La regeneración de Claudio Marcelo

Esta vía céntrica, algo estancada durante años, vuelve a cobrar vida con distintos establecimientos Desde que se renovó el Templo Romano más turistas visitan la calle

Un camarero, entregando una tapa en laterraza de la Caña de España.
Alberto Hernández

23 de agosto 2014 - 01:00

La calle Claudio Marcelo, también conocida como calle Nueva, fue abierta a finales del siglo XIX y recibe su nombre en honor del cónsul romano que fundó Corduba. Siempre ha sido una vía clave, ya que une el Ayuntamiento con la plaza de las Tendillas, uno de los puntos más céntricos de la ciudad. El hallazgo en los años 60, cuando se construía el Consistorio en la calle Capitulares, de los restos de un antiguo Templo Romano le dio aún más relieve si bien esa importancia decayó algo con el paso de los años. Sin embargo, la adecuación del Templo para las visitas turísticas a partir 3 de diciembre del 2013 y el empeño de la Asociación Comercial Templo Romano, está dando sus primeros frutos.

El monumento romano atrae la atención de turistas, mapa en mano, que se deleitan con los restos del edificio heredado de aquel imperio que dominó la Península siglos atrás. La imagen de las columnas traslada a los que las admiran a tiempos pasados, cuando el Templo era uno de los lugares más especiales de la ciudad. En la actualidad, los restos arqueológicos están ganando relevancia con distintas actividades para tratar de concienciar de la importancia de este legado y, además, dar vida a una calle que estaba algo olvidada.

Claudio Marcelo ofrece multitud de opciones, ya no sólo de bares de tapas y cafeterías, también hay tiendas de ropa, farmacia, zapatería, relojería o joyería. En resumen, toda una gama de establecimientos que han mantenido la tradición comercial de la zona.

Si hay en Claudio Marcelo un establecimiento que se haya beneficiado de las distintas actuaciones realizadas en el Templo Romano ese es la Caña de España, segundo de los bares de Maica Rivero en la ciudad. Esta empresaria explica que la reparación del monumento que supuso la limpieza "de la contaminación visual que presentaba el conjunto" y afirma que gracias a estas iniciativas "se atrae a más turistas y otro tipo de clientela".

Otro comercio de reciente apertura es la Mantequería el Pensamiento. Inaugurado en mayo de este año por José Salamanca, se trata de un "ultramarino" en el que el cliente puede "comprar el producto y llevárselo a casa o consumirlo en el local por un precio algo más elevado", según detalla Salamanca, quien piensa que las actividades realizadas en torno al Templo benefician a los locales de esta calle. "El viernes pasado, con la conmemoración de Augusto, mucha gente se pasó a tomar algo cuando vio el espectáculo".

Otro bar con larga trayectoria en esta calle, abierto desde el año 1989, en esquina con Azonaicas es La Gloria, regentado por Rafael Zafra. Es muy frecuente ver a turistas en este establecimiento a todas horas del día. El camarero de este local, Fernando Zamora, comenta que el Templo "no ha impulsado el consumo en su local", aunque afirma "que nunca faltan turistas que paren a beber o comer en el bar" y que "las obras en las calles cercanas sí que están atrayendo a más clientes a la hora de la comida".

Como la Gloria, no todos los locales están sintiendo la mejora de clientes por obra del monumento. Frente a la Caña de España, se sitúa La Saga, bar abierto desde hace dos años, y que tiene una filosofía parecida al anterior, ya que también tiene como atractivo sus tapas. El camarero del establecimiento Juan Manuel Salazar explica que "los flujos de turistas se deben más al calendario de vacaciones". Salazar comenta que aunque "si es cierto que hay más tránsito en la calle no se nota tanto en el consumo en el propio bar, como en otros establecimientos".

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