La tonadillera que fue la musa de Romero de Torres

Conocida como 'Dora la cordobesita' triunfó con sus coplas por muchos teatros de España y se casó con el torero Manuel Jiménez Moreno 'Chicuelo'

La tonadillera que fue la musa de Romero de Torres
La tonadillera que fue la musa de Romero de Torres
Pilar Bartolomé

13 de noviembre 2016 - 02:32

Dolores Castro Ruiz -conocida como Dora la cordobesita, La niña- nació en Córdoba el 22 de mayo de 1902 en el barrio de San Lorenzo y fue bautizada en la iglesia de Santiago. El empresario cordobés Antonio Cabrera Díaz , propietario del teatro Duque de Rivas, conocedor de su pasión por el cuplé andaluz y bajo su protección, le hizo debutar a los diez años como bailarina en el Salón Ramírez, teatro y sala de cine que estaba situado en la Avenida del Gran Capitán, donde fue presentada por la artista sevillana Amalia Molina. Subiéndose definitivamente al escenario en el año 1914, en sus primeras temporadas actuó en Andalucía con repertorio de otras estrellas. Antonia Mercé la Argentina la inició en el arte de las castañuelas y muy pronto se convirtió en una artista que combinaba canto y baile, hacía imitaciones de otras artistas y se presentaba en escena con suntuosos ademanes, lujosos mantones y sin faltarle la gracia popular de su tierra.

En 1918, con música del sevillano Font de Anta, autor musical de la mayoría de sus creaciones, y letra de Salvador Valverde estrenó su gran éxito ¡Vaya usté con Dios! Su presentación definitiva fue en Madrid en 1919 en el famoso Teatro Romea, en la calle Carretas, donde se pagaba a las cupletistas uno de los mayores caché de su tiempo, 500 pesetas por noche.

Las actuaciones las realizaba como tonadillera en el conocido espectáculo Lo mejor de Córdoba, entre otros montajes. "Bordando con sus pies de prodigio el encaje maravilloso del fandanguillo de Almería", según recoge Crónica Meridional el 2 de mayo de 1025). Antonio Cabrera la llevó al estudio del pintor Romero de Torres, en la calle Pelayo de Madrid. Quedó prendado de su belleza y le propuso ser su modelo para realizar diferentes cuadros, A la espalda de una Guitarra y el famoso Anís La Cordobesa, pintura para publicidad. La obra fue vendida en 1922 al coleccionista Salvador Oria, de Buenos aires.

Sus grandes ojos y el expresivo rostro fueron también los protagonistas del cartel para la gran corrida patriótica, celebrada en Madrid en 1921, en homenaje a la Cruz Roja. Posteriormente, en el año 1923, actuó en el nuevo Teatro Duque de Rivas de Córdoba, antes denominado Teatro Circo y también Parque Recreativo. Hizo populares numerosas canciones, como La rosa de los calés, Cruz de Mayo cordobesa, Yunque y martillo o Nativa de Faraón.

Julio Romero haría su último retrato unos meses antes de su boda con el torero Manuel Jiménez Moreno Chicuelo, compromiso formalizado en la Feria del Corpus de Granada del año 1924. Fue el proyecto para el cartel de la corrida de beneficencia de Alcalá de Henares y Dora aparece vestida con una túnica ceñida al cuerpo de color amarillo, que contrasta con el negro sombrero cordobés y presenta la guitarra de espaldas. Allí compró la túnica el torero Fernando Claridades Gillis, quien la vendió a la Galería José R. Ortega de Madrid. En 1995 ésta hizo lo propio con el actual propietario.

Fue modelo del gran artista pictórico hasta 1925. Practicaba el toreo de salón en los escenarios e interpretaba cuplés dedicados a la torería y a sus protagonistas, no sabía entonces que el destino le deparaba un feliz encuentro con un torero.

El 10 de noviembre de 1927, con 26 años, contrajo matrimonio con Chicuelo, de 25, en la Iglesia Hospital de San Jacinto llamada de Los Dolores, en la plaza del Cristo de los Faroles. La madre de torero y el empresario Antonio Cabrera los apadrinaron y los casó el párroco de San Nicolás de la Villa, Paulino Seco de Herrera. Se retiró de los escenarios y tuvo seis hijos, dos de ellos también matadores de toros: Rafael y Manuel, con el nombre de Chicuelos.

En la guerra pudo escapar de Madrid con sus joyas y marchar a Sevilla, donde estaba su marido. Habitaron en una hermosa casa en la Alameda de Hércules, que había sido del también torero el Gallo. Tras ser una de las principales tonadilleras de los años 20, su existencia discurrió en Sevilla como mujer y madre de toreros hasta su fallecimiento , a consecuencia de una trombosis cerebral, el 25 de abril de 1965, estando enterrada en el panteón familiar de los Chicuelos en el cementerio sevillano de San Fernando.

Emblema de la belleza de la mujer cordobesa, fue durante muchos años una especie de símbolo de la tierra andaluza. No siempre los amores entre toreros y tonadilleras tienen finales tormentosos.

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