'Rostros y Rastros de Jordania', la nueva exposición de Casa Árabe en Córdoba

Cultura

La muestra incluye 23 fotografías por la cultura e historia del país jordano a través de sus habitantes

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Una persona observa algunas de las fotografías de la muestra
Una persona observa algunas de las fotografías de la muestra / Rafa Alcaide / Efe
Mercedes Martínez / Efe

12 de octubre 2024 - 14:15

Córdoba/La exposición Rostros y Rastros de Jordania realiza un recorrido a través de 23 fotografías por la cultura e historia del país a través de sus habitantes, sus vestimentas, su artesanía y sus costumbres en la Casa Árabe de Córdoba. El fotógrafo Ghassan Sela ha hecho un recorrido a lo largo del país jordano para retratar a una variedad de personas: desde los agricultores del norte hasta los nómadas, los chechenos, circasianos, drusos, coptos u ortodoxos, entre otros.

Cada retrato revela una historia singular que configura el mosaico jordano, según ha explicado a EFE Javier Rosón, coordinador de Casa Árabe en Córdoba, donde hasta el 13 de diciembre se expone la primera parte de esta muestra, la dedicada a los Rostros. Jordania se ha convertido "en un centro de refugio y también de acogida de diferentes culturas y etnias muy relacionadas, evidentemente con una base común que es la lengua árabe y la zona en la que están históricamente por excelencia".

Animado por la pasión de capturar la esencia y los matices culturales de su país, Sela ha fotografiado "no solo facciones indelebles, sino aspectos relativos a las tradiciones y a la vida cotidiana, cuyo claro ejemplo es la labor de los artesanos que forjan con destreza el patrimonio nacional".

La pluralidad en Jordania

La exposición muestra cómo los habitantes del país comparten experiencias comunes y a la vez únicas determinadas tanto por su pasado como por su emplazamiento territorial. Esta colección de retratos invita, según Rosón, a apreciar la pluralidad y la unidad de Jordania, "reflejando la belleza de un pueblo que, si bien se manifiesta como heterogéneo, encuentra conexiones profundas en los valores de la tierra que habita".

Rostros muestra "la parte intangible, la parte más humana de lo que es Jordania, de lo que es su cultura y su transmisión de conocimiento". Como reflejo de ello, la exposición dedica una parte a un elemento fundamental de la sociedad jordana como es la artesanía, y sus "elementos tradicionales y culturales que pasan de generación en generación".

En Rostros se puede contemplar a los artesanos trabajando la lana, recogiendo la aceituna, con el aceite, haciendo arbud, que es el pan de los beduinos, o fabricando posa ollas de mimbre, que es una tradición arraigada en la ciudad de Salt. Incluso Ghassan Sela muestra una mujer que con un mehbash, un instrumento de percusión típico, está moliendo café y hay una presencia destacada de los perfumes porque "cuentan con unas esencias que son genial y unos grandes perfumistas".

Aunque, quizás, según reflexiona Javier Rosón, uno de los retratos "más interesantes" es el que refleja el trabajo con el tatriz, el bordado tradicional del mundo árabe declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, y que "según sea de un tipo o de otro, refleja las diferentes etnias o culturas dentro del país" . Este bordado se ha mantenido con el paso del tiempo porque la técnica pasa de madres a hijas. Esa diversidad "nos traslada el mensaje de que existe una diversidad brutal en el país", asegura Rosón.

Grupos minoritarios

En Jordania existe una diversidad y una tradición cultural que "viene de hace muchísimos siglos", se mantiene en la actualidad y se pone de manifiesto en la muestra en la que aparecen las distintas comunidades que viven en el país.

Así, hay "grupos minoritarios, por ejemplo, como pueden ser los drusos, que son unos 20.000 o los circacianos, que son aproximadamente unos 150.000. Y además hay otras minorías religiosas relacionadas con el mundo árabe como son abraámicas o sincretistas, y otros vienen de la zona del Caúcaso".

La exposición hace hincapié en que, por su ubicación y por su historia, Jordania representa "uno de los eslabones de Oriente Medio". Quizás más conocida por sus sitios arqueológicos o sus paisajes espectaculares, también se distingue por una colorida artesanía y los sabores de su gastronomía.

La icónica Petra, el Mar Muerto, la bulliciosa capital o el dramático valle de Wadi Rum son "tan solo algunos destellos que evidencian el paso de las civilizaciones y la diversidad" que forman parte del Reino Hachemita de Jordania. 

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