Carlos Marín acalla dudas en un 2022 para el recuerdo con el Córdoba CF

Córdoba CF

El meta almeriense, una apuesta de Juan Gutiérrez 'Juanito' en el mercado de verano de 2021, ha dado este año el paso necesario para su consolidación en la portería blanquiverde

El Córdoba CF contempla la vía del filial para sus fichajes en el mercado de invierno

Carlos Marín, durante un entrenamiento junto a Felipe Ramos. / Miguel Ángel Salas

Carlos Marín ha acallado dudas en un 2022 para el recuerdo con el Córdoba CF. El meta almeriense, una apuesta de Juan Gutiérrez Juanito en el mercado de verano de 2021 tras la salida de Edu Frías, ha dado este año el paso necesario para su consolidación en la portería blanquiverde. Y lo ha hecho con una gran seguridad en su trabajo, en el que ha sido clave para el devenir de los partidos de los de Germán Crespo.

Tras un inicio en el club titubeante debido a una lesión, Carlos Marín, que llegó durante el verano de 2021 tras la marcha de Edu Frías a la Cultural y Deportiva Leonesa, llegaba de la mano de un Juanito que lo conocía de su etapa en el filial del Betis. Firmó por una temporada con opción a otra si jugaba un mínimo de 20 partidos, pero no hizo falta.

El meta almeriense, tras arrancar el curso de suplente de Felipe Ramos, se hizo con la titularidad tras sus buenas prestaciones en la Copa RFEF. En este 2022, Carlos Marín fue sumando titularidades y siendo pieza básica en los planes de un Germán Crespo que ha confiado en la aportación del meta almeriense bajo palos durante un año de total crecimiento para el club y para el propio portero.

En el anterior ejercicio en Segunda RFEF, en el que hizo paradas de mérito, su corpulencia y su buen juego de pies hicieron que la entidad cordobesista apostase por Carlos Marín por dos temporadas, hasta 2024. Fue acallando las dudas partido tras partido, parada tras parada, tras llegar libre de un Betis Deportivo en el que no tuvo mucha continuidad en la 20-21.

Todo cambió para un Carlos Marín en el momento que fue creyendo en su trabajo. Renovación de dos cursos y hombre importante para un Germán Crespo que le ha dado un pleno de minutos en lo que va de competición en el Grupo I de Primera Federación. El almeriense solo se perdió el duelo de Copa del Rey frente al Cacereño, cita que la jugó un Felipe Ramos que aguarda en el banquillo junto al joven Pablo Picón, que está a cero desde que firmó el pasado verano.

Durante lo que va de competición en Primera RFEF, Carlos Marín ha demostrado que ha vivido un año brillante en el que ha destacado con paradas de mucho mérito. Fue el gran salvador en varias ocasiones para los de Germán Crespo. De hecho, destacó, entre otros partidos, en las citas de Riazor ante el Deportivo o la de El Arcángel ante el Pontevedra.

Germán Crespo tiene claro quién es su hombre en una portería que ha tenido un gran nombre propio durante este año. En los últimos años, más allá del polaco Pawel Kieszek, muy recordado por la afición cordobesista en su etapa en el Córdoba CF, nadie ha conseguido ganarse un hueco en una demarcación bastante complicada.

Carlos Marín, que cumplirá 26 años el próximo 20 de febrero, ha conseguido dar ese paso necesario para seguir creciendo en el mundo del fútbol. Y lo está haciendo de la mano de un Córdoba CF que necesitaba un portero de garantías para ir escalando peldaños también. Ya dio el primer paso y ahora lucha por el segundo, el del retorno al fútbol profesional. El gran reto del meta almeriense también en una carrera en la que aspira a seguir sumando nuevos éxitos. Y todo ello gracias a su gran trabajo.

Ante su buen hacer bajo palos, el club, con una defensa consolidada también, ha decidido mirar a otras zonas para reforzarse en un mercado invernal que debe dar ese extra necesario para un Córdoba CF que mira al medio del campo y al frente de ataque. Más munición para seguir soñando con esa deseada primera plaza que ostenta y que espera tener al final de la fase regular porque daría el ascenso de forma directa.

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