafael de La-Hoz Arderius, que se puede visitar en la sala Vimcorsa hasta el próximo 23 de febrero de 2025.

En esta línea, ha insistido en varias ocasiones en que su padre, a pesar de no haber nacido en Córdoba "tomó la decisión de ser cordobés" y, además de presumir de ello "lo disfrutaba". Y es que, Rafael de La-Hoz Arderius llegó a Córdoba con pocos meses de vida por destino de su padre, Rafael de la Hoz Saldaña, como arquitecto municipal de Córdoba, ciudad en la que vivió hasta los 46 años, cuando se marchó a Madrid en 1970 para hacerse cargo de la Dirección General de Arquitectura.

Normas Tecnológicas de la Edificación

Su marcha a Madrid, ha apuntado su hijo, tenía como objetivo "hacer las Normas Tecnológicas de la Edificación". "En su visión ecuménica de la arquitectura pensaba que el arquitecto no solo debe construir sino también debe colaborar, contribuir y gracias a su extraordinaria formación técnica y matemática decidió crear el primer cuerpo legislativo de ordenanzas técnicas verdaderamente total del proceso constructivo creando las normas tecnológicas de la edificación", ha detallado.

Unas primeras y últimas normas, ha continuado, que como él mismo decía "no son de obligado cumplimiento". "Cuando el ministro Vicente Morten le preguntó que para qué hacer unas normas que no eran de obligado cumplimiento y que suponían un esfuerzo extraordinario de convocación al ministerio, mi padre le contestó que para ayudar. Él añadía luego en un escrito que repasábamos Paco Daroca y yo hace unos meses, que las normas sirven para ayudar y, si no ayudan y son de difícil cumplimiento, hay plena libertad para no cumplirlas".

Algunas de las piezas que se pueden ver en la muestra
Algunas de las piezas que se pueden ver en la muestra / Juan Ayala

En su intervención también ha puesto de manifiesto que la arquitectura que llevaba a cabo su padre estaba "realizada con muy pocos medios porque en la época había muy pocos medios materiales", aunque la llevaba a cabo con "el optimismo de haber sobrevivido a una guerra y el entusiasmo por prosperar y por mejorar".

A su juicio, "él no estaría satisfecho si no pensara que esta exposición sirve para ayudar, para estimular, para impulsar a toda una nueva generación no solo de arquitectos, no solo de cordobeses y que sirva como testimonio de unos españoles ya desaparecidos".

"Mi padre tendría hoy 100 años, por supuesto, habitamos lo que hizo esa generación. Todo esto no hubiera sido posible sin un impulso colectivo, el impulso de una sociedad dispuesta a prosperar, a mejorar y hacerlo con enorme entusiasmo y optimismo por la vida", ha anotado y ha mostrado su confianza en que la muestra "sirva de estímulo para una época que ha tenido muchos más medios materiales a la que, sin embargo, nos acompaña un incomprensible pesimismo".

Más de 160 obras

Comisariada por el arquitecto Francisco Daroca, la exposición muestra más de 160 obras originales de Rafael de La-Hoz que incluyen: proyectos, dibujos a mano alzado y croquis originales del arquitecto; mobiliario original de época diseñado por él, además de cuatro maquetas de sus proyectos más emblemáticos: Chalet Canals, Fábrica Cervezas El Águila, Colegio Mayor Aquinas y Proyecto para Nuevo Ayuntamiento de Córdoba.

La mayoría de la documentación de los proyectos y obras de Rafael de La-Hoz que componen la exposición se encuentra en el estudio madrileño de su hijo Rafael de La-Hoz Castanys y pertenecen a la Fundación Rafael de La-Hoz. Cuenta también con algunos aspectos más personales del arquitecto, mostrando algunas fotografías, un retrato escultórico en bronce, así como la mesa de trabajo que utilizó el autor en su labor proyectual.

El resto de la exposición, hasta completar 160 obras, proceden del archivo de la Diputación de Córdoba, donde La-Hoz ejerció como arquitecto provincial, y de prestadores y colecciones particulares de Córdoba.

Daroca, por su parte, ha detallado que la sala en la que se puede visitar la exposición "es un homenaje a la exposición que en 1973 hizo el Círculo Amistad para los artistas plásticos emergentes de Córdoba en ese momento y se le encargó a Rafael De La-Hoz. Lo primero que hizo fue envolverla en gris ahumado muy oscuro y con unas placas de uralita, hoy prohibidas. "Aquello causó furor y tal llamada de atención que, inmediatamente en Madrid y en París intentaron retomar esta idea de toda una sala oscura que tuvieran estas lámparas de aluminio".

La exposición, complementaria a la muestra Rafael de La-Hoz: obra pública. Del detalle a la ciudad del Palacio de la Merced, se puede visitar de martes a sábados de 10:30 a 13:30 y de 17:30 a 20:30; domingos y festivos: de 10:00 a 14:00. Cerrado: 25 de diciembre, 1 y 6 de enero.

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