El obispo nombra vicario general de la Diócesis a Antonio Prieto
El rector del seminario mayor San Pelagio sustituye a Francisco Jesús Orozco, nuevo prelado de la Diócesis de Guadix (Granada)
El obispo, Demetrio Fernández, ha nombrado al sacerdote Antonio Prieto Lucena vicario general de la Diócesis de Córdoba y moderador de la curia, en sustitución de monseñor Francisco Jesús Orozco Mengíbar, que será consagrado obispo de la Diócesis de Guadix el próximo 22 de diciembre.
Desde el año 2007, Antonio Prieto Lucena ha sido rector del seminario mayor San Pelagio, cargo para el que el obispo de Córdoba ha nombrado al sacerdote Jesús María Moriana Elvira, hasta ahora párroco de Belmez y vicario episcopal de la Sierra.
El actual párroco de Nuestra Señora de la Asunción de Pedro Abad, Juan Luis Carnerero de la Torre, asume la vicaría de la Sierra por nombramiento episcopal y las parroquias de Nuestra Señora de la Anunciación y San Juan Bautista de Belmez, mientras que Juan Antonio Torres Reyes, hasta ahora vicario parroquial de Santa Catalina de Pozoblanco, será el nuevo párroco de Pedro Abad.
El prelado, además, ha designado como vicedelegado diocesano de Acción Caritativa y Social, al sacerdote Pedro Vicente Cabello que junto al actual delegado, Manuel María Hinojosa Petit, se ocupará de esta labor haciéndola compatible con su función como vicerrector del Seminario Conciliar San Pelagio.
Mientras, el sacerdote Jesús Poyato Varo, vicario episcopal de la Ciudad y director adjunto del Centro de Magisterio Sagrado Corazón y Antonio Javier Reyes, párroco de Santa Teresa de Ávila de Córdoba, han sido nombrados canónigos del Cabildo Catedral.
Ordenación diaconal en la Catedral
La Diócesis informó ayer de estos nombramientos tras la celebración del Día de la Inmaculada en la Catedral, donde, además, tuvo lugar la ordenación diaconal de dos seminaristas: David Arellano Agredano y Néstor Huércano Barroso, ambos del Seminario Conciliar San Pelagio.
En la celebración estuvieron presentes numerosos sacerdotes de la Diócesis, los rectores, formadores y alumnos del Seminario así como los fieles, familiares y amigos de ambos seminaristas que iban a ser ordenados.
En su homilía, el obispo recalcó que ha sido Dios el que ha alentado esta llamada al sacerdocio, "ha sido el Espíritu Santo el que ha ido iluminando vuestras vidas y os ha hecho discernir lo que es de Dios y lo que es de vuestra debilidad y después de unos años de madura reflexión, contando con la ayuda de la Iglesia" los ha llevado a pedir el orden del diaconado.
Los nuevos diáconos podrán a partir de ahora celebrar sacramentos como el bautismo, el matrimonio o las exequias así como pronunciar la homilía. Ambos serán ordenados presbíteros el próximo 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo.
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