Una de cada diez viviendas del Casco Histórico de Córdoba es ya de uso turístico

Turismo

La saturación en algunas zonas del entorno de la Mezquita-Catedral alcanza el 12,64%

El número de viviendas turísticas en Córdoba vuelve los niveles previos al Covid

Turistas pasean por el entorno de la Mezquita-Catedral. / Juan Ayala

El auge de los alojamientos turísticos, en plena recuperación tras la vuelta a la normalidad gracias, en parte, a la gripalización del Covid provocada por la campaña de inmunización y que ya se traduce en cifras similares a las existentes antes de la pandemia, provoca saturación en algunas zonas. Es el caso de los cascos históricos de ciudades como Sevilla o Córdoba, que por su atractivo son las que concentran el mayor número de viviendas destinadas a fines recreativos en su demarcación, lo que termina provocando la huida de los propios ciudadanos, mermando de manera considerable la población en la zona.

Según la estadística experimental de medición de viviendas turísticas ofrecida el jueves por el Instituto Nacional de de Estadística (INE), en la provincia de Córdoba hay 1.827 alojamientos que ofertan más de 9.600 plazas, cifras similares a las de noviembre de 2019, cuando no había todavía rastro del coronavirus. De toda la oferta, como es lógico, la mayoría se concentra en la capital, con hasta 1.406 viviendas -son 226 más que el pasado febrero, copando el aumento provincial (292)- que vienen a ser el 76,9% del total, y que suman hasta 6.597 plazas (el 68,6%). Esto deja una ocupación por vivienda de 4,7 personas, por debajo de la media provincial, que alcanza las 5,26, si bien mantiene la tendencia.

Pero más allá de los datos en bruto, la preocupación de muchos vecinos del Casco Histórico se centra en la saturación que ya existe en algunos de sus barrios. Así, hay zonas de La Medina donde el porcentaje de alojamientos turísticos sobre el total del parque alcanza el 12,64% y otras, también en el entorno de la Mezquita-Catedral, donde llega al 10,79%. Dicho de otro modo, en lo que viene a ser la Judería al menos una de cada diez viviendas están destinadas al uso recreativo. En el área de San Pedro, que incluye también parte de la ribera y la calle La Feria baja hasta el 7,96%.

Eso sí, la saturación en Córdoba queda muy lejos de la que se registra en otras ciudades como Sevilla, con porcentajes que superan en algunos casos el 40% y que sitúan a barrios como el de Santa Cruz como el de mayor presión turística de España. El estudio experimental del INE refleja en la capital hispalense secciones de su casco antiguo donde el porcentaje de viviendas turísticas sobre el total es del 40,62%, el 24,55%, el 19,85%... y así hasta una decena en cifras similares a las que se reflejan en la capital cordobesa.

Todo en una ciudad, Sevilla, que multiplica la oferta que hay en Córdoba. Atendiendo a los mismos datos, a fecha del pasado agosto había 4.966 viviendas turísticas -en la provincia el registro sube hasta las 5.913- que ofertan un total de 20.603 plazas (26.239 en total), ambos parámetros en este caso aún por debajo de las cifras previas a la pandemia del coronavirus. Esto, como recogen algunos informes, provoca "niveles disfuncionales para garantizar su habitabilidad por parte de los residentes", al tiempo que ha provocado ya un notable aumento del precio de las viviendas en el mercado inmobiliario.

Esta situación ha propiciado que en lugares como Cádiz capital el Ayuntamiento haya aprobado este otoño una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que supone la limitación de las viviendas turísticas, en un claro intento por frenar la turistificación de la ciudad. Una de las novedades es que ya no se podrán inscribir nuevas viviendas con fines turísticos en el casco antiguo, aunque podrán seguir operando con este uso las que lo hacen en la actualidad.

Un plan que vienen reivindicando para Córdoba colectivos como Andalucía Entre Tod@s, que ante los últimos datos del INE y esa tasa cercana al 13% de viviendas turísticas en la zona vieja de la ciudad, han señalado que "ya se aprecia la tendencia incrementada de transformación en parque temático del Casco Histórico, ya que tanto el concejal delegado de Urbanismo como el alcalde favorecen este proceso, incumplen el Plan Especial de Protección del Casco Histórico (PEPCH), no han implementado ordenanza reguladora que haga prevalecer el uso residencial".

Desde el grupo insisten en la "manifiesta incapacidad para trabajar a favor de la vecindad" de ambos responsables políticos, que a su juicio "se rinden a los intereses especulativos". "Queda por determinar el papel que juegan los grandes arrendatarios de viviendas turísticas en este vaciado demográfico con la connivencia de un alcalde que debiera haber dimitido y un concejal de Urbanismo que tendría que haber sido cesado", finalizan en su denuncia.

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