Un total de 180 mujeres al año son diagnosticadas con endometriosis en Córdoba

Sanidad

La enfermedad, evolutiva y crónica, genera insoportables dolores pélvicos y puede llevar a la infertilidad

La mitad de los pacientes de Endocrinología en Córdoba sufren de ovarios poliquísticos

La jefa de la Unidad de Ginecología del Hospital Reina Sofía, Ana Ortiz.
La jefa de la Unidad de Ginecología del Hospital Reina Sofía, Ana Ortiz. / Juan Ayala

Al menos 180 mujeres al año acuden por primera vez al Hospital Reina Sofía de Córdoba con endometriosis, una afección crónica que se genera cuando el tejido que normalmente recubre el interior del útero (el endometrio) crece fuera de él y causa, en los casos más severos, la destrucción de los ovarios y la disminución de los folículos, lo que trae como consecuencia la infertilidad.

Son los datos que ofrece a El Día la jefa de la Unidad de Ginecología del Hospital Reina Sofía, Ana Ortiz, que ahonda en las causas y consecuencias que tiene la enfermedad para las mujeres, desde los insoportables dolores pélvicos o el tiempo que se lleva alcanzar un diagnóstico, hasta la más que posible infertilidad.

En la endometriosis, explica la ginecóloga, parte de que el tejido del endometrio, que normalmente se descama con la menstruación, está fuera del útero, puede situarse incluso en un pulmón, por ejemplo. Ese tejido, como no se puede expulsar, forma quistes de sangre, llamados endometriomas, cuya localización más frecuentes es en el ovario. Van destruyéndolo y disminuye los folículos con el tiempo. Produce que las trompas de falopio se cierren, y eso trae como consecuencia la esterilidad, afirma Ortiz, lo que lleva a la mujer que quiere salir embarazada a tener que someterse a tratamientos complejos para lograr ese sueño.

La enfermedad es evolutiva, crónica y empeora con el tiempo. Además es silente, tarda mucho tiempo en diagnosticarse, hasta siete o 10 años, porque suele ser habitual que no se vea en las primeras ecografías, ni en imágenes más avanzadas como una resonancia magnética, sino que un experto en el área suele ser quien da con el problema, según detalla la ginecóloga.

Provoca, además del intenso dolor en el vientre, dispareunia, el dolor genital que ocurre justo antes, durante o después de tener relaciones sexuales, sobre todo cuando hay penetración profunda, puede generar lo que se denomina como menstruación retrógrada, lo que hace que la sangre fluya hacia atrás a través de las trompas de falopio y se distribuya en la cavidad peritonal.

Existen, en el Reina Sofía, dos tipos de pacientes, las que quieren salir embarazadas y las que ya lo hicieron o no quieren, detalla la jefa de Ginecología del Reina Sofía. Las primeras son derivadas a la Unidad de Reproducción para evaluar cada caso y, de acuerdo al estadio de la enfermedad, tomar decisiones. Si es avanzado, siempre que haya reserva ovárica y la enfermedad no lo haya destruido por completo, la fecundación in vitro suele ser la mejor opción. Las segundas cuentan con una consulta específica que trata la endometriosis, una unidad que “recibe un volumen importante de pacientes nuevas cada año”, unas 180 en Córdoba, cinco pacientes a la semana, con una disminución en la atención durante la época estival.

Aunque no se ha llegado a confirmar, en la endometriosis, así como en otras afecciones ginecológicas, puede haber un factor genético, pero, además, el retrasar la maternidad hasta el límite puede también generar problemas a las mujeres pues se genera con ello otras patologías. Se trata de una enfermedad “muy invalidante” que en ocasiones requiere atención psicológica o derivar a las pacientes a la unidad del Dolor porque “no hay nada más invalidante que el dolor” y la endometriosis avanzada lo produce.

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