Las historias de superación de Martina y Daniela centran la felicitación navideña del Hospital Reina Sofía

Navidad

Ambas se conocieron mientras Martina se recuperaba de una grave fascitis necrosante que le provocó la pérdida de ambas piernas, y Daniela esperaba un trasplante conectada a un corazón artificial

Homenaje a 200 profesionales del Reina Sofía por su jubilación: la misión compartida de trabajar por la salud

¡El Hospital Reina Sofía os desea Feliz Navidad y próspero Año Nuevo! / El Día

Córdoba/Este año, el Hospital Universitario Reina Sofía felicita la Navidad con un vídeo y un podcast que recogen las conmovedoras historias de Martina (8 años) y Daniela (12 años). Lo que comenzó como una lucha individual por superar grandes retos médicos, se convirtió en una historia de amistad, esperanza y superación que sigue uniendo a estas dos niñas y que inspira a todas las personas que las conocen.

Ambas coincidieron en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP), donde compartieron días de incertidumbre, pero también de risas, juegos y apoyo mutuo. Martina, de Palma del Río, se recuperaba de una grave fascitis necrosante que le provocó la pérdida de ambas piernas, y Daniela, natural de Sevilla, esperaba un trasplante de corazón conectada a un corazón artificial.

Fue en ese contexto donde nació su amistad, construida a partir de la empatía y el compañerismo. En el podcast, ambas recuerdan uno de los momentos más emocionantes de su historia: Un día, mientras jugaban juntas, escucharon hablar sobre un corazón. Entonces, Daniela le dijo a Martina: “¿Te imaginas que fuese el mío?”. Esa pregunta, llena de ilusión y nerviosismo, tuvo respuesta esa misma tarde, cuando su médica se acercó para darle la noticia que tanto había esperado: un corazón estaba disponible para ella.

Martina describe también en el podcast ese momento: los nervios que sintió al saber que su amiga iba a enfrentarse a una cirugía tan importante. Gracias a la generosidad de una familia donante, Daniela empezó una nueva vida llena de libertad y esperanza.

La historia de Martina es un testimonio de cómo la innovación, el compromiso y la dedicación de los profesionales del hospital pueden llegar a salvar vidas, como fue su caso. Cuando todas las opciones parecían agotadas, un equipo multidisciplinar decidió probar un filtro de hemoperfusión, que se utilizó en la pandemia, como última alternativa, aunque no había experiencia con su uso en este tipo de pacientes. El dispositivo, que fue trasladado desde Sevilla en tiempo récord, funcionó pocas horas después de ser implantado.

Esta forma de hacer, de buscar todas las respuestas posibles hasta el último momento, salvó la vida de Martina. Y, aunque comenzó a recuperarse, las secuelas que ya había provocado la falta de riego sanguíneo provocaron la pérdida de ambas piernas. Esto no ha frenado a esta pequeña, que a día de hoy mantiene un estrecho seguimiento por parte de Fisioterapia, donde le siguen enseñando a ser cada día más autónoma.

En el caso de Daniela, los avances tecnológicos y el trabajo en equipo también jugaron un papel clave. Durante semanas, estuvo conectada a un corazón artificial (modelo tradicional). El ingreso de Daniela coincidió con la adquisición por parte del hospital de un nuevo dispositivo, mucho más ergonómico y de un tamaño mucho menor (se pasó de los 80 kilos a los 9 del nuevo equipo). Esta tecnología, además de sustituir la función del corazón de niños y niñas con insuficiencia cardiaca terminal, aporta bastante más autonomía que los equipos que se venían usando. La asistencia ventricular (más conocida como corazón artificial) es la única alternativa que permite a estos pacientes tolerar la espera, habitualmente muy prolongada, hasta el tratamiento definitivo que es el trasplante de corazón. Esta nueva consola, , utilizada por primera vez en Andalucía y por segunda vez en España, le permitió ganar autonomía y recuperar parte de su libertad mientras esperaba su trasplante.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último