Camisetas recicladas para el toldo de trapillo del instituto Guadalquivir de Córdoba
Educación
La comunidad educativa del centro diseña un particular toldo para sus instalaciones
El espacio cuenta ya dos aulas verdes, la última hecha con fondos propios
El 62% de los centros de Educación Infantil de tres años de Córdoba tienen plazas libres para el curso que viene
Reutilizar, reparar, renovar y reciclar los materiales son algunos de los ejes sobre los que se basa la economía circular, una tendencia y una práctica que cada vez sigue un mayor número de personas concienciadas con el cuidado del medio ambiente, pero también de sus propios ingresos y gastos. El reciclaje ralentiza el uso de más recursos y, además, sirve para abrir nuevas vías y desarrollar nuevos proyectos muy útiles,
Un buen ejemplo de ello es el toldo de trapillo realizado con camisetas recicladas que ha diseñado y ya estrenado la comunidad educativa del instituto Guadalquivir. Se trata de una iniciativa, según la información facilitada a El Día, en la que han participado el alumnado, el profesorado, las familias y el personal del centro. Además, han contado con la colaboración "especial" del centro de mayores Vitalia Guadalquivir.
Pero, ¿cómo ha sido este proceso de fabricación? Pues, según los mismos datos, el instituto Guadalquivir ha llevado a cabo una campaña de entrega de camisetas viejas. No en vano, el centro oferta un ciclo de grado medio de Confección y Moda. Una vez recibidas y, con la colaboración de la comunidad educativa, las camisetas se cortaron "de manera adecuada en forma de ovillos de trapillo". Un proceso en el que han tardado casi todo el curso, aunque han reconocido que "pensaban que iba a ser más rápido".
Para el diseño y la elaboración de este singular y colorido toldo, han utilizado huecos entre los horarios lectivos, en el caso del profesorado. Un trabajo en el que toda la comunidad educativa del Guadalquivir se ha implicado al cien por cien. Desde la dirección de este centro educativo de la calle Motril han explicado a El Día que este proyecto es, además, "una manera de mentalizar al alumnado sobre el reciclaje y también una idea colaborativa de hacer algo con la comunidad".
Una vez confeccionadas las tramas para el toldo, llegó el momento de ubicarlas. Para ello, según la misma información, "se compró una malla de alambre cuadrada que se cortó en piezas más pequeñas que se repartieron entre la comunidad educativa y el centro de mayores Vitalia Guadalquivir, para una vez estas piezas estar tejidas, unirlas formando un gran techo de trapillo con la peculiaridad que se ha realizado con la aportación de muchas personas desarrollando cada una su propia creatividad". A los usuarios de este centro de mayores, han anotado, "les ha encantado el proyecto y se han divertido muchísimo y nos han ayudado a dar el empujón final".
Y dicho y hecho. Desde esta misma semana el instituto Guadalquivir cuenta con este nuevo espacio de sombra de la que se bien se van a servir los estudiantes del aula que se encuentra más pegada al patio. Se trata, además de una actuación dentro del proyecto de Aulas Verdes Abiertas. Este centro educativo cuenta ya con dos de ellas, además de con un huerto escolar en el que se dan clases.
Aulas verdes
Cada una de estas aulas verdes se configura como un espacio educativo versátil e inclusivo que estimule la curiosidad y promueva el pensamiento creativo en la búsqueda de soluciones a los grandes retos medioambientales. Se trata de entornos para la innovación colectiva, que fomenten una cultura organizativa de liderazgo y cooperación basada en la redarquía, y en los que se generen estructuras de participación flexibles y resilientes que promuevan y favorezcan situaciones de aprendizaje al aire libre para la observación, la exploración, la investigación, la experimentación, la reflexión y la re-conexión del alumnado con la naturaleza, con los demás y consigo mismo.
Según la información facilitada por la Junta, se trata también de espacios generadores de salud y bienestar con beneficios importantes en los procesos atencionales, la concentración, la motivación, la memoria y la convivencia, además de un elemento para la mitigación del cambio climático, la sostenibilidad medioambiental y la educación ecosocial.
En la provincia, hay una docena de centros educativos -entre institutos y colegios de Educación Infantil Primaria- que cuentan con este tipo de aulas y que han recibido una financiación de entre 10.000 y 15.000 euros para su desarrollo.
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