Así será la gran renovación del Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba

Patrimonio

Las actuaciones incluyen una nueva ordenación de los jardines del monumento

Nuevo paso para hacer un espacio museístico en las Caballerizas Reales

Entrada actual al Alcázar de los Reyes Cristianos / El Día

Córdoba/La rehabilitación del Alcázar de los Reyes Cristianos es uno de los proyectos incluidos en el Plan de Gestión del Casco Histórico de Córdoba y su entorno. El presupuesto que el plan recoge para esta actuación, a desarrollar durante ocho años desde 2030, es de 40 millones de euros. El Día ha tenido acceso a las actuaciones que se van a llevar a cabo en este monumento y cuya ficha MV-04 se va a modificar en el próximo consejo rector de la Gerencia de Urbanismo.

Pues bien, las actuaciones previstas se dividen en varios lienzos y zonas del edificio. En el caso del lienzo sur, ya se ha acometido la recuperación de la cota original de la portada barroca situada en él, convirtiendo esta entrada en el acceso principal del monumento, con lo que el recorrido se ha invertido en su interior.

Según recoge la innovación-modificación del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Córdoba, en la pieza norte N1 se abrirá la conexión entre esta pieza y el pasadizo histórico de comunicación existente entre el Alcázar y las Caballerizas Reales, mientras que en la pieza norte N2 se restituirá el forjado original de esta pieza al encajar el acceso y la escalera descritos en el punto anterior. Se deberán realizar los estudios arqueológicos y paramentales previamente a cualquier intervención sobre este elemento.

Por su parte, en la pieza central N1 y N2 se abrirán conexiones en el muro central que garanticen la comunicación entre las crujías que componen esta pieza sin afectar a elementos de relevancia. Es más, el proyecto permite la demolición de la cubierta rehecha en el 2018 sobre la escalera principal para su adaptación y recuperación de la imagen general y su integración con la pieza que se generará en la zona protegida como conservación de la implantación en esta misma crujía recayente al Patio de Mujeres.

Otra de las modificaciones aprobadas es la restitución del acceso original e histórico a la Torre los Leones. Para ello, se cerrará el hueco abierto en la cara sur de la torre. Además, se recuperará el pasadizo de comunicación entre el Alcázar y Caballerizas. Mientras, en la Torre de la Paloma se podrá instalar un ascensor para garantizar la accesibilidad de los adarves, en el interior de la torre reconstruida, "debiendo de demostrarse con elementos gráficos volumétricos la idoneidad de la solución, así como su integración en la imagen del monumento y minimizar el impacto visual", recoge el plan.

El pasadizo bajo el nivel del Jardín Alto, por su parte, recuperará su función de conexión y comunicación entre los edificios de Caballerizas Reales y el Alcázar.

Nueva ordenación de los jardines

Por su parte, en la zona norte de la ampliación del Jardín Alto del Alcázar situado delante de la fachada este de las Caballerizas Reales junto a su portillo de acceso, patio de armas o de Mujeres y en la antigua huerta se llevarán a cabo diversas actuaciones, entre ellas, estudios paramentales necesarios para convertir los muros existentes en elementos transparentes tipo reja similar a la que existe en el límite este del Jardín Alto junto a la Torre de la Inquisición.

Una de las actuaciones más destacadas es que se plantea una nueva ordenación del jardín del Alcázar de los Reyes Cristianos para permitir "la lectura de los distintos recintos históricos que lo han ido conformando a lo largo del tiempo, así como la puesta en valor de los diversos lienzos de muralla, eliminando todos los elementos que les afecten negativamente, dándole prioridad al elemento patrimonial". No obstante, el documento recoge que la futura nueva ordenación del Jardín Bajo del Alcázar "deberá contemplar la posibilidad de generar algunas áreas libres de vegetación y construcciones que permitan desarrollar actividades socioculturales".

Además, se contempla la protección de los estanques que forman parte de la memoria urbana ya consolidada y la instalación de construcciones ligeras de apoyo al uso de cada recinto a modo de quioscos de materiales acordes al entorno. En esta línea, el documento recoge que deberán eliminarse "las especies y ejemplares vegetales que afecten algún elemento patrimonial".

El monumento

El Alcázar Nuevo fue declarado Monumento por decreto de 3 de junio de 1931. Actualmente es Bien de Interés Cultural (BIC) y forma parte del conjunto histórico de Córdoba, protegido por Real Orden de 26 de julio de 1929 y por el Decreto 63/2003, de 11 de marzo. Además, está catalogado en el plan especial como monumento de la villa.

Este BIC del patrimonio andaluz constituye una pieza de un conjunto mucho más amplio que albergó el centro del poder político de Córdoba, integrando la residencia de los gobernadores romanos y visigodos, el Alcázar Omeya, la Alcazaba almohade y, tras la conquista cristiana de 1236, las llamadas Casas del Rey.

Como tal fortificación palaciega, el Alcázar cristiano adquiere las dimensiones con las que hoy lo conocemos tras el proyecto de Alfonso XI en 1328, que completa uno anterior de Alfonso X. A mediados del siglo XV, en el contexto de la adaptación del edificio a las nuevas técnicas militares derivadas de la incorporación de la artillería de pólvora, debió construirse la llamada torre de la Inquisición, levantada probablemente sobre los cimientos de una torre previa de diferente morfología.

En 1482, tras la cesión del Alcázar al Santo Oficio por los Reyes Católicos, quedó instalado el Tribunal de la Inquisición, produciéndose la adaptación del mismo para un uso residencial y de tribunal eclesiástico. Con este uso se mantuvo hasta 1810, momento en que fue adaptado como cuartel de las tropas napoleónicas asentadas en la ciudad, hasta que en 1821 pasó definitivamente a manos del Ayuntamiento y con ello se remodeló como cárcel pública, manteniéndose como tal hasta 1931, cuando fue declarado monumento histórico-artístico.

Los jardines altos y los albercones y parterres aterrazados que los conforman parecen haberse generado en el último tercio del siglo XIX, en tanto que los jardines bajos, a la espalda de las Caballerizas Reales -sobre la llamada huerta de las Caballerizas- fueron diseñados y construidos por el arquitecto Víctor Escribano en la década de 1950 del pasado siglo.

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