El recibo del agua vuelve a subir en Córdoba: Emacsa aumenta las tarifas un 10%

Córdoba/El recibo del agua vuelve a subir en Córdoba. La empresa municipal de aguas (Emacsa) ha decidido aumentar la tasa del agua otra vez una media del 10% a partir del mes de mayo de 2025, tal y como ha informado su presidente, Daniel García-Ibarrola este martes. Se trata del segundo aumento en menos de dos años, ya que desde este pasado mes de julio los cordobeses pagan un 5% más en el recibo del agua. Se trata de un incremento que, según ha expuesto, "irá por tramos" y será quienes consuman más agua, quienes paguen más.

La medida será efectiva tras su aprobación en el consejo rector de Emacsa de este próximo jueves, si bien, tendrá que recibir el visto bueno por parte de la Junta de Andalucía. Este nuevo incremento viene justificado, según ha indicado García-Ibarrola, con el objetivo de mantener el plan de inversiones de la empresa municipal, por cambios en la normativa y en la gestión del agua. También ha detallado que los presupuestos de Emacsa contemplan unos beneficios de 512.000 euros y que para el próximo año se mantiene el plan de inversiones, que incluye 20 millones de euros en actuaciones. Un plan ha detallado, que "entendemos que es fundamentalmente conservador y realista y que nos implica mantener el equilibrio financiero".

Subida de tarifas

Pero, cómo afectará al bolsillo este nuevo incremento del recibo del agua a los cordobeses. Pues, en concreto, esta subida parte del consumo medio doméstico. Más del 50% de las facturas que gestiona Emacsa corresponden a familias o personas que consumen menos de 14 metros cúbicos de agua. En este caso, su factura subirá 1,40 euros al mes, si bien, el pago es de carácter bimensual, lo que significa que el recibo se incrementará 2,40 euros.

En el caso de aquellos que tengan un consumo doméstico de entre 14 y 30 metros cúbicos -un 18% de las facturas de Emacsa-, la subida será de 1,88 euros al mes. Esto significa el aumento de la factura no será mayor a los dos euros al mes en estos casos.

Según los datos aportados por el presidente de Emacsa, en el caso del tramo doméstico de 14 metros cúbicos, la factura al bimestre, incluyendo la cuota fija y cuotas variables tanto de abastecimiento como de depuración es de 36,74 euros con las nuevas tarifas, frente a los 33,95 euros actuales. Por tanto, el incremento de una factura de todo el ciclo urbano del agua para un consumo de un máximo de 14 metros cúbicos cada dos meses es del 8,2%, lo que refleja una diferencia entre ambas de 1,40 euros al mes.

Estos precios implican que, incluyendo tanto la cuota fija como la variable, por 1,3 céntimos de euros se pone a disposición en el domicilio y se recogen después del uso para su depuración, aproximadamente cinco litros de agua, posibilitando el servicio público de forma sostenible.

En el caso de la factura de 14-30 metros cúbicos al bimestre, incluyendo la cuota fija y cuotas variables tanto de abastecimiento como de depuración, será de 52,42 euros con las nuevas tarifas, frente a los 48,66 euros actuales. Es por ello, que la subida de la factura de todo el ciclo urbano del agua para un consumo de 14-30 metros cúbicos al bimestre es de 9,2%, por lo que la diferencia entre ambas es de 1,88 euros al mes.

Por su parte, aquellos que consuman más de 30 metros cúbicos de agua al bimestre tendrán que pagar un 10% más en su tarifa.

Justificación del aumento

García-Ibarrola ha reiterado en varias ocasiones en que esta nueva subida de las tarifas de Emacsa se debe a la entrada en vigor de "una normativa más estricta en saneamiento que requiere nuevas inversiones". En esta línea, ha asegurado que "estamos obligados también a impulsar medidas para recuperar cuanta más agua de lluvia mejor".

La subida de tarifas, ha continuado, persigue "estabilizar la regulación entre la red de abastecimiento y la de saneamiento; tenemos que ir en esa línea de actuación y que el ciudadano no se vea muy perjudicado". También ha justificado la subida del recibo del agua al hecho de que el cumplimiento de nuevas normativas obligará a Emacsa a la contratación de más técnicos. "La justificación de ajustes viene por la proyección a un futuro sostenible. Es algo que nos creemos y nos obliga al equilibrio de facturas y una serie de acciones contempladas por real decreto que eleva las exigencias en la calidad del consumo y estamos obligados a contratar más personal y análisis", ha detallado. Actualmente, la plantilla de Emacsa es de 213 personas, si bien, como "consecuencia de las nuevas actividades y proyectos, así como la puesta en marcha de instalaciones conlleva un crecimiento paulatino en el horizonte fijado en 243 trabajadores hasta 2029", según recoge la documentación facilitada por la empresa.

También ha asegurado que con este aumento de las tarifas se mantendrá el bono social que se aplica a las familias con mayores necesidades, que contará en las cuentas de 2025 con un millón de euros.

Por otra parte, la red de abastecimiento de Emacsa se encuentra renovada en un 95%, lo que ha permitido que el porcentaje de fugas se encuentre por debajo del 10%, cuando la media en España es del 25%. En el caso del saneamiento, la red está renovada solo al 43%, lo que "hace indispensable y técnicamente recomendable destinar más fondos a este capítulo", según la citada documentación.

Tanque de tormentas

El presidente de Emacsa también ha hecho referencia al tanque de tormentas que se construye en el Balcón del Guadalquivir y ha avanzado que la previsión es que se abra el año que viene y entre en funcionamiento. "Se está trabajando en fecha y forman", ha subrayado, al tiempo que ha recordado que se trata de una obra de "vital importancia para Córdoba".

El tanque de tormentas es un aljibe, un recinto con una extensión parecida al estadio de El Arcángel, de 105 por 45 metros más y una profundidad máxima de nueve metros, que se construye para captar todo el exceso de agua que se produzca en momentos de grandes lluvias y que tiene capacidad para almacenar 23.170 metros cúbicos de agua.

Esta infraestructura se va a poner en marcha con dos objetivos, el de evitar el vertido de aguas con residuos al Guadalquivir -concretamente las procedentes de los colectores de los barrios de San Lorenzo, Cañero y la zona del Recinto Ferial-, reduciendo así la contaminación del río, y el de evitar los picos de caudal en la estación depuradora (EDAR) de La Golondrina.