Carlos Marín, puerta abierta a su continuidad en el Córdoba CF

La continuidad de Carlos Marín en el Córdoba CF de cara a la temporada 2023-24 gana enteros. Con un año más de contrato con la entidad de El Arcángel, su permanencia en el equipo no sería noticiable si no fuera porque el arquero almeriense es el principal activo que el club tiene para ingresar una buena cantidad económica por un traspaso. Por ese motivo, y atendiendo a las ofertas con las que contaba el jugador al término del curso, su salida era el escenario más probable hace solo unas semanas y ahora esa situación ha variado de manera radical, hasta el punto de que lo más normal sería que el guardameta continuase defendiendo la meta del CCF.

Tanto por la decepción que supuso el final de temporada como por el horizonte que se le abría tras su buena temporada en el plano individual, la situación de Carlos Marín en el Córdoba era una de esas patatas calientes que se preveían que tendría que manejar la dirección deportiva este verano.

El arquero almeriense despertó durante el pasado curso el interés de varios equipos de Segunda División, entre ellos el Leganés, que siguieron con atención la progresión de un portero joven -solo tiene 26 años- que en el Córdoba ha demostrado ser uno de los mejores guardametas de la Primera Federación. Claro que su contrato con el CCF era un impedimento, ante la dificultad de pagar un traspaso para los equipos de la categoría de plata.

Es por eso que el mercado europeo era una opción muy apetecible para Marín. Y en ese escenario, según pudo confirmar el Día, Carlos Marín encontró el firme interés de un equipo de la Primera División de Chipre. Un destino cada verano más habitual para jugadores españoles, que en el país chipriota encuentran un vivero importante en lo económico y una competición cada vez más competitiva. Dicho equipo pidió precio por el traspaso del portero y realizó una oferta al Córdoba CF por el traspaso del futbolista, pero la cantidad alcanzada no satisfacía las aspiraciones del club de El Arcángel, hasta el punto de que esa proposición quedó descartada.

La premisa del Córdoba CF es, con Carlos Marín y el resto de sus jugadores, la de estudiar cualquier proposición que llegue de cara a un hipotético traspaso, aunque en este caso el club tiene claro que no dejará salir al jugador sin una contraprestación que colme sus expectativas. Y es que un hipotético ingreso por Marín o algún otro futbolista de los que tienen contrato con la entidad supondría un extra importante a la hora de poder acceder a jugadores cotizados en el mercado de fichajes. Lo que no está dispuesto a hacer el club es facilitar la marcha de ningún futbolista con contrato en vigor, más si cabe cuando se trate de activos importantes como el caso de Carlos Marín.

Un portero de garantías

Y es que el almeriense, a sus 26 años, se ha consolidado como un guardameta de garantías en Primera Federación. En sus dos temporadas en el Córdoba ha disputado 61 partidos, consiguiendo dejar la portería a cero en un tercio de ellos (21). Esta temporada, Marín fue el gran protagonista en portería del Córdoba CF, al disputar 37 de los 38 partidos de liga. Solo una lesión en la última semana le impidió hacer pleno de minutos en el campeonato liguero.

Tanto fue su protagonismo que Felipe Ramos solo jugó un partido en todo el curso, que fue el de la Copa del Rey ante el Cacereño, mientras que Pablo Picón hizo lo propio en ese último encuentro de liga que se perdió Marín.

Con contrato hasta el 30 de junio de 2024, el Córdoba aguarda tranquilo cualquier situación que se pueda producir en el mercado, pero con la idea firme de que el almeriense continúe en la plantilla mientras algún pretendiente no cubra las aspiraciones económicas del club blanquiverde en un hipotético traspaso.