El triunfo de la unión
La 'gesta' de Rafael Castilla provoca que la Plataforma Salvemos el Parque se sienta con fuerzas para seguir luchando contra la reforma prevista por el Ayuntamiento
Algunos no confiaban en el potencial y en la resistencia de Rafael Castilla, el atleta de ultrafondo que desafió durante parte de la jornada del sábado y de la mañana de ayer las elevadas temperaturas que estos días caldean la ciudad. A pesar de las dudas de los incrédulos, a eso de las 10:00 de ayer, una nube de aplausos reconocía la gesta de Rafael. Lo había logrado. El atleta, acompañado por una masa amarilla de corredores, ponía el broche a la carrera non stop de 24 horas, que tenía como objetivo reivindicar lo que el protagonista considera una causa noble: "Evitar la pavimentación del bulevar que atraviesa el Parque Cruz Conde, así como la tala indiscriminada de parte de su arboleda", de acuerdo con las obras de remodelación previstas en este espacio verde y según argumenta la Plataforma Salvemos el Parque.
Tras la ovación, llegan los abrazos. Decenas de vecinos y corredores habituales del circuito, congregados en el bulevar de la discordia, rodearon a un atleta que, por momentos, parecía capaz de continuar la marcha por el circuito del ColaCao. Aunque en otros, todo lo contrario. Desorientado, como sin ser consciente de haber cumplido el propósito que se había autoimpuesto, y con dificultades para mediar palabra, consiguió explicar cómo se siente: "Solo puedo decir que estoy muy agradecido por el compañerismo que me han ofrecido todas las personas que han decidido estar conmigo durante estas 24 horas de carrera continua". Éstas eran las palabras honestas y llanas de un hombre que, momentos antes, había realizado el enorme sacrificio de marchar durante 24 horas por un parque al que considera el pulmón verde de la ciudad. Los peores momentos de la carrera llegaron durante la madrugada. El ritmo que pusieron algunos corredores que se incorporaron al caer la noche colapsaron la máquina de Rafael, que sintió ciertas dificultades para continuar con un reto que acabó cumpliendo al fin con solvencia. Así lo constataba su madre, Carmen, que se sentía "orgullosa" por cómo se había desarrollado todo el evento. "Llevar el mandil durante 24 horas ha valido la pena porque hemos demostrado que muchos cordobeses rechazan las obras de remodelación del parque", explicaba.
Pero el mérito aquí no se lo lleva uno, mantenían los presentes, sino todos los que han hecho posible que la ciudadanía conozca el malestar de un colectivo que dice sentirse "menospreciado" por el Ayuntamiento. El compañerismo y la unión de vecinos y usuarios del circuito del ColaCao se palpaba en el ambiente del parque durante la mañana de ayer. Dicen que la unión hace la fuerza y así lo constata la alegría de un colectivo que celebró ayer el triunfo de una original protesta.
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