Testigos de Jehová, VIH o ser madre en proceso de cambio de sexo: casos que 'resuelve' el Comité de Ética del Hospital Reina Sofía

Sanidad

A este órgano llegan entre siete y diez consultas al año, sobre todo relacionadas con situaciones en el principio y el final de la vida

La intención es que los profesionales se sientan acompañados en la toma de decisiones cuando estas "no son agradables de tomar, aunque sean las correctas"

El Hospital Reina Sofía crea una consultoría de ética para los conflictos más comunes

Eduardo Morán, en el vestíbulo del Hospital General del Reina Sofía. / Miguel Ángel Salas

Córdoba/Hace más de 15 años que el Hospital Reina Sofía cuenta con un Comité de Ética Asistencial para dar respuesta a la demanda de profesionales que se enfrentan a situaciones en las que les surgen conflictos éticos. Se trata de circunstancias en las que los médicos, principalmente, tienen un problema para tomar una decisión porque consideran que "hay diferentes valores que tienen que defender, pero que entran en conflicto unos con los otros". Por ejemplo, la defensa de la vida del paciente frente la defensa de la calidad de vida del paciente, según explica el presidente del comité, el intensivista Eduardo Morán. El doctor aclara que no tiene que ver con creencias, "no es una cuestión puramente espiritual", sino más bien "un problema de escala de valores a la hora de tomar decisiones".

Los primeros comités de ética surgieron en los años 60 del pasado siglo en Estados Unidos a raíz de una cuestión relacionada con la gestión de recursos: cuando empiezó a haber los primeros dializadores para los pacientes con diálisis había muchos más enfermos que aparatos, por lo que había que hacer una selección. Hoy en día existe una normativa que regula a estos órganos, su composición y su forma de proceder.

En el Reina Sofía, los casos que llegan al comité están en su mayoría relacionados con el inicio o el final de la vida, con enfermedades infecciosas y de transmisión sexual, uso compasivo de fármacos y diferencia de criterios sobre el consentimiento informado (consentimiento por representación). Es decir, hay muchos problemas que llegan desde Pediatría, algunos desde Ginecología y, en el otro extremo, desde Cuidados Intensivos, Oncología, Medicina Interna o Reumatología, aunque también los solicitan desde Atención Primaria.

Morán, que lleva ocho años en el comité, señala que el mayor número de situaciones están relacionadas "con el final de la vida, adecuación de terapias de soporte vital y rechazo de tratamiento". Respecto a la eutanasia, aclara que el comité ha sido un órgano consultor, pero estos casos tienen su propia comisión de valoración.

Situaciones que han llegado al comité

El Comité de Ética Asistencial se ha enfrentado a casos realmente complicados, como consultas por personas que son testigos de Jehová y que, por lo tanto, rechazan la transfusión de hemoderivados (la sangre y sus componentes), pero tienen que entrar en el programa de trasplantes. Otro de los casos más complejos fue el de una persona que era conocedora de que tenía VIH, pero no quería que los médicos informaran a su pareja.

Los casos sobre el consentimiento informado también son recurrentes. Por ejemplo, Morán recuerda el de un paciente que no quería que informasen "de su proceso a su familia, pero había que recabar una serie de consentimientos para hacer unos procedimientos un poco más agresivos que su situación patológica requería". Y también ha habido varios de solicitud de uso compasivo de fármacos.

Respecto a Ginecología, tuvieron un caso de una persona que estaba en un proceso de cambio de sexo o reasignación de género y que solicitaba entrar dentro del programa de inseminación artificial para tener un bebé con su pareja. Y de Pediatría fundamentalmente les llegan consultas relacionadas con niños que nacen con algún tipo de enfermedad que condiciona muy gravemente su desarrollo "y hay que tomar la decisión de establecer algún tipo de adecuación de terapias de soporte vital". "Hay que consensuarlo entre el equipo y hacérselo entender y ver a la familia, aunque hay veces que es la propia familia la que lo solicita", explica el presidente del Comité de Ética Asistencial.

En muchas ocasiones, son situaciones en las que el paciente rechaza el tratamiento que los profesionales le ofertan. "El equipo asistencial busca un poco el apoyo, pero no en lo clínico, para eso están sus profesionales responsables, pero sí en la toma de decisión ética", insiste Morán.

El proceso deliberativo

"Cuando hay un conflicto ético significa que hay un conflicto de valor y los valores que el profesional o la profesional tiene en conflicto siempre son valores que se dicen positivos", recalca. Para explicarlo, expone el ejemplo más paragdigmático: "¿Tenemos que conseguir que un paciente viva a toda costa aún a un riesgo de estar condicionando una calidad de vida ínfima? Ahí es donde surge el conflicto".

Cuando les llega un caso, dentro del seno del comité se establece un proceso deliberativo en el que sus miembros ven todos los valores que están en conflicto e intentan establecer una vía de acción en la que "lesionemos con nuestras decisiones el menor número de valores". Siempre se intenta llegar a lo que ellos llaman "una decisión óptima, el curso óptimo de acción". Después, lo argumentan todo, lo ponen en un informe -que no es vinculante- y se lo trasladan al profesional para que pueda tomar las decisiones, que muchas veces pasan por establecer "una mejor comunicación con las familias, establecer procesos formativos dentro del servicio donde se están produciendo estos casos de forma recurrente, establecer un pacto en el tiempo a la hora de tomar decisiones conjuntamente con la familia o con el resto de profesionales, hablar con los servicios sociales..." La intención es que con este informe el profesional "se sienta acompañado en la toma de decisiones" cuando estas "no son agradables de tomar, aunque sean las correctas". 

Las consultas han bajado después del covid

Al Comité de Ética Asistencial llegan entre siete y diez casos al año, un número muy inferior a los años anteriores a la pandemia del covid-19. Algunos, los más complicados, llegan al seno del comité, mientras que otros se solucinan en la consultoría ética que se ha puesto en marcha en el hospital hace unos meses y que funciona por vía telefónica. "Poco a poco se está volviendo a la normalidad que había previa al covid", destaca Morán. Para ello, están haciendo, junto a la Dirección Gerencia, la Unidad de Comunicación y la Unidad de Formación una campaña de sensibilización para que los profesionales sepan que "estamos para ayudarles, para asesorarles cuando tengan este tipo de dudas". Al respecto, también indica que a veces los casos se resuelven dentro de los propios servicios, que "sería lo ideal".

Los profesionales, y también los ciudadanos, pueden hacer sus consultas al Comité de Ética a través de la página web del hospital, en el apartado de profesionales, donde hay una vía de acceso a unos anexos que son autorrellenables y que deben enviar a la dirección de correo que aparece en la misma web.

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