El trueque vuelve entre los jóvenes
El bulevar Hernán Ruiz acoge un mercadillo de intercambio gratuito de libros, juegos y comidal variedad Uno de los jóvenes que participó en la iniciativa intercambió dulces caseros y zumos naturales de fruto por llaveros.
A la hora de hacer un trueque, no existen reglas, pero sí normas implícitas como la de no usar dinero y depositar la confianza como aval a la hora de dejar un objeto, llevarse otro y que esté en buen estado. Para demostrar la utilidad del intercambio de prendas, la Casa de la Juventud organizó ayer un Punto de Trueque Joven en el bulevar de Hernán Ruiz, con el que quiere fomentar la participación de los más jóvenes y mostrar la utilidad del trueque, que fue la primera forma de comerciar en la sociedad.
Ropa, libros, discos, juguetes o, incluso, zumos y bollería por un llavero o una cola de vaca, por insólito que parezca, fueron alguno de los objetos que un grupo de jóvenes ofreció para intercambiar entre los vecinos de Ciudad Jardín. Se trata de una iniciativa que nació "por un grupo de participación avanzada de corresponsales juveniles, que son los encargados de acercar la información de la Casa de la Juventud en los barrios", apuntó uno de los dinamizadores del evento Rafael Yepes.
La Casa de la Juventud organiza desde hace tres años el mercado del trueque en la plaza de la Corredera, pero "vimos la necesidad de llevarlo a los barrios para que acudiera más gente", apuntó Yepes. Así, este año han decidido celebrar estos puntos de intercambio de todo tipo objetos en cuatro barrios de la capital. El primero de ellos tuvo lugar el pasado mes de enero en Levante -en éste se registraron medio centenar de intercambios- mientras que ayer le tocó el turno a Ciudad Jardín. El próximo evento tendrá lugar el último sábado de marzo en el Vial Norte, mientras que el último punto de Trueque Joven de la temporada se celebrará en abril en la Plaza del Mediodía, en el barrio del Sector Sur.
La mayoría de los jóvenes que participan en este tipo de eventos "suelen traer algo que ya no les sirve, pero una de las reglas que tienen que cumplir es que el objeto esté en buen estado", destacó la dinamizadora juvenil Isabel Chacón. Junto a la posibilidad de llevarse algo, el punto de trueque también reparte cuestionarios entre los jóvenes "para conocer las inquietudes de cada barrio", detalló.
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