Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
Córdoba CF
El Córdoba CF volverá a encontrarse este sábado con Pablo Alfaro. El técnico aragonés regresa a la que fue su casa en un corto periodo de tiempo en la temporada 2020-21 y lo hace a los mandos del Real Murcia, otro histórico del fútbol español que pasa por apuros, alejado desde hace años del fútbol profesional, y en el que el trabajo de Alfaro no termina de dar los frutos que se esperaban.
El que durante unos meses fuera técnico del conjunto blanquiverde está viviendo en el club de La Nueva Condomina una situación muy similar a la que atravesó en su día en el Córdoba CF. El aragonés arribó al conjunto pimentonero tras las 11 primeras jornadas de liga, con el Murcia muy lejos de dónde se había marcado estar y para lidiar con un vestuario en el que no ha tardado demasiado en encontrar graves problemas, como se ha podido comprobar con la reciente y polémica salida de Rodri Ríos.
En esas difíciles aguas, que se han convertido en el incómodo compañero de viaje para Alfaro en sus últimos destinos como entrenador, se está teniendo que mover un hombre que en el Córdoba CF vivió la temporada más complicada en la historia reciente del club, con el descalabro del ejercicio 2020-21 en Segunda División B que terminó con la caída a la Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol español.
En aquella extraña temporada marcada por los rigores del coronavirus, Pablo Alfaro cogió las riendas del conjunto cordobesista tras el despido de Juan Sabas y, tras 15 partidos de liga, solo fue capaz de ganar seis, lo que puso al equipo a las puertas del descenso a Segunda RFEF, destino que ya no pudo eludir la entidad cuando a tres jornadas del final de liga decidió despedir al maño para dar las riendas del equipo a Germán Crespo.
Aquel mal trago en el Córdoba CF provocó que Pablo Alfaro pasara la temporada 2021-22 en blanco y no fue hasta bien entrado el curso 2022-23 que volvió a encontrar equipo. El San Fernando reclamó sus servicios en busca de la permanencia en Primera Federación y el ex del CCF se encontró con otra situación compleja con la que lidiar, en este caso llevando al equipo a ese objetivo marcado, algo que no fue suficiente para que ambas partes acordasen su continuidad en el club gaditano.
Esta temporada, y con solo 11 jornadas transcurridas, el Real Murcia llamó a las puertas del técnico para relevar a Gustavo Munúa, confiando a Pablo Alfaro una plantilla plagada de nombres llamativos que partía con el reto ineludible de pelear por el ascenso directo a Segunda División, pero que de la mano de Munúa nunca estuvo ni siquiera en la pugna por el play off.
Desde aquel momento hasta la previa de su regreso a Córdoba, Pablo Alfaro ha dirigido ya nueve partidos de liga en el Real Murcia, con cifras que están muy lejos de lo esperado a su llegada. El aragonés solo ha conseguido que su equipo gane dos partidos, habiendo cedido cuatro empates y tres derrotas. Ese bagaje de diez puntos de 27 posibles, que empeora el ritmo de puntuación de Munúa, ha llegado a poner en el disparadero al técnico, aunque la victoria el pasado fin de semana ante el Atlético Baleares parece que le da margen para seguir trabajando en la reconstrucción del equipo pimentonero.
Y es que el reto que tiene por delante Alfaro no es nada sencillo. Tras coger al equipo a dos puntos de distancia del play off y en novena posición, lo tiene ahora dos puestos más abajo y con una diferencia que recortar de nueve puntos respecto a la quinta plaza. Hasta la victoria del pasado domingo, de hecho, el Murcia estaba más cerca del descenso que del play off. Una situación límite que no ha hecho a los rectores de la entidad murcianista desistir en su afán de alcanzar los puestos nobles de la tabla, para encontrar refrendo a la importante apuesta económica que el club hizo el pasado verano.
Con esa enorme exigencia y cada vez menos margen de error, Pablo Alfaro regresa este sábado a El Arcángel para reencontrarse con el Córdoba CF, un club en el que dejó buen recuerdo en el plano humano pero mucho menos positivo en el aspecto deportivo. Casi tres años después de su destitución en abril de 2021, el aragonés vive un deja vu en Murcia en el que espera tener un mejor final del que vivió en el Córdoba CF.
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