La vida que ha llegado al Zoo de Córdoba: Estos son los animales que han nacido en 2023
Medio ambiente
Una grulla coronada, un búho real, un cisne negro, un emú o arruis son algunas de las especies que este año han venido al mundo en el Centro de Recuperación de Especies
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Una grulla coronada, un búho real, un cisne negro, un emú o arruis son algunas de las especies que este año han venido al mundo en el Zoo de Córdoba. Cada nacimiento es un motivo de alegría en este centro de recuperación en el que se cuida al detalle todo lo que rodea a la reproducción de los animales. Los técnicos se esmeran por que el recinto de los futuros papás esté en óptimas condiciones y también en no molestar cuando la ocasión lo requiere.
Uno de los nacimientos más importantes de este año en el zoo ha sido el de una grulla coronada, que está dentro de un programa europeo porque "esta especie se está intentando mejorar genéticamente entre los distintos zoológicos", explica el director del centro, Antonio Torrecilla.
Los técnicos del centro de recuperación cordobés llevaban casi cinco años intentando que la pareja se reprodujera, pero todavía no había sido viable ninguno de los huevos que había puesto la hembra. Por fin ocurrió la pasada primavera.
En su recinto solo hay dos adultos, una pareja, porque son muy territoriales y no permitirían tener a más compañeros. Lo más probable es que la cría se marche a otro zoo para que continúe la mezcla genética.
La incubación de la grulla coronada es de alrededor de mes y medio. "Tuvimos precaución de no entrar a cortar el césped ni hacer ningún trabajo de mantenimiento en la instalación para que los padres no expulsaran al polluelo porque se sintieran amenazados", explica Torrecilla.
Este año también ha nacido un búho real. La reproducción de esta especie suele ser habitual en el centro, de hecho, normalmente todos los años vienen al mundo uno o dos polluelos de las dos parejas de búhos reales que hay en el zoo, procedentes del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de Los Villares y que no pueden estar en la naturaleza por las secuelas que tienen al haber sufrido algún accidente. Cuando las crías están preparadas, las sueltan en su hábitat natural con ayuda de la Junta de Andalucía.
Pero antes, con unos cuatro meses, las trasladan al CREA para que fortalezcan allí la musculatura en un aviario. El polluelo que nació este año se soltó en Hornachuelos. Otro de los espacios habituales de suelta es la laguna de Zóñar, en Aguilar de la Frontera.
El zoo también ha dado la bienvenida a un cisne negro, un ave australiana que, aunque no es especialmente raro que se reproduzca en cautividad, en Córdoba hasta ahora no había ocurrido. Ahora está de nuevo incubando otra puesta.
Generalmente, estas aves ponen de tres a siete huevos de color verde pálido; aunque puede haber puestas de solo uno o dos o incluso otras de diez. La incubación dura entre 35 y 45 días.
Otra de las aves -en este caso no voladora- que ha nacido en el zoo ha sido un emú. "Hay que tener una cierta precaución porque pone muchos huevos y no todos son válidos, por lo que no sabes cuáles están incubando bien y cuáles no", indica Torrecilla.
Dentro de los mamíferos, han llegado al mundo dos arruis, que son cabras del Atlas marroquí. A ellos se han sumado gamos y cabras, que suelen ser nacimientos habituales dentro de la fauna autóctona. También se ceden a diferentes zoos para que haya mezcla genética.
Luego, se han reproducido los pecaríes, una especie de pequeño jabalí sudamericano que nace con frecuencia en el centro. Suelen dar a luz a bastantes crías que también se ceden a otras instituciones.
Por otra parte, aunque no han nacido en el Zoo, los técnicos han cuidado en primavera siete pollos de águila imperial procedentes de caídas de nidos por parte de los agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Llegan al centro con pocos días, donde los alimentan y los sacan adelante. Cuando son ejemplares juveniles se sueltan en distintos puntos. En este caso, se han puesto en libertad en Medina Sidonia (Cádiz) "para fortalecer la población de la Sierra de Cádiz", señala Torrecilla.
El director del centro recuerda que entre los nacimientos más destacados otros años figura el de un gibón de mejillas blancas hijo de una pareja que está en el zoo dentro de un programa de recuperación europeo (EEP). Han criado dos años y ahora están en periodo de no cría porque sus hijos son muy pequeños. Por lo tanto, hasta que las crías no tengan la madurez suficiente para llevarlos a otros centros o soltarlos en la naturaleza, la pareja no se volverá a reproducir. Para ello, tienen un implante a modo de método anticonceptivo.
La reproducción de los mamíferos es más complicada que la de las aves y, dentro de los que hay en el zoo, el gibón de mejillas blancas es una de las especies más complejas.
A esto hay que sumar que la mayoría de los animales incautados, como ocurre con los leones, ya son mayores y "vienen aquí a pasar su jubilación, no a reproducirse".
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