Comienzan los trabajos de restauración de la Capilla Real de la Mezquita-Catedral de Córdoba
Patrimonio
Las actuaciones que lleva a cabo el Ministerio de Cultura cuentan con más de 520.000 euros de presupuesto y un periodo de ejecución de 17 meses
Todas las puertas de la Mezquita-Catedral
La Mezquita-Catedral incluirá las recomendaciones de Patrimonio en su nuevo Plan Director
El Ministerio de Cultura, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, ha iniciado ya la restauración de la decoración de la Capilla Real en la Mezquita-Catedral de Córdoba. Se trata de un proyecto redactado y dirigido por el Instituto de Patrimonio Cultural de España al que se destinará un presupuesto de 523.397,60 euros, con un plazo de ejecución de 17 meses. Se trata de unos trabajos que deberían haber comenzado el pasado 15 de enero, según las previsiones iniciales.
La Subdelegación del Gobierno ha informado de que la Capilla Real es un monumento mudéjar singular, tanto desde el punto de vista de su construcción como de su decoración, con yeserías policromadas de tradición andalusí. Data del tercer cuarto del siglo XIV y fue concebida como un panteón real dentro de la Mezquita-Catedral de Córdoba, uno de los monumentos más importantes de todo el Occidente islámico y Patrimonio de la Humanidad desde 1984.
La intervención, que correrá a cargo de un equipo de cinco conservadores-restauradores especializados en pintura mural, yeserías y cerámica arquitectónica, tiene como objetivo garantizar la conservación integral de todos los elementos decorativos –como yeserías o mocárabes-, minimizar el avance de la degradación del conjunto y lograr la estabilidad química-mecánica y estructural tanto del soporte como de su policromía y dorado.
Según la misma información, tras la fase inicial de estudio y documentación de su estado actual de conservación, se llevarán a cabo los trabajos de restauración orientados a potenciar el aspecto interior del templo, respetando sus valores estéticos, cromáticos y materiales.
El arquitecto del monumento Gabriel Rebollo, que forma equipo junto a sus compañeros Gabriel Ruiz y Francisco Rebollo, ya expuso que que la Capilla Real, de estilo mudéjar y que se levanta en el siglo XIV por orden del rey Enrique II para enterrar a su padre y a su abuelo, Alfonso XI y Fernando IV, respectivamente, está "muy bien integrada" y es una pieza "muy interesante en sí misma".
Se trata de una capilla "casi contemporánea", y brevemente posterior al Alcázar de Sevilla, que alberga una decoración que "recuerda inmediatamente a las decoraciones y arquitecturas contemporáneas de la Alhambra de Granada". "Es muy probable y casi seguro" que "artesanos y artistas" del reino nazarí fueran contratados para ello, afirmó Rebollo.
Las obras que acaban de comenzar constituyen un paso más en la intervención integral en la Capilla Real de la Mezquita-Catedral que comenzó con la reforma de las cubiertas, una actuación "imprescindible", ya que lo esencial es "tener asegurada la impermeabilidad" de la estructura, algo que se hizo con "extraordinario rigor y esfuerzo", anotó Rebollo.
Una joya decorativa y arquitectónica
La Capilla Real fue construida en el año 1371 por el rey de Castilla y León Enrique II de Trastámara, escogiendo un lugar privilegiado dentro de la antigua mezquita aljama de Córdoba, junto al lucernario califal de al-Hakam II, posteriormente transformado en Capilla Villaviciosa.
Concebida como panteón real para albergar los restos de los reyes Fernando IV y Alfonso XI, trasladados en el siglo XVIII a la Real Colegiata de San Hipólito, presenta una rica decoración que se desarrolla en sus muros y bóveda, a base de yeserías, atauriques, paños de rombos, mocárabes o motivos epigráficos.
En su origen solo se podía acceder a la Capilla Real desde el "presbiterio" anexo de la Capilla Mayor que se ubicaba bajo la llamada cúpula del "Cristo de Villaviciosa". "Entonces la diferencia de nivel del suelo era mucho menor que el actual", si bien a principios del siglo XX "se desmonta ese presbiterio" y su accesibilidad "se hace todavía más difícil".
El arquitecto de la Mezquita-Catedral ya reconoció también que posiblemente, la Capilla Real sea la más "desconocida" del templo ya que desde su construcción fue "prácticamente inaccesible" y, por su puesto, ningún turista ha podido acceder a su interior. "Es un tema que no es fácil, ya que el suelo es valiosísimo y muy frágil", por lo que "desaparecería en muy pocos años", indicó.
La conservación y restauración de la Capilla Real se enmarca dentro del Plan Nacional de Catedrales promovido por el Ministerio de Cultura y de las actuaciones previstas en el Plan Director de la Mezquita-Catedral redactado por el Cabildo Catedralicio.
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