"Todos sabemos que estamos en crisis y tenemos que adaptarnos"
Inmaculada Salcedo. Especialista en Medicina Preventiva del Hospital Reina Sofía
Sostiene que hay que "adaptarse a los nuevos tiempos" y aboga por el uso y la aplicación de las nuevas tecnologías en el terreno de la salud para mejorar los procesos y también la atención.
En su familia no había ningún médico hasta que llegó ella. Inmaculada Salcedo (Tolosa, Guipúzcoa, 1963) es especialista en Medicina Preventiva del Hospital Reina Sofía, complejo del que fue subdirectora durante más de nueve años. Su afán y entusiasmo por la aplicación de las nuevas tecnologías en su área de trabajo ha permitido el desarrollo de un software que mejora el proceso de recogida de datos de infecciones hospitalarias. Esta idea, a su vez, ha generado una patente que será comercializada a partir de este mes por la empresa española Informática Médica. Un avance del que ella ha sido su principal impulsora y que defiende a capa y espada por su utilidad.
-¿Cómo surgió este proyecto?
-Surgió cuando empecé a trabajar con las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria. Vi que el sistema de recogida en formato papel generaba muchos errores, que luego tenía que depurar para poder hacer un análisis fiable de los datos recogidos. Pensé que todos los pasos intermedios de fotocopiar papel, mecanizarlos, depurar los errores y analizarlos eran muchos, y que se podían ahorrar con un sistema informático que recogiera directamente los datos a pie de cama del paciente.
-Hasta entonces, ¿era ese el método de trabajo que se seguía en el Hospital?
-Creo que en los tiempos que corren hay que aprovechar todo lo que puedan aportar las tecnologías al trabajo del personal del hospital o centro de salud. Además, en tiempo de escasez de recursos debemos ser conscientes de que todo lo que puede hacer una máquina, no lo debe hacer una persona, y así dedicar el trabajo de la persona a otras funciones. Esa fue mi idea inicial.
-¿Cómo desarrolló la idea y el contenido del programa?
-Ha costado mucho trabajo y tardamos cuatro años. Francamente, costó mucho cambiar culturas de trabajo que iban bien y daban su respuesta. Además, convencer a las personas de que en el papel, que lo admite todo, hay que trasladarlo a un programa informático, también fue muy difícil. Pero yo lo intenté a través de los informáticos y luego propuse el proyecto como idea en los Premios de Innovación del Imibic en diciembre del año pasado. Recibimos el premio y, desde entonces, tuvimos más apoyo para desarrollar la idea. El premio fue el pistoletazo de salida para que se pudiera implantar.
-¿Qué papel ha jugado el Imibic en este proyecto?
-Ha sido fundamental y su presencia es muy importante. Creo que tenía que existir un centro así con este Hospital y la Universidad; espero que podamos hacer más cosas juntos. El Imibic aporta muchos proyectos de investigación, muchas ideas innovadoras y grupos de trabajo. Es una forma de relacionar la ciencia, la investigación y la sociedad.
-¿Trabaja ya el Reina Sofía con este dispositivo?
-Comenzamos en enero de este año, que se ha establecido como ejercicio de pilotaje para ver los problemas que tenga para que sea óptimo. Tenemos un formato inicial y, al haberlo comprado una empresa externa, ahora estamos introduciendo nuevas mejoras, como la trazabilidad del paciente, es decir, por dónde ha ido pasando por el Hospital para ver en qué momento se produce la infección, cómo atajarla lo más rápidamente posible y hacer una vigilancia mucho más activa y mucho más en el momento.
-¿Cuál ha sido su coste?
-Ha salido muy barato. Los informáticos que confiaron en este proyecto han seguido trabajando de manera altruista por un mínimo de coste de horas que se les abonaron. El Hospital apoyó el proyecto y la Gerencia compró las tablets. La apuesta por la tecnología es clara y nuestro servicio es muy susceptible de ir avanzando con las nuevas tecnologías. El Hospital tiene grandes bases de datos y se ahorraría mucho tiempo y muchos errores de transcripción a la hora de analizar los datos.
-¿Cuál es la infección más común en el Hospital Reina Sofía?
-La principal infección nosocomial o relacionada con la atención sanitaria es la neumonía, seguida de las infecciones urinarias.
-Cómo médico, ¿cree que es posible eliminarlas o, al menos, evitar que aparezcan?
-Bueno, esa es la idea. El tema es que es muy difícil porque va ligado a la complejidad de la intervención y del paciente. Cuando se le hacen muchas cosas a un paciente y, este Hospital tiene una complejidad importante e inherente a esa complejidad, es fácil que se produzcan esas infecciones. La verdad es que la mayoría son tratables y no tienen por qué comprometer al paciente en su proceso patológico.
-La Justicia inició una investigación por la muerte de varios pacientes en el Hospital por infectarse con la bacteria Klebsiella Pneumoniae. ¿Se pudo evitar su aparición?
-El Hospital ya contestó a la prensa y no tengo mucho más que añadir. Obviamente, de vez en cuando se producen alguna serie de brotes relacionados con algún germen multiresistente, que nos dan muchos quebraderos de cabeza, y se dieron con pacientes muy graves.
-Su área de trabajo es la medicina preventiva y salud pública, ¿en qué consiste esta especialidad?
-La verdad es que se trata de un área poco conocida. Es una especialidad vía MIR, de cuatro años de especialización. La verdad es que es poco conocida, aunque es de carácter transversal porque afectamos a todo el hospital, a todos los servicios. Tratamos en consulta a pacientes individuales en el ámbito de la vacunación y hacemos la vigilancia epidemiológica. Trabajamos también con la comunidad, que es la salud pública. El área que llevo en concreto es la infección hospitalaria, la relacionada con la asistencia sanitaria. Es la vigilancia y control de todos los pacientes para vigilar que no se infecten o tengan las menos consecuencias posibles. Lo que hacemos es dirigirnos a los servicios de más riesgo, es decir, aquellos servicios que son más susceptibles de tener infecciones.
-Entonces, ¿no tiene relación con los pacientes?
-No tengo una actuación directa sobre el diagnóstico y el tratamiento del paciente, pero sí es una actuación importante a la hora de decidir cómo manejarlo, cómo se cambia o ubica. Es importante porque de eso se deriva que se ataje la infección y se corte el mecanismo de transmisión. Trabajamos la gestión del paciente.
-¿Qué áreas del Hospital son las más susceptibles para que un paciente sufra una infección?
-La UCI de adultos, la pediátrica, neonatología y, en nuestro caso, en el Hospital la cirugía general y la digestiva tienen una complejidad importante. Se hacen intervenciones muy complejas y, a mayor complejidad de la cirugía y cuanto más tratamos al paciente, hay más riesgo de infección, que no siempre se tiene que producir. El riesgo de infección desde el momento que un paciente entra en el hospital es constante. Lo que pasa es que suelen ser infecciones que se autolimitan o no tienen por qué infectarse. La mayoría de los pacientes no se infectan y cada vez son menos. El mayor estudio que hay sobre infecciones sanitarias, que incluye 270 hospitales de España, demuestra que las infecciones hospitalarias han ido disminuyendo de manera secuencial a lo largo de los años. También en el Reina Sofía, un hospital que cada vez tiene más complejidad en sus tratamientos; las tenemos básicamente controladas. La gente puede venir a operarse a esta Hospital que no hay ningún problemas.
-Hace mucha referencia al uso de las nuevas tecnologías en la sanidad, ¿en qué punto se encuentra en el caso de Córdoba?
-Hay que adaptarse a los nuevos tiempos y a nadie se le ocurre ya imprimir cosas que no son necesarias. Tenemos que tener en consideración el impacto medioambiental de nuestro trabajo. El tiempo de mecanización y los pasos intermedios provocan muchos errores que afectarían a la seguridad del paciente como fotocopiar un papel, recogerlo, transcribirlo a una base de datos, depurar los errores, como la fecha, que te descalabra los días de estancia. Estoy a favor de las nuevas tecnologías y, por ejemplo, la aplicación no permite errores de fecha. Es un paso muy importante. Tampoco hay que olvidar que las máquinas recogen lo que nosotros metemos.
-Realmente, ¿veremos en los hospitales a los médicos y enfermeros cordobeses con sus tabletas como en los hospitales norteamericanos?
-Seguro, lo veremos, aunque cuesta mucho trabajo. Pero creo que se impondrá y trabajaremos de esa manera en muy breve plazo. Trabajar con tecnología y recoger los datos. Ya se hacen muchas cosas en el hospital en ese sentido. Por ejemplo, los pinches de cocina van con los menús y una PDA o la llegada de la historia digital, que ha sido un avance tremendo.
-¿Han tenido efecto la aplicación de los recortes su área de trabajo?
-En mi área, no tengo queja de como trabajo. Evidentemente, todo el mundo estamos intentando ser eficientes. Yo no puedo decir que me han recortado, simplemente nos vamos a adaptando a ser eficientes. Es una obligación moral de cada persona mirar también por que la empresa funcione. No tengo queja. Obviamente, estamos en tiempos malos para todo el mundo, no es inédito de mi área de trabajo. Todos sabemos que estamos en tiempo de crisis y que tenemos que adaptarnos, pero seguramente saldremos. La voluntad de los profesionales es muy importante.
-Además de trabajar en el Reina Sofía también es presidenta de la Sociedad Andaluza de Medicina Preventiva de Salud Pública, ¿qué labor hace esta entidad?
-Si, desde septiembre de 2014. Empezamos un camino nada fácil porque no existía nada más que una página web de un congreso, luego empezamos a mantener reuniones periódicas. La sociedad tiene un papel importante porque tenemos que participar en la elaboración de leyes y documentos de consenso que nos afecten. Tenemos que dar nuestra opinión como referente científico del ámbito de trabajo. Este tipo de sociedades son las que dan el respaldo en algunos cambios, en algunas procedimientos, grupos de trabajo… Es un proyecto que cogimos con mucha ilusión y esperamos hacer muchas cosas.
-También fue subdirectora del Hospital Reina Sofía, ¿qué recuerdos tiene de esa etapa?
-Sí, fui subdirectora desde 2001 hasta 2010. Fue una época muy enriquecedora, aprendí mucho, hicimos muchos proyectos, no había crisis y teníamos más facilidades para trabajar. Me fui cuando consideré que era el momento; pienso que los cargos no se puede eternizar en el tiempo. De alguna manera todos ponemos en alguna etapa un grano de arena en la mejora del Hospital.
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