Córdoba gana en salud y calidad de vida en 2022, pero pierde en condiciones socioeconómicas y movilidad
Bienestar
La ciudad suma un 77% de rendimiento en la salud general de la población tras analizar la mortalidad, la morbilidad y las conductas saludables de la ciudadanía
Cada médico de familia de Córdoba atendió una media de 8.750 consultas en 2022
La salud, aspecto esencial para evaluar la calidad de vida de la ciudadanía, es conceptualizada por la Organización Mundial de la Salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, que debe ser entendido más allá de la ausencia de enfermedades. Bajo este argumento, Córdoba ha ganado en salud y calidad de vida en 2022 con respecto a 2021, aunque ha perdido en condiciones socioeconómicas y en movilidad.
Según el Índice de Salud de las Ciudades, patrocinado por DKV en colaboración con IdenCity, un estudio basado en indicadores que tiene como objetivo evaluar el estado de salud general de la población, los determinantes socioeconómicos y las políticas sanitarias en las ciudades españolas, Córdoba suma un 77% de rendimiento en la salud general de la población tras analizar la mortalidad, la morbilidad y las conductas saludables de la ciudadanía.
Y es que el análisis de la salud se hace a través de indicadores que evalúan no sólo la ausencia de enfermedades, sino también los determinantes sociales y económicos, permitiendo identificar sus fortalezas y oportunidades de mejora. Así, el estudio se divide en cinco dimensiones: salud de la población, el entorno, las condiciones socioeconómicas y laborales, la comunidad y los servicios de salud.
En esa primera dimensión es la esperanza de vida en la capital cordobesa la que sale mejor parada, con un 83%, siendo el 100% la nota óptima y deseada. Con el mismo porcentaje se encuentra la prevalencia de las principales enfermedades, la tasa de morbilidad hospitalaria, que en Córdoba ha ido descendiendo a medida que pasan los años.
Las conductas saludables de la población, los comportamientos y hábitos de la ciudadanía tales como el régimen alimenticio o el consumo de drogas bajan hasta un 64% y se mantienen en el mismo puesto que en 2021. El ranking evalúa el consumo de tabaco o el abuso de sustancias adictivas, como las drogas, un apartado en el que la ciudad no ha conseguido una mejora.
El entorno, que se entiende dentro del estudio en términos de medio ambiente, movilidad, vivienda y equipamientos, la oferta de servicios existentes, así como la adopción de políticas públicas de escala municipal orientadas a garantizar una mejora en las condiciones del entorno que se habita. En este sentido, la ciudad mejora en cuatro puntos y alcanza el 63% de aprobación.
La vivienda y los equipamientos son los que tiran del carro en este apartado, pues los cordobeses consideran, en un 84%, que la ciudad cuenta con vivienda digna y asequible, además de tener cubiertos sus servicios básicos en el hogar y el acceso a equipamientos públicos. En medio ambiente se sitúa en un 58% de rendimiento, tomando en cuenta la contaminación atmosférica y la incidencia de olas de calor, así como el compromiso, expresado en términos de gasto municipal dedicado a la protección y mejora de la calidad ambiental acústica, lumínica y atmosférica.
Baja en movilidad y seguridad socieconómica
En la categoría de movilidad es donde la ciudad sale peor parada, con un 47% de rendimiento en términos de promoción de medios de movilidad sostenible y activa, único apartado en el que la ciudad no supera el 50% y, además, pierde un punto con respecto a 2021. Las vías ciclistas juegan un papel importante en este sentido y las asociaciones en Córdoba han alertado de la insuficiencia de las mismas en la ciudad, además de la peligrosidad de algunas de ellas. Además, no existe un servicio municipal de bicicletas públicas.
Además de estas dimensiones, la seguridad socioeconómica es quizás una de las que más influye en el bienestar de los habitantes. Para el estudio, un mayor poder adquisitivo facilita el acceso a un entorno y hábitos de vida más saludables, así como a más recursos sanitarios. Además de los factores socioeconómicos, esta dimensión evalúa la calidad y seguridad del empleo, en términos de estabilidad e incidencia de accidentes y enfermedades laborales. Aquí es donde la capital de la provincia cordobesa ha desmejorado su posición, que se ubica en un 69%.
La alta tasa de desempleo que hay en la provincia influye directamente en este apartado, además de la tasa del riesgo de pobreza y las dificultades económicas para acceder a servicios médicos fuera de la sanidad pública. En este sentido, la calidad del empleo se ubica en un 70%, un muy buen dato que toma en cuenta la estabilidad laboral, los niveles de contratación y la prevalencia de accidentes o patologías laborales ente la población.
Las interacciones que se producen en la sociedad cordobesa es el ámbito en el que Córdoba suma más puntos. En el apartado se incluye la seguridad, que incluye los niveles de criminalidad (delitos de odio, asesinatos, robos con violencia y agresiones sexuales) en el territorio. Con todo ello, el estudio considera que la ciudad es segura en un 95%, mientras que las redes familiares y comunitarias, que incluye iniciativas solidarias, los niveles de soledad y la incidencia de situaciones de maltrato familiar, suman un 77% de rendimiento.
El Índice de Salud de las Ciudades determina también la accesibilidad a los servicios de salud como un punto importante del bienestar de los cordobeses. En esta categoría se evalúan los esfuerzos de las autoridades locales y autonómicas en promover la salud de la población y prevenir enfermedades mediante la vacunación y la inversión en innovación e investigación. La cobertura está en un 78%, que baja a un 67% en la atención sanitaria, la cartera de servicios de salud públicos y privados disponibles en un territorio y la capacidad de acceso a ellos por parte de la ciudadanía a través de diferentes medios.
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