Trabajos a pie de calle durante la ola de calor en Córdoba: "Esto es insoportable"

Altas Temperaturas

Beber mucha agua y protegerse la piel aparecen entre las medidas principales que toman los profesionales para combatir las altas temperaturas de estos días

Un obrero bebiendo agua durante su jornada laboral.
Un obrero bebiendo agua durante su jornada laboral. / Miguel Ángel Salas

"De fuente en fuente", como si fuera el juego de La Oca, Paco sobrevive a temperaturas máximas superiores a los 40 grados, mientras reparte y recoge, a diestro y siniestro, bombonas de butano por el centro de Córdoba. "Beber agua y mojarse la cabeza" son sus dos mejores argumentos para armarse frente al calor, ya que no puede enmendar otras limitaciones que tiene su trabajo como el uniforme obligatorio (por seguridad) o el horario de mañana. En su caso, además, el esfuerzo físico y la edad ya avanzada son dos factores de riesgo. Como él, un ejército de peones hace que siga funcionando a diario una ciudad que se vacía en busca de unas vacaciones lejos del asfixiante verano cordobés.

Repartidores, albañiles, operarios de mantenimiento, comerciales, fotógrafos, camareros o guías turísticos son algunos de los profesionales que batallan estos días, a pie de calle y sin refugio del aire acondicionado, contra la segunda ola de calor que ha aterrizado en Córdoba en el último mes, declarada en el nivel de alerta naranja (riesgo importante).

Repartidor de bombonas de gas butano en plena ola de calor.
Repartidor de bombonas de gas butano en plena ola de calor. / H.G.

De hecho, el portavoz de la Aemet (Agencia Estatal de Metereología Española), Cayetano Torres, advirtió este martes en declaraciones a Europa Press que "podría ser la ola de calor más potente para España en un mes de julio por su intensidad y duración", con riesgo de superar la máxima histórica alcanzada en el país, de 47,6 grados en La Rambla, el 14 de agosto de 2021, y avisó de los "peligros para la salud" que genera estar varios días con temperaturas que rozan los 44 grados.

Por eso, además de estar hidratado constantemente, también hay quienes se escudan con medidas de protección solar para la piel o gorras en la cabeza para soportar tantas horas de exposición al sol, explica Eduardo, un cartero de Correos que faena por los aledaños de Las Tendillas. "En esta zona hay más espacios de sombra entre las calles gracias a los toldos que se instalan", agradece, sabiendo que hay otros circuitos de reparto más ingratos, por ejemplo en las avenidas amplias, donde la exposición es mayor.

El desánimo por las altas temperaturas prolongadas influye durante el resto del día porque "se junta con que llevas todo el año trabajando y hay ganas de que lleguen las vacaciones", aunque en su caso personal, Eduardo reconoce que lleva "bastante bien el calor, dentro de lo que cabe", mientras señala los días de lluvia como los peores para el servicio "porque se mojan las cartas y los paquetes".

A partir de las 11:00 empieza a apretar el calor en estos meses de julio y agosto, coinciden la mayoría de los profesionales a pie de calle, aunque cada sector maneja sus horarios. Por ejemplo, en la construcción, la jornada continua reducida de siete horas (en vigor desde el 20 de junio hasta el 2 de septiembre), no puede concluir más allá de las 15:00.

"Estos días es insoportable. Intentamos hacer los trabajos de más esfuerzo al principio y dejamos otras tareas para las horas de más calor", afirma un obrero en el barrio de Nuevo Poniente; por su parte, tanto el sector de la hostelería como los repartidores de comida a domicilio se preparan para "cazar" el mayor volumen de clientes y de pedidos justo a las horas de más calor, "desde las 13:00 hasta las 17:00", señala uno de los cinco o seis distribuidores de Glovo que descansan en grupo a la sombra de Las Tendillas.

Repartidores de comida a domicilio en Córdoba descansan a la sombra.
Repartidores de comida a domicilio en Córdoba descansan a la sombra. / Hugo Gallardo

La mayoría son de países sudamericanos (Colombia, Venezuela, Ecuador...) o de Centroamérica (Nicaragua) y para combatir el calor "insoportable" de Córdoba, lejos de su clima tropical -más húmedo-, recurren a las fuentes "accesibles y de calidad" que dispone la ciudad en "puntos estratégicos". Se mueven en bici o en patinete eléctrico por avenidas y carreteras, con el asfalto derritiendo. Ropa ligera de uniforme, aunque uno de ellos apunta que se ha comprado una camiseta de manga larga con protección UPF (siglas en inglés de Ultraviolet Protection Factor), que bloquea parte de la radiación solar.

Al contrario que Eduardo, el repartidor de Correos, ellos prefieren repartir en los meses de frío y lluvia porque hay "más pedidos y bonificaciones". Al fin y al cabo, "lo que más refresca es el dinero", sentencian.

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