Rincón de las Beatillas: la expresión del arte y del buen comer

Tabernas históricas de Córdoba

Un local con un importante reclamo gastronómico desde principios del siglo XX en las inmediaciones del Palacio de Viana

Taberna Casa Bravo: platos de cuchara entre tradición y modernidad

Dueño Taberna Beatillas
Dueño Taberna Beatillas

Córdoba/La inauguración de la Taberna Rincón de las Beatillas se remonta a principios del siglo XX, sobre el año 1900. Fecha que corrobora uno de los escritores más populares y célebres de la época. Una publicación de Federico García Lorca en un periódico se hace eco del inicio de la historia de este establecimiento, escrito que luce a día de hoy en una de las paredes de esta clásica más que taberna.

Un local por el que han pasado diferentes taberneros y cuyo actual gerente, José Eduardo Sánchez, es la segunda generación de una familia de taberneros. Los padres de José Eduardo se hicieron cargo de la taberna en los pasados años 90, después de que los hijos de quien entonces era el responsable del establecimiento, que también era el dueño de toda la casa, no quisieran hacerse cargo del negocio tras su fallecimiento.

En principio, el padre del actual responsable del Rincón de las Beatillas solo se hizo cargo de la parte baja de la taberna. Arriba vivía el tabernero, "como se hacía toda la vida". Una vez que falleció el anterior dueño, también la hospedería pasó a ser de la familia Sánchez. Las estancias de esta casa eran muy distintas a las de hoy en día, ya que la taberna fue reformada y la casa de arriba pasó a tener unos grandes salones dedicados al flamenco, al mundo de los toros y a grandes toreros y a la Semana Santa.

En esa parte de arriba, "los salones hacen armonía entre ellos". "En esa parte contamos con tres peñas. Incluso antes que se llevara a cabo la reforma estaba la Peña Fosforito. Abajo contamos con la Peña de Chiquilín y también con otra de Manolete. Ahora están todas vigentes, aunque algunos de sus componentes están mayores y vienen poco por aquí", relata el gerente de Las Beatillas. El salón dispone de un tablao y en él también se realizan diversas entregas de premios. "Además, casi todos los viernes los de la Peña Fosforito organizan un acto flamenco", cuenta.

José Eduardo detalla que el establecimiento "siempre ha sido una taberna desde que dejó de ser una casa de vecinos grande. Los vecinos vivían en las habitaciones y también había cuadra, una zona de talleres. De aquellos tiempos lo que ha quedado intacto es una solería en una de las habitaciones, solería que hemos conservado, además de las columnas del patio y las maderas. Cuando llevamos a cabo todas las obras, despejamos todos los techos y salieron las vigas antiguas, se intentaron salvar casi todas. Se han dejado las originales, la fachada tampoco se puede tocar, solo se pinta", destaca el gerente de Las Beatillas.

Asimismo, relata que a la hora de recolectar toda la información posible para que el local pudiera llegar a ser Taberna Histórica (sello de calidad que otorga el Ayuntamiento) tuvieron que llevar a cabo una investigación exhausta y conseguir testimonios y escritos de vecinos de la zona "que han visto muy de cerca como este establecimiento ha hecho historia en las calles de Córdoba". "Una investigación que nos llevó a fotografías e historias relacionadas con Las Beatillas como la relatada por García Lorca, que pasó por aquí, y que demuestran lo antiguo que es el negocio", comenta. Historias contadas, además de por García Lorca, por otros personajes como la actriz Pilar Bardem y por una gran variedad de toreros entre los que se puede nombrar a Enrique Ponce, además de por actores que han pasado por el Palacio de Viana, "ya que la taberna se encuentra en un enclave muy singular de la ciudad, muy cerca del Palacio".

Aunque José Eduardo es el actual gerente del negocio, sigue contando con los consejos que le da su padre, a quien le une un fuerte vínculo con la taberna. "Para mi padre significa toda una vida, es imposible quitarle la taberna de la mente. Yo la regento, pero él no deja de estar por aquí, es su casa", destaca. "Las tabernas, como esta, están ahora están más modernizadas; no es como antes. Antes esta era una taberna muy antigua: Siempre se ha dicho que el tabernero era muy desaborido y eso no es así. Las Beatillas sigue siendo este barrio donde todos los vecinos se siguen reuniendo, muchas familias, amigos; y eso marca la diferencia", defiende.

Taberna Beatillas
Taberna Beatillas

Para él, la esencia de su taberna se resume en pocas palabras. Es un lugar donde las personas "comen muy bien y están muy a gusto. Yo cuando era más joven y empecé aquí a trabajar me preguntaba cómo la gente estaba tan contenta en este local. Eso se nota porque tenemos clientes que llevan ya con nosotros muchos años", explica. Mientras verbalizaba estas palabras, José Eduardo no puede evitar acordarse de uno de los vecinos con una edad muy veterana con el que hablaron en esa búsqueda de testimonios con el objetivo de que esta taberna acabara con el sello de histórica. "Para conseguir el emblema tuvimos que presentar un escrito en el que la persona más mayor daba fe que el establecimiento databa de la fecha que databa", añade.

Taberna Beatillas
Taberna Beatillas

José Eduardo insiste en que, como en todos los establecimientos hosteleros, en Las Beatillas la comida es sagrada, platos como el "salmorejo, las berenjenas, el rabo de toro, el flamenquín". No obstante, destaca que sus platos fuertes y populares tienen que ver con la carne de monte, sobre todo, "venado y jabalí cocinado con recetas antiguas de toda la vida", sostiene. Y refiere que en el tema de las bebidas, "Las Beatillas también está bien servida". "Tenemos Ribera, Rioja, Verdejo, vino fino nuestro propio. Mi padre tiene la bodega allí en su campo y es el mismo que se encarga de criarlo", subraya.

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