Primer recreo sin mascarillas en Córdoba: una medida "positiva" y "muy esperada" por los centros educativos
Coronavirus
El profesorado advierte de los "riesgos" que puede conllevar para próximas fechas como Semana Santa
Las fotografías de la vuelta al recreo sin mascarillas en Córdoba
La eliminación del uso obligatorio de las mascarillas durante el recreo en los colegios no ha supuesto una gran revolución entre el alumnado de los centros cordobeses, al menos en el primer día de esta medida que, eso sí, se valora "positivamente" y de forma "muy esperada" por la comunidad educativa después de casi dos años en los que niños y niñas han tenido que respetar el uso de la protección en los espacios al aire libre (y lógicamente también en interiores, donde sigue vigente).
Tras la reunión entre el Gobierno central y las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial del pasado lunes 7 de febrero en la que se acordó modificar el decreto por el que se eliminaba el uso necesario del cubrebocas en exteriores a partir de este jueves 10 de febrero, la Junta de Andalucía se demoró unas horas en remitir a las instituciones educativas las nuevas instrucciones referidas a la utilización de mascarillas en espacios abiertos, por lo que su entrada en vigor en estos centros se ha retrasado hasta este viernes. Una pequeña controversia que generó algo de "inquietud" en la mañana del jueves entre algunos padres y que el director del colegio de La Inmaculada, Enrique Muñoz, zanja de inmediato afirmando que "nos debemos a la publicación oficial en el BOJA para adoptar la medida en el centro".
Una vez que se hizo llegar, en la tarde del jueves, la circular por parte de las escuelas e institutos informando a los padres, solo hay dos opciones: dejársela puesta o quitársela cuando abandonen las zonas interiores.
Una vez suena el timbre y los niños conquistan sus 30 minutos de libertad deseada al salir al patio, la estampa que se dibuja en el primer recreo tras el levantamiento de esta restricción no ha variado mucho en comparación con el resto de días de la semana. Muchos de ellos, la mayoría, la cuelgan de oreja a oreja como una anexión más de su propia cara y, en pocas excepciones, como comerse el bocadillo o salir retratado en la cámara del fotógrafo, se desprenden de ella.
Extraña no ver ningún partidillo de fútbol, una cuenta pendiente que ha dejado la pandemia con el alumnado de estas generaciones, imposible hoy en día si se cumplen las órdenes de la Junta para este curso escolar, ya que no se pueden mezclar personas de diferentes clases, también llamados "grupos burbuja". Así lo explica uno de los profesores de Educación Física de La Inmaculada, una asignatura que también se ha visto involucrada en este cambio de planes, ya que generalmente se realiza al aire libre y, "desde ya, no será obligatorio utilizar la mascarilla", dice el docente.
Aceptación y riesgos de la medida
"Es una medida difícil de tomar, pero muy esperada por la comunidad educativa y que se valora positivamente sobre todo por los niños, que se han tenido que adaptar a esta situación prácticamente los dos últimos años", afirma Enrique Muñoz a el Día, aunque también sabedor de "los riesgos que conlleva teniendo en cuenta las próximas fechas que esperan, como la Semana Santa", destaca el director del colegio.
Las edades de los alumnos en una escuela de Infantil y Primaria va desde los tres años hasta los 12. Por eso, en estos rangos de edad son los propios progenitores los que, en ciertas ocasiones, toman la decisión por sus hijos, de los que luego depende obedecerlos o no. Son "casos contados", comenta Muñoz, en que los padres comunican al centro la decisión de que sus hijos continúen con la mascarilla "por razones como familiares en situación de riesgo o vulnerabilidad". En este sentido, "no hay ningún problema", señala.
Cuando las edades son más avanzadas, como en los institutos, la libertad de decisión de los alumnos es mayor. Sin embargo, el panorama es similar, en tanto a que la mayoría sigue con la mascarilla, según cuenta a este periódico el director del instituto Trasierra, José Rafael Dueñas. "La dinámica es la misma que en días anteriores, por lo que no ha supuesto una gran revolución en la primera jornada", afirma.
Posiciones encontradas existen respecto al efecto de la medida y si llega en un momento adecuado. Gran parte del profesorado que se encarga de vigilar a los alumnos del colegio de La Inmaculada en los distintos patios del centro, piensa que, a pesar de la tendencia a la baja en el número de contagios, la eliminación de la mascarilla se ha tomado "demasiado pronto". Además, inciden en que esta medida solapa las que se llevan a cabo en interiores, preguntándose "de qué sirve que se guarden dos metros de distancia dentro del aula, si fuera de ella se permite el contacto estrecho entre ellos".
Por otro lado, Dueñas subraya que "se ha demostrado que en exteriores no hay un contagio severo", por lo que califica la medida como "positiva".
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