Visto y Oído
Broncano
Córdoba/Las calles más céntricas de Córdoba lucen distintas. Muchos comercios cuelgan el cartel de cerrado por las tardes, porque con temperaturas de más de 40 grados la población no elige pasear por las calles de la ciudad. Cuando deciden salir, lo hacen con botella de agua casi congelada. Córdoba está distinta, Córdoba está vacía.
Están en plena temporada de rebajas, pero los comercios no consiguen atraer a los clientes. La calle José Cruz Conde está irreconocible, mucho espacio para pasear, muchos comercios con la persiana bajada. Los que permanecen abiertos, tienen poco flujo de clientes. Poco, casi nulo, hasta pasadas las ocho de la tarde.
Rafael Luque de Calzados Salvador, un comercio local que tiene medio siglo de historia y que posee tres establecimientos en la ciudad, indica que “estas calores siempre las hemos tenido y las tiendas están acondicionadas”. Uno de los puntos que aborda Luque es que la población puede estar sufriendo un cierto miedo a salir a la calle por la información que les está llegando acerca de los golpes de calor. Respecto al horario de mañana señala que “por la mañana sí hay público, viene mucha gente de provincia, pero a partir de las una ya nos quedamos solos”.
Otro de los hechos que describe Luque es que por la tarde suelen volver a activarse un poco los comercios, “a última hora”, y como indica, suelen ser turistas, pues “la gente que no está acostumbrada (al calor) sale más que la gente de aquí”. Debido a esta situación, Luque explica que, en principio, julio lo van a mantener abierto, aunque agosto están pensando en cerrar, ya el año pasado de los 30 días que estuvieron abiertos, 20 estuvieron “cruzados de brazos”.
“Prácticamente está la mitad de la tienda al 50% (de descuento), pero ni aún así”, explica Sara, de Mairetta Boutique, un comercio ubicado en la calle Cruz Conde. A pesar de esto, el comercio sigue abierto, “siempre está la posibilidad de incrementar la venta, en comparación con otros años”.
Por su parte, Carlos Aragonés, encargado de Etichetta (calle Conde Gondomar), declara que “este es el primer año que vamos a cerrar en agosto en horario de tarde por el calor”. Aragonés indica que hasta pasadas 20:00 no se registra movimiento de forma activa en las calles céntricas de la ciudad, de ahí que por primera vez en cinco años hayan tomado esta decisión.
Rafael Bados, presidente de Comercio Córdoba ratifica la sensación de los comerciantes y la caída de las ventas. "Desde la asociación hace unos años hicimos un planteamiento donde se debía analizar el tema de horarios”. Bados recuerda que en estos días, durante el horario convencional del comercio, “las calles son intransitables”. “Cada año observamos que hay muchos más comercios que empiezan a cerrar por las tardes o algunos abren más tarde”, sostiene. Aunque, como indica el presidente de Comercio Córdoba, a medida que la tarde avanza sí invita “algo más” a salir a la calle: “Sigo insistiendo en que hay que reflexionar sobre esos horarios”.
Para muchas empresas no es siquiera cuestión de elección, sino de imposibilidad. Abrir las puertas de un comercio supone unos gastos fijos en climatización, sueldos y, “cuando analizas los datos del consumo energético y las ventas que has tenido, hay muchísimas empresas a las que no le salen los números”.
Además, el presidente de Comercio Córdoba apunta a otra cuestión que está afectando al sector y lo hará cada vez más: el cambio en las condiciones climáticas, que cada vez más están derivando en que "prácticamente tenemos dos temporadas al año: verano e invierno”. El año pasado, por ejemplo, hasta mediados de octubre los cordobeses aún llevaban manga corta, hecho que afecta al comercio textil.
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