El testimonio de Anastasiia, ucraniana en Córdoba: "Mi familia podía escuchar las explosiones"
Guerra en Ucrania
La joven, de apenas 20 años, se despertó con una llamada de su familia desde un pueblo cerca de Kiev para avisar de que la guerra había empezado
"Mi familia podía escuchar las explosiones". Es el duro testimonio de Anastasiia, una joven ucraniana de tan solo 20 años que se encuentra en Córdoba de Erasmus mientras toda su familia se resguarda de los bombardeos y ataques de Rusia en una ciudad que, aunque no ha sido atacada, se encuentra a tan solo 80 kilómetros de la capital, Kiev, tomada la mañana de este viernes por los rusos.
Su pueblo natal se encuentra a tan solo una hora de distancia de la capital, donde ella vivió los últimos tres años antes de viajar a Córdoba. Su familia, no obstante, se resguarda en otra zona que por razones de seguridad prefiere no mencionar. El conflicto Rusia - Ucrania ha escalado a un nivel bélico y, aunque no es nuevo, Anastasiia nunca pensó lo que podría ocurrir.
"Nunca imaginé que una mañana me despertaría con una llamada de que Rusia atacó a Ucrania y mi familia podía escuchar las explosiones", relata sin llegar a comprender cómo fue ese momento para ellos, que están viviendo el horror en carne propia.
A pesar del aluvión de noticias que llegan minuto a minuto desde su país, la joven mantiene la calma y tiene la esperanza puesta en la defensa de Ucrania. "Ahora mismo estoy bien, mantenemos la calma y creemos en nuestro ejército". Eso sí, aboga a la "ayuda del mundo" para que el ejército en su país haga "lo mejor que pueda".
Para los ucranianos en Córdoba la guerra se ve con igual de intensidad a pesar de los kilómetros de distancia. "Veo lo mismo que los ucranianos. Estamos luchando por la libertad y por nuestra independencia. No hay lugar para tal agresión en el siglo XXI", expresa.
Anastasiia estudia el grado en Administración y Dirección de Empresas, más conocido como grado en ADE, y está en la Universidad de Córdoba de Erasmus. Su plan, antes de que la guerra estallase, era volver a su país a finales de junio, cuando acaba su programa de formación. Y aun ahora, pese a los acontendimientos, mantiene los planes: "Eso es lo que haré".
Se calcula que más de 112.000 ucranianos viven en España y un grupo de ellos se concentró ayer en el pabellón de Vista Alegre, en Córdoba, antes del emotivo encuentro entre la selección española de baloncesto y Ucrania en la clasificación para el Mundial de 2023.
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