Los triunfos de San Rafael, una iconografía distinta al resto de las imágenes del arcángel

Córdoba/La relación de San Rafael con Córdoba es diferente al del resto de lugares del mundo, tanto porque la celebración del custodio se celebra en la capital un día diferente al que marca el santoral, como porque los triunfos que se encuentran por toda la ciudad tienen una iconografía diferente al resto de imágenes del arcángel.

San Rafael se representa tradicionalmente relacionado con el relato bíblico de Tobías, mientras que en Córdoba el modelo es el del padre Roelas, según ha explicado Juan José Roig, autor del libro Los triunfos de San Rafael, editado por Almuzara.

El Arcángel San Rafael se le apareció al padre Roelas en cuatro ocasiones cuando rogaba por su salud y fue, en la madrugada del 7 de mayo de 1578, cuando se produjo la quinta y última aparición en la que San Rafael le dijo al sacerdote: "Yo te juro, por Jesucristo crucificado, que soy Rafael, ángel a quien Dios tiene puesto por guarda de esta ciudad".

Aunque esa es la iconografía que se utiliza en los triunfos que rinden tributo al arcángel, la devoción por el custodio, que no patrón de la ciudad, comenzó tres siglos antes cuando San Rafael libró a la capital cordobesa de una epidemia de peste.

Tras padecer esta devastadora epidemia, la ciudad de Córdoba encontró apoyo en la Iglesia, la nobleza y el Cabildo municipal, que se unieron, en agradecimiento, para erigir numerosos triunfos a San Rafael, de los que Roig va dando cuenta en este libro contando los pormenores y singularidades de cada de uno de estos custodios. Este viaje, tal y como se recoge en este libro, se inició en 1651, con la construcción del primer triunfo, y culminó en 2014, con la finalización del último.

Un triunfo menos por culpa de una borrasca

Una historia de 372 años de una iconografía propia de Córdoba que coloca en lo alto de un pedestal a San Rafael con su característico nimbo, vestido con túnica, portando el bordón de peregrino, una capa o manto y calzas hasta media pierna. En una mano sostiene un pez y en la otra, la cartela con el juramento que lo declara el custodio de la ciudad.

En Córdoba hay once triunfos de San Rafael, uno menos desde que el pasado año, como consecuencia de la borrasca Bernard, un árbol cayera y destrozara el que se encontraba en la Plaza del Cristo de Gracia y que aún no ha sido restaurado.

De todos ellos, "el triunfo por excelencia para los cordobeses", según Roig, es el que se encuentra en el Puente Romano de Córdoba, que fue el primero que se colocó y no respeta la iconografía clásica al no tener pedestal, y tras él fue el ubicado en la Plaza de la Compañía.

Existes numerosas anécdotas respecto a estas esculturas repartidas por toda la ciudad como, por ejemplo, que la que se encuentra en Puerta Nueva, que en principio iba a ser una fuente y no un triunfo, y que aún conserva tres balas de cuando el general Dupont entró en Córdoba en 1808.

La compilación de la historia de los triunfos de San Rafael le surge al autor cuando, tras su jubilación como médico de urgencias, se ha dedicado a explorar Córdoba y en uno de sus paseos comenzó a fijarse en los distintos triunfos que pueden encontrarse en las calles de la capital cordobesa.

La singularidad de las caras

Su primera idea, según ha confesado, fue hacer un vídeo sobre estas esculturas pero descubrió "que ya había uno hecho por la hermandad de San Rafael, por lo que ya no tenía sentido", así que se fijó en las caras de las estatuas y decidió centrarse en ellas.

La explicación de que ninguno de los triunfos tenga la misma expresión en el rostro es otra de las características únicas que tienen estas imágenes: "Y no es que no tengan la misma cara, es que a algunos de ellos a lo largo del tiempo le han ido cambiando la cabeza", en algunas ocasiones hasta tres veces.

Roig ha hecho hincapié en la singularidad de los triunfos en la capital cordobesa, ya que, "existen muchos en Europa pero en España no son tan frecuentes, solo en Córdoba y en pocos sitios más".

Los triunfos de San Rafael está prologado por el obispo de Bangassou, Juan José Aguirre, quien asegura que este libro es "una guía. Primero se lee y, luego, se puede ir en pareja o en familia, y se va descubriendo uno a uno cada triunfo, escuchando su pequeña historia y poniendo cada uno en su encuadre histórico".

Los beneficios por la venta del libro serán destinados para la diócesis de Bangassou, para cuyo obispo "San Rafael es memoria colectiva de nuestra antiquísima ciudad y a su sombra se cobijan todas las páginas de este libro".