Los vencejos, los especiales inquilinos del centro comercial La Sierra
Especie protegida
El grupo de SEO/BirdLife en Córdoba ha construido unas cajas-nido para evitar que los pollos de estas aves sigan cayendo al suelo desde las vigas donde anidan en la nave de carga y descarga
El castillo de Belmez y la Subbética, los hogares del vencejo real en la provincia de Córdoba
Los vencejos pálidos llevan anidando en la nave de carga y descarga del centro comercial La Sierra desde hace más de una década y en este tiempo se ha formado una colonia que integra a más de 50 parejas. Sin embargo, el hogar de estos especiales inquilinos, ubicado sobre las vigas de la cubierta, no era lo suficientemente confortable ya que el calor de la primavera y el verano provocaba que el metal alcance temperaturas muy altas que los pollos no pueden soportar, por lo que se lanzan "por decenas" desde sus nidos al vacío.
Los vencejos, las golondrinas y aviones comunes son aves que vienen a Europa a reproducirse en primavera y tienen una especial protección porque son muy importantes para el equilibrio del ecosistema. Carlos Flores, miembros del grupo local de la Sociedad Española de Ornitología SEO/BirdLife en Córdoba, explica que antes de la crisis de 2008, algunos operarios llevaban al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de Los Villares a los pollos que caían de los nidos. Ya por entonces había constancia de que un gran número de los vencejos procedían del Carrefour. Sin embargo, llegaron los recortes y en el CREA dejaron de admitirlos al no tener capacidad. Entonces, tomaron el relevo asociaciones especializadas en aves, como SEO y Vencejeros de Córdoba, que se hacen cargo de ellos hasta que puedan volar.
Los vencejos son aves que criaban en cortados, grietas y cavernas, pero cuando se comenzaron a construir edificios, se asociaron al hombre porque vieron una oportunidad para poder nidificar. Por eso, estas aves están presentes en los edificios más antiguos de la ciudad, como la Torre de la Malmuerta, el rosetón gótico de la iglesia de San Miguel o el antiguo hospital militar.
"Que estén ocupando un sitio como las naves del Carrefour indica que el cambio en las técnicas arquitectónicas y los malos criterios a la hora de hacer reformas en los edificios antiguos, que pierden sus huecos tradicionales, han dejado a los vencejos sin lugares donde criar", señala Flores. Por ello, se van obligados a ocupar espacios "con muy poca calidad", como ocurre con la nave del centro comercial La Sierra, donde hay "un pésimo confort térmico" que hace que los animales se caigan, lo que supone "un fracaso reproductor".
Por eso, entre SEO Córdoba y los operarios que recogen los pollos pensaron que se podía pensar en una alternativa a criarlos a mano, lo que supone "un esfuerzo enorme" para quien se hace cargo de ellos: hay que tenerlos 40 días en casa, alimentándolos y cuidándolos hasta que se puedan liberar. "Si se conseguían mejorar las condiciones de la colonia, serían los padres los que podrían criar sus pollos y que ellos se emancipasen", indica Flores. Hace años que desde SEO y Vencejeros persiguen ese "sueño" que por fin se ha podido hacer realidad.
El punto de inflexión se dio la temporada pasada, cuando en tan solo tres días cayeron al suelo 60 pollos de las naves del Carrefour. El grupo que rescata vencejos está formado por unas seis personas, por lo que se desbordaron ya que también les llegan crías de otros lugares de la provincia. "Pensamos que no se podía seguir así; había que intentar actuar en la colonia", apunta Carlos Flores, que también es miembro de Vencejeros de Córdoba.
Ya el pasado año intentaron contactar con el gerente del centro comercial La Sierra, Istvan Aguilera, pero no lo consiguieron. Este otoño, en una limpieza de El Patriarca organizada por el centro comercial, pudieron finalmente encontrarse con él y le explicaron la problemática que había. "Se mostró muy interesado y nos dio su teléfono", explica Flores. Días después, se reunieron en su oficina y les dio permiso para acceder al muelle de carga para valorar la situación ya que habían visto las aves, pero no los nidos al ser un espacio privado.
Cuando entraron, observaron que estaban sobre las vigas, a unos diez centímetros del techo metálico, y comprendieron por qué caían tanto los vencejos: por un lado, el techo se calentaba muchísimo y, por otro, las vigas son totalmente lisas, por lo que se escurrían.
Hicieron un croquis de las localizaciones de los nidos y contactaron con expertos en la materia para ver qué posibilidades de actuación había. A partir de esa consulta, se diseñó un modelo de caja-nido que cumplía con varios requisitos: tenía que ser ligera, de fácil colocación, con buena ventilación y aislada del calor del techo. Cuando tuvieron el boceto, se lo presentaron al gerente de La Sierra y SEO Córdoba le ofreció la posibilidad de colocar las cajas. Ellos las fabricarían y el centro comercial solo tendría que ayudar a instalarlas ya que están a gran altura. Inmediatamente recibieron el sí de Istvan Aguilera, que además les indicó que este mes de diciembre iba a contratar una plataforma para hacer unos arreglos en la cubierta, por lo que era una oportunidad única para cumplir ese sueño.
En un mes tenían que hacer 50 cajas, así que se pusieron manos a la obra con la ayuda del grupo de voluntarios GEA, que les ofreció un espacio amplio y al aire libre en el que podían trabajar respetando las medidas de seguridad. Una vez construidas, las llevaron al centro comercial y les indicaron a los trabajadores de mantenimiento en qué lugar exacto tenía que ir cada una.
"No es fácil que los vencejos acepten las cajas-nido", por eso "la clave está en colocarlas lo suficientemente cerca del nido original". De hecho, estas están a unos 19 centímetros por debajo para alejarlas del calor del techo.
La colonia está formada por entre 70 y 80 nidos. Esta vez han puesto 50 y el próximo año esperan poder sustituir el resto una vez que vean "el impacto que han tenido y si han sido bien aceptados". A finales de abril o primeros de año podrán hacer un censo para conocer el número exacto de parejas de vencejo pálido.
El responsable de mantenimiento de La Sierra "ha hecho las cosas muy bien y hasta nos ha enviado fotos para ver si estábamos satisfechos con la ubicación de las cajas", indica Flores. "Ha sido muy importante lo que ha hecho el centro comercial La Sierra; por una parte, apostar la conservación de la especie, y por otra, demostrar que se puede preservar un edificio manteniendo a una comunidad de aves protegidas", incide.
Tipos y características de los vencejos
Las cajas-nido no necesitan ningún tipo de conservación porque los vencejos apenas introducen material. El miembro de SEO Córdoba explica que estas aves viven continuamente en el aire y solo se posan para reproducirse, por lo que "el material que utilizan para hacer sus nidos está en suspensión en el aire". Se trata, sobre todo, de plumas de otras aves y pequeños fragmentos de papel, hilos, hierbas o semillas.
Otra de sus características es que un año tras otro vuelven a su nido, "identifican ese punto como si llevaran un GPS". El problema es que a veces se los encuentran tapados por el hombre y tienen que buscar alternativas. Es por ello que se instalan mucho en cajas de persianas.
Los vencejos pálidos ponen dos huevos por puesta, aunque pueden poner varias puestas durante el periodo de cría. A Córdoba llegan a finales de febrero y pueden estar hasta finales de octubre.
En la ciudad solo hay dos tipos de vencejos, el pálido y el común. Sin embargo, en la península Ibérica también se pueden encontrar el real y uno que usurpa los nidos de las golondrinas, que se llama vencejo cafre. Por otra parte, hay una especie que se está extendiendo debido al cambio climático, el vencejo moro, que es del Norte de África, pero ya hay poblaciones en el Sur de España. Por ejemplo, en la lonja de Chipiona hay localizada una colonia.
El Córdoba, el común llega a finales de marzo o comienzos de abril y se queda hasta mitad de agosto como mucho. Solo hacen una puesta para luego volver a África con destino a la cuenca del río Congo. Su zona de hibernación llega hasta el lago Victoria y Tanzania. Después, se desplazan hasta el golfo de Biafra rumbo a Europa occidental (llegan hasta Laponia), otra vez para reproducirse.
Los pálidos, sin embargo, se sitúan más en el delta del río Níger, en el golfo de Guinea, hasta África central. Después de unos meses, de allí parten otra vez para la zona mediterránea. De hecho, debido al cambio climático están colonizando ahora el Norte de España.
Los vencejos llegan a España en un momento de la primavera en el que los insectos han polinizando las flores, pero si siguen proliferando pueden causar daños en los cultivos o transmitir enfermedades. Estas aves se alimentan de ellos y por eso son fundamentales para el equilibrio ecológico. "Como vienen a criar, necesitan una cantidad ingente de insectos para sacar adelante a sus polluelos", señala Carlos Flores.
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