La UCO diseña una herramienta para gestionar el uso del agua en la ganadería extensiva en la dehesa
Ciencia
Un estudio del Ifapa y la Universidad de Córdoba utiliza datos meteorológicos y de sensores remotos para apoyar un uso más eficiente del pastoreo por parte del sector
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Córdoba/El pastoreo es una práctica habitual en la ganadería extensiva, un modelo de producción que aprovecha los recursos naturales del territorio para alimentar a los animales. Sin embargo, la disponibilidad del pasto está condicionada por factores como la meteorología: cuando el agua escasea, la producción del pasto se reduce, lo que puede llevar al sector ganadero a recurrir a insumos y fuentes de alimentación externas que suponen un desembolso económico mayor.
Con el objetivo de apoyar una mejor gestión ganadera, un equipo liderado por el Ifapa con apoyo de la Universidad de Córdoba (UCO) ha utilizado datos meteorológicos y de sensores remotos para modelar la productividad del pasto y el estrés hídrico, estableciendo patrones de relación entre estas dos variables a distintas escalas espacio-temporales. El resultado es una herramienta que permite generar curvas de producción del pasto en función de la disponibilidad de agua.
La UCO ha informado este martes de que esta información permite tomar decisiones sobre el manejo del pastoreo o la carga ganadera óptima teniendo en cuenta la disponibilidad de agua, algo muy útil especialmente en periodos de escasez.
El estudio, que se enmarca en el proyecto europeo ScaleAgData, se ha realizado en la zona de dehesa del Norte de la provincia de Córdoba, en las comarcas de Los Pedroches y el Alto Guadiato, donde la ganadería tiene un importante peso económico y social. Se trata además de un ecosistema muy sensible a la sequía, un fenómeno cada vez más frecuente y por tanto una de las principales preocupaciones para el sector agroganadero.
Hasta un 67% menos de pasto
La investigación confirmó que durante las sequías más severas la producción de biomasa se redujo, pero el modelo permitió además cuantificar la severidad de su impacto: en los años más secos de la serie histórica (2001-2018) la producción de pasto se redujo entre un 42% y un 67%.
Además, se comprobó que las zonas con pendiente baja y cobertura arbórea moderada eran las más productivas. El análisis y la metodología aplicados han permitido generar curvas de producción del pasto en función de la disponibilidad de agua.
La herramienta se está poniendo en marcha de la mano de Covap, la mayor cooperativa ganadera de la provincia, para que esta información pueda llegar a sus alrededor de 2.000 cooperativistas. Y aunque los datos empleados responden a la realidad de la zona estudiada, las investigadoras afirman que los resultados y la metodología pueden adaptarse a otras áreas mediterráneas y semiáridas para apoyar una gestión eficiente y sostenible en un contexto de cambio climático.
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