Supermercado Córdoba: historia viva del Campo de la Verdad desde la Guerra Civil

Comercios con historia

Los inicios de este establecimiento se remontan a 1936, cuando la abuela del actual propietario comenzó a vender los productos de su huerta

Churrería Santos Mártires: el verdadero jeringo de Córdoba

Supermercado Córdoba, un comercio con historia del Campo de la Verdad
Supermercado Córdoba, un comercio con historia del Campo de la Verdad / Rocío Aguilar

Córdoba/La historia de Supermercado Córdoba se remonta al año 1936, cuando la abuela del actual gerente, Rafaela Rodríguez, quedó viuda con dos niños muy pequeños. En plena Guerra Civil y sin nada con lo que seguir adelante pensó en sacarle provecho a las gallinas y algunas plantas que criaba en su casa, situada en las inmediaciones del puente de El Arenal. Decidió abrir dos habitaciones a la calle y dedicarse a vender los productos que en su patio cultivaba -patatas, pimientos, tomates...- y los huevos que ponían las gallinas. De esta forma, nació el germen de lo que hoy en día es el supermercado Córdoba.

Cuando tenía veinte años, uno de los dos hijos de la fundadora compró una vivienda en el barrio, justamente donde hoy en día se ubica el negocio. En esta casa, empezaron a vender patatas en una de las habitaciones que daba a la calle. Poco a poco se le unieron otros productos como las aceitunas o el pan. Él era Francisco Córdoba, de ahí el nombre de este establecimiento y, aunque la denominación se le puso oficialmente en la década de los 50, siempre se le conocía como "la casa la Dulce", nombre de la esposa de Paco. Pese a los años, este nombre sigue resonando entre los vecinos más mayores del Campo de la Verdad.

Rafael Córdoba en el supermercado
Rafael Córdoba en el supermercado

Hoy es Rafael Córdoba, de 64 años, el responsable del comercio, pero mira con orgullo todos los pasos que ha dado su familia. "Soy la tercera generación del negocio. Entré oficialmente cuando tenía 16 años, pero desde que tenía cuatro o cinco años me iba con mi padre a vender con un carromato. Lo he mamado desde chiquito y aquí sigo con mucho orgullo por este arraigo que tenemos en el barrio, aunque sea mucho sacrificio", indica.

"He nacido en el supermercado, cuando era solo una casita con dos habitaciones, el resto de la casa era nuestra vivienda", apunta. Incluso asegura que "el negocio le corresponde al barrio, porque ha nacido aquí y la gente de aquí parece mi familia". Para Rafael, el vínculo con el Campo de la Verdad no puede describirse con palabras, aunque también le llega clientela de otros barrios: "Yo tengo clientes de toda la vida y de toda Córdoba", señala.

Actualmente hay cuatro personas trabajando en el negocio, que aunque no son familia "van todos a una". Sin embargo, Rafael aún se levanta "a las 03:45 para ir por la fruta, comprar y me voy de aquí a las 21:30. Esto es mi vida. Siempre digo que los que tenemos un negocio desde siempre es para nosotros como la obra para el pintor: lo sufrimos y lo vivimos de otra manera".

El propietario del establecimiento destaca que en las últimas dos décadas la forma de consumo ha cambiado mucho con la expansión de las grandes superficies, las grandes cadenas de supermercados o la venta por internet. "La sociedad ha cambiado y la venta, también. Ahora mismo es casi impensable que una persona que viva en el Vial venga aquí a comprarme; antes la tarta era con dos o tres porciones y ahora son más. Nos hemos amoldado a esta forma de venta y seguimos funcionando".

En ese contexto, y a su pesar, Rafael no tiene claro que vaya a haber un relevo generacional cuando se jubile: "Mis hijas tienen sus trabajos y no van a estar aquí, además que es muy sacrificado". La unión que tiene Rafael con su negocio es muy fuerte, ya que además de su vida es una vía de escape: "se me hace más ameno el día", reconoce.

Rafael en el supermercado
Rafael en el supermercado

En lo que respecta a números, suelen pasar por estas puertas más de cien personas al día. Además, "aparte de la gente que viene a comprar tengo muchos repartos de bares y restaurantes y tenemos gente por toda Córdoba. La semana pasada estuve repartiendo por el Muriano. Del barrio solamente unas 80 o 100 personas". Otro de los cambios que se han palpado en el comercio local es la fidelidad. Sobre esto, el propietario de Supermercado Córdoba puntualiza que "en los negocios de barrio que llevan muchísimos años, la gente mayor sí es fiel", como ocurre en su caso.

Como veterano de esta zona, destaca el cambio social que se está produciendo en el barrio. "Aquí había gente bastante mayor, algunos se han ido, y han venido sus hijos o quizás han vendido sus casas. Está el lugar renaciendo. Yo siempre digo que la vida es cíclica, lo que hoy termina, mañana empieza".

En ese sentido, recuerda que el Campo de la Verdad se "estancó" hace una década, pero ahora "se ha revalorizado, se le está dando vida paulatinamente". En su opinión, "logísticamente, esta zona es casi la mejor de la ciudad". En su caso, "las tardes el 80% de las ventas son a turistas, han abierto muchos pisos turísticos" por el barrio, describe.

Por último, para concienciar sobre la situación de los comercios locales, reclama que los ciudadanos "sigan confiando en los pequeños comercios, en el comercio de cercanía, porque ese es el que le da vida a la ciudad, al barrio y a los que viven allí".

Solo en estos pequeños establecimientos "se preocuparán por cómo estás, si estás resfriado, por tus hijos... Cosas que parecen insignificantes, pero que hacen que un lugar se sienta vivo. Que llegues a un sitio de estos, se preocupen por ti, que sepan lo que te gusta... Si desaparece el comercio cercano, el barrio se muere, así que por favor animo a que piensen en eso", reflexiona.

stats