Un mundo con incertidumbre y desencanto al alza
Los vecinos de Orive piden que la Policía de Barrio "vigile" los jardines
El Ayuntamiento limpia las pintadas del mobiliario tras la denuncia de 'El Día'
El presidente del Consejo del Distrito Centro, Pedro Antúnez, reclamó ayer "vigilancia" para el jardín de Orive, una vez que sea inaugurado y tras los daños que han sufrido las instalaciones. Tras la información publicada por este diario, en la que se denunciaba los actos vandálicos registrados en el mobiliario infantil y destinado a personas mayores, Antúnez consideró "imprescindible" que el parque cuente con la vigilancia de la Policía de Barrio para evitar más incidentes. "Por desgracia, ahora no hay civismo y nos encontramos con este problema", añadió, y consideró que si las instalaciones no disponen de esta seguridad podría convertirse en un foco para que los jóvenes realicen botellones. El dirigente incidió en que los Jardines de Orive tienen que ser "para el disfrute de los vecinos y también para los turistas, sobre todo por el recorrido que ofrecen".
El presidente del Consejo de Distrito Centro también hizo un llamamiento a los residentes de la zona para que "denuncien estos hechos" y "se pidan soluciones". Añadió que espera que sea durante el próximo mes de febrero cuando por fin el jardín de Orive se inaugure de manera completa.
La respuesta del Ayuntamiento tras la publicación de las imágenes de las pintadas no se hizo esperar, puesto que, en menos de 24 horas, los daños que aparecieron en los juegos de los niños fueron limpiados y eliminados.
El Jardín de Orive, la única zona verde del Casco Histórico, se encuentra situado entre las calles San Pablo y Pedro López y fue creado a partir de las diferentes huertas del Palacio de los Villalones y las antiguas del Convento de San Pablo. En 2002, la Gerencia de Urbanismo adjudicó a la empresa Construcciones y Edificaciones José Serrano el contrato de obras de la primera fase de reforma. No fue hasta diciembre 2004 cuando se inauguró de manera parcial la reforma, unos trabajos que finalmente costaron 252.000 euros. Sin embargo, la apertura de ese sendero peatonal no supuso el fin de la intervención municipal en este zona. Entre los aspectos pendientes, se encontraban la creación de un jardín-huerto en la zona sur de esta manzana, la parte que limita con el entorno de La Corredera. El objetivo era construir un espacio verde a imagen y semejanza de un huerto para integrar esta zona con su entorno.
El proyecto de la segunda fase de Orive, redactado por técnicos de la Gerencia de Urbanismo, ocupa unos 5.000 metros cuadrados que mejoran la fluidez de paso con la apertura de un nuevo sendero en la zona oriental del jardín, junto a la calle Villalones.
El proyecto, valorado en 632.000 euros y con un plazo de ejecución de diez meses, incluyó la ejecución de un estanque mirador del parque en la zona anexa a la sacristía inacabada de Hernán Ruiz, y la creación de una estancia triangular de descanso, así como los servicios de mantenimiento de la zona verde.
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