Comienza la tala de los grandes árboles de la carretera de Trassierra de Córdoba, viejos testigos de la historia del barrio

La tala de los grandes y viejos árboles del tramo de la carretera de Trassierra que el Ayuntamiento de Córdoba va a reformar para ampliarla a cuatro carriles ha comenzado este miércoles. Con ellos se va una parte de la historia de este barrio obrero, que ahora se queda huérfano de sombras.

En plena emergencia climática y con olas de calor continuas en verano, estos ejemplares eran los únicos de toda la avenida que daban cobijo del sol a los viandantes ya que los que se plantaron en la zona ya reformada no dan sombra suficiente y además esta recae solo sobre el carril bici.

"Cuando pasan las olas de calor y llega el mes de octubre se nos olvida que hemos estado este año más de 30 días por encima de los 40 grados y que la ciudad es inhóspita fundamentalmente para aquellos que la tienen que transitar obligatoriamente en esos meses", señala Juan Escribano, de Ecologistas en Acción.

"Aquí también hay una situación de desequilibrio e injusticia social porque aquellos que tienen que ir andando por las calles en las horas de más calor son los que sufren la inexistencia casi sistemática de zonas sombreadas", asevera. Los árboles son "la manera más natural, ecológica y eficaz de sombrear la ciudad y vemos que sistemáticamente se hace lo contrario", añade Escribano.

El coordinador de Ecologistas en Acción indica que cuando se reforma una zona urbana "lo primero que se hace es talar todos los árboles que hay; el arquitecto tira una línea desde su despacho y todo lo que sobre se lo lleva para delante", apunta.

Por otro lado, Escribano resalta que "en ese barrio el volumen de vegetación es escasísimo, apenas si tienen espacios abiertos y las infraestucturas son pésimas; y lo mismo ocurre con el arbolado, hay muy pocos árboles y los pocos que hay los quitan". Además, eran ejemplares "que daban mucha sombra, ahora cualquiera transita por ahí andando en los meses de verano".

El portavoz de Ecologistas explica que en las partes de la avenida que ya están ampliadas "vemos que la superficie sombreda con respecto a la que están eliminando no tiene nada que ver; la única parte sombreada es la que ahora quitan".

"La ciudad se diseña para el coche", sentencia Escribano, que agrega que "la única lógica que tiene hacer cuatro carriles más uno de servicio es, de nuevo, poner el coche en el centro de todas las políticas mientras los seres humanos estamos por detrás".

Córdoba es "una ciudad en la que no se ha pensado en la situación de cambio climático que se nos viene encima, se está construyendo en la zona del Hipercor casi una ciudad nueva y, de alguna manera, esa población que está lejos tiene la necesidad de acudir al centro urbano. ¿Cómo se hace? A través de grandísimas vías de incorporación y una de ellas es la carretera de Trassierra". Se trata de un modelo de "ciudad dispersa, totalmente insostenible y diseñada para el coche en un contexto de crisis energética y cambio climático".

En la presentación del proyecto de la ampliación de la carretera de Trassierra desde la Gerencia de Urbanismo señalaron que se plantarían árboles de rápido crecimiento. Al respecto, Escribano señala que puede tratarse de almeces -los mismos que se plantaron en la avenida de América- ya que "efectivamente son de crecimiento rápido, pero también tienen una vida más corta".

"Si vamos a otras ciudades donde han tenido más respeto por el arbolado urbano, vemos que en Roma hay piños piñoneros como uno de los árboles más habituales o Siena, donde los ejemplares más comunes son las encinas, que no son de rápido crecimiento, pero son más longevos", concluye.