La 19 vidas que el machismo arrebató en Córdoba
Víctimas de violencia de género en Córdoba
El contador se inició en 2003 y, desde ese año, casi 20 mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas con un arranque especialmente duro en este 2019
El contador se puso en marcha en 2003. ¿Cuántas víctimas hubo antes? Muchas, muchísimas, pero no forman parte de la estadística. El problema comenzó a tomar entidad, comenzó a meterse en las casas de los españoles a través de las televisiones, comenzó a analizarse desde una perspectiva social. La violencia de género se cobraba más vidas de mujeres de manera violenta que ninguna otra causa. En Córdoba, el contador marca 19. Estas son las historias, las tristes historias, que acompañan a las 19 víctimas mortales de la violencia machista en la provincia de Córdoba.
María Rafaela Gaviño
Tenía 38 años y todo el mundo la conocía por Mariela. El 10 de octubre de 2003 fue agredida en su casa, en la avenida Gran Vía Parque de Córdoba capital. El asesino era su pareja, ambos eran protésicos dentales. Él, conocedor del material que manejaba, le arrojó, tras una discusión, metilmetacrilato, un líquido altamente inflamable que se suele usar junto a la resina para endurecer la estructura protésica. Después, le prendió fuego. Mariela murió 24 días después de la agresión en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. La condena que consideraba culpable a su agresor, Manuel, se produjo en enero de 2005.
Laura Navarro
Laura quería separarse de su marido, con el que llevaba casada apenas unos meses, pero con quien mantenía una relación desde jóvenes. La hermana de la víctima afirmó en el juicio que en las últimas semanas veía triste a Laura. El mismo día en que murió (6 de febrero de 2004), Laura, que tenía 26 años, fue a informarse sobre los trámites para la separación. Tras esto, fue a casa de sus padres y el agresor, José Manuel Jiménez, la estaba esperando. Le asestó una puñalada por la espalda y otra en el corazón. Tras matarla, se fue a su casa y se tiró desde un sexto piso, quedó parapléjico. El suceso tuvo lugar en la Fuensanta, barrio que quedó marcado de por vida.
M. A. T.
Era 8 de abril de 2004, Jueves Santo. En Priego de Córdoba, J. M. G., un hombre de 80 años, asesinaba a su mujer, M. A. T., de 74. Eran marido y mujer y tras matarla a golpes, el hombre se suicidó ahorcándose dejando un mensaje escrito en la pared. El funeral se celebró de manera conjunta. Según la Guardia Civil, las investigaciones detallaron que la pareja discutía mucho durante las últimas semanas y que los celos pudieron ser la causa del macabro suceso.
Beatriz García
Beatriz tenía tan solo 19 años cuando cuando su exnovio la apuñaló con un cuchillo y una catana hasta quitarle la vida. Fue en la madrugada del 16 de mayo de 2004 en los jardines del polígono de Chinales, bajo el puente de la antigua Asland. El asesino, Raúl Campillo, fue condenado, dos años después, a 22 años de cárcel. Durante el juicio se usó la estrategia de que el alcohol pudiera haber alterado la conciencia del asesino, algo que no se tomó en consideración. Asestó casi 100 puñaladas a Beatriz, seis de ellas, mínimo, de carácter mortal.
Alfonsa Mohedano
Alfonsa había acudido a los servicios sociales comunitarios que dan cobertura a la zona de La Carlota y La Victoria y allí le dijeron que pidiera ayuda al IAM para ir a una casa de acogida, pero no fue. También había denunciado a su exmarido, del que se separó tras sufrir malos tratos durante el matrimonio. Él tenía una orden de alejamiento, pero el 7 de octubre de 2004, en plena calle, en La Victoria, apaleó a su exmujer que murió pocas horas después en el Hospital Reina Sofía como consecuencia de las graves heridas que presentaba. Tenía 35 años.
Ana Rosa Marín
El jueves 10 de febrero de 2005, Francisco José M. A. asesinó a Ana Rosa Marín, de 25 años. El cadáver no fue encontrado hasta una semana después, después de que la madre de la víctima denunciara su desaparición. El asesino tenía una orden de alejamiento que se había saltado en más de ocasión, ya que quería retomar su relación con Ana Rosa. Ella tenía un hijo de tres años, fruto de otra relación. Vivía en la zona de Campo Madre de Dios, pero su cadáver fue hallado en un descampado frente al polígono Pedroches. Fueron los padres de él los que pidieron a la Policía que lo investigara tras enterarse de la desaparición de Ana Rosa.
Piedad Pacheco
Piedad Pacheco, de 39 años, fue tiroteada el día de Año Nuevo de 2006 en un olivar enclavado entre el límite provincial de Córdoba y Granada. El asesino era su exmarido y se entregó a la Guardia Civil en un bar. Ella lo había denunciado con anterioridad y fruto de una de las denuncias el juez le había retirado a él un arma de fuego que después le fue devuelta. También intentó matar a la pareja de Piedad, con quien había conseguido rehacer su vida.
Eva María Prieto
El asesino de Eva María ya había sido condenado a tres años y cinco meses de cárcel por maltratarla. El cadáver de ella fue hallado en febrero de 2006 en una vivienda de la calle Umbría de Peñarroya-Pueblonuevo. Su asesino era su expareja (también eran primos hermanos) y la apuñaló más de 30 veces. Cuando la mató, salió de la casa cerrándola con llave para después entregarse a la Guardia Civil en Torremocha del Campo (Guadalajara). Ella tenía dos hijas, una fruto de su relación con el asesino.
Fuensanta del Pozo
El 9 de octubre de 2007, Fuensanta del Pozo perdía la vida a manos de su expareja en una manzana del barrio Guadalquivir. Tenía 34 años, había perdido a un marido y sufría una discapacidad. Había rehecho su vida tras estar tres años con el que luego sería su asesino. Hacía pocos días que había vuelto de un viaje de Brasil donde había ido a conocer a la familia de su nueva pareja. José P. A. le quitó la vida de un corte en el cuello con un cuchillo de cocina.
Paulina Roldán
Paulina Roldán tenía 81 años cuando, el 22 de junio de 2008, su marido, de 78, la asfixió con una venda mientras ella descansaba en el sofá, en su vivienda de Carcabuey. El hombre aseguró ante el juez y ante la Guardia Civil que lo que motivó su acción fue la desesperación. Manuel R. J. llevaba varios meses cuidando a su mujer, enferma de alzheimer. El Ayuntamiento había ofrecido ayuda social a la pareja, que la había rechazado.
Carmen F. J.
Carmen perdió la vida a manos de su pareja el 23 de octubre de 2009 en Villarrubia. Tenía 66 años cuando su pareja le disparó en la cabeza tras una discusión. El hombre prendió fuego a la casa, se encontró material acelerante junto a una bombona de butano, y después se pegó un tiro. No existían denuncias previas por malos tratos y la propia familia se mostró sorprendida por el hecho.
María del Rocío Torreras
El día de su muerte, María del Rocío había almorzado junto a su pareja y futuro asesino José Ángel Gallardo en la casa de los padres de él. Era 19 de septiembre de 2010. Tenía 30 años y perdió la vida cuando su novio le cortó la cabeza. Fue en Villarrubia y el caso estremeció a medio país. El asesino se paseó con la cabeza de la víctima metida en una bolsa por diversos puntos de la barriada. Luego, perseguido por la Policía, se subió a un poste de la luz para morir de una descarga.
Johanna Marlene Ortiz
Johanna murió en mayo de 2015 a manos de su pareja, fue la víctima número 26 de la violencia de género en ese año en España. Era de Ecuador y vivía en Córdoba, en el Sector Sur, desde 2006 con su pareja y trabajaba en un restaurante de comida rápida. Su marido la degolló y trasladó su cadáver al polígono de la Torrecilla, cerca del río. Fue condenado por asesinato.
María Rey
María Rey Redondo perdió la vida cuando tenía 51 años, en el mes de mayo de 2013. Fue en la barriada periférica de Alcolea cuando su marido le asestó un golpe mortal con un atizador de brasero. En la vivienda, en la parte de arriba, vivía el hermano del asesino que se encontró con el suceso por la mañana, cuando se levantó. Fruto de esto mantuvo una discusión con su hermano. No existían denuncias previas por violencia de género y la investigación apuntó a que el asesino actuó por celos, creyendo que su mujer podría estar engañándolo con su hermano.
Remedios Bernias
El segundo caso mortal de violencia de género de 2013 se produjo en Pozoblanco el 16 de junio. Remedios Bernias, de 80 años, recibió una puñalada mortal en la parte trasera de la cabeza, con un hacha que portaba su marido, que después se suicidó. Los vecinos reconocieron que no tenían buena relación, al tiempo que señalaron que ella había “aguantado muchas cosas de su marido”.
María de los Ángeles Santos
María de los Ángeles tenía 46 años y trabajaba en el Centro de Atención a Personas con Discapacidad Física (CAMF) de Pozoblanco cuando su pareja, Javier Fernández, le quitó la vida apuñalándola en el pecho. Fueron los compañeros de trabajo de ella quienes alertaron a la familia el 15 de enero de 2014 porque no había ido a trabajar. Una hermana de la víctima acudió al domicilio donde convivía la pareja, le abrió la puerta el asesino, que le dijo: “No pases porque he matado a tu hermana”. Después se encerró en la casa y se suicidó.
María Antonia Bujalance
El 7 de noviembre de 2015, miles de personas marcharon en Madrid en una multitudinaria manifestación para que la violencia de género fuera una cuestión de estado. Ese mismo día, María Antonia Bujalance, de 28 años, murió de un disparo efectuado por su pareja en una casa que guardaban en Baena. Él se suicidó después.
Piedad
Tras cuatro años sin crímenes machistas en la provincia, un hombre asesina con un disparo de escopeta a su mujer, Piedad, en una vivienda cerca de Iznájar a principios de junio de este año. Ella tenía 50 años y nunca había denunciado a su marido por malos tratos. Él, tras matarla, se pegó un tiro con la misma escopeta.
Ana Lucía Silva
Ana Lucía cierra esta triste lista. Su muerte supuso la víctima mortal número 1.000 desde que se tienen datos de este tipo en España. El hombre la asesinó, prendió fuego a la casa y se suicidó. Se encontraba en libertad condicional tras ser condenado en 2004 a una pena de 17 años de cárcel por asesinar a su mujer por aquel entonces en Algeciras.
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