Córdoba CF - Real Madrid Castilla: Lluvia de ilusión y revés doloroso en El Arcángel

Córdoba CF - Real Madrid Castilla | El otro partido

Los blanquiverdes arrancan con derrota el año en un coliseo ribereño que registra la mejor entrada del curso

Solidaridad cordobesista con el lanzamiento de peluches para la acción solidaria de Bomberos Córdoba

Las mejores fotos del gran ambiente en El Arcángel para el Córdoba CF - Real Madrid Castilla

El rey Gaspar saluda a los seguidores cordobesistas.
El rey Gaspar saluda a los seguidores cordobesistas. / Juan Ayala

Lluvia de ilusión en El Arcángel. El encuentro entre el Córdoba CF y el Real Madrid Castilla contó con la mejor entrada de esta temporada en el coliseo ribereño (15.813). Sin embargo, el agua que tanto hace falta en Córdoba, en Andalucía y en toda España hizo también su acto de presencia en una noche previa al paseo en cabalgata de los Reyes Magos, que hicieron este jueves el saque de honor y atenderán previamente también este viernes a los más pequeños de 12:00 a 14:00 en el Reino cordobesista.

No era un día cualquiera. El Arcángel abrió sus puertas de par en par al 2024 -aunque hubo largas colas iniciado el encuentro incluso-, un año que el cordobesismo espera que acabe de la mejor manera. Sin embargo, los blanquiverdes se estrellaron ante el Real Madrid Castilla, que se llevó los tres puntos en el tiempo de descuento. Hubo comunión con una grada que empujó muchísimo tras el empate de Diarra, pero hubo jarro de agua fría en el alargue con el segundo gol madridista.

Anclados ya en el presente y pendiente de un futuro (prometedor), el Córdoba CF arrancó el año bajo la lluvia. Ese bien tan necesario que está muy escaso. Una agua bendita que dio más guerra a un partido ya de por sí atractivo, a pesar de que el Real Madrid Castilla no llegase a Córdoba como lo hizo el año pasado. Con Raúl González Blanco en el banquillo, el filial blanco se rige por el talento de jóvenes jugadores como Álvaro, Gonzalo o Nico Paz, aunque el último se quedó a las órdenes de Carlo Ancelotti.

Solo dos de las tres perlas blancas estuvieron en el verde de El Arcángel -no se lo perdieron tampoco Dragi Gudelj y Javier González Calvo-, que de nuevo lució con su mejor gala. Pese a la lluvia, los valientes espectadores que se dieron cita en el Reino cordobesista y que tuvieron que pasar previamente por el lodazal de los exteriores al coliseo ribereño -las goteras en el interior del estadio también siguen presentes una vez más-, arroparon a sus jugadores, que fueron incapaces de arrancar el año de la mejor manera posible.

Dos espectadores con peluches para lanzarlos al terreno de juego.
Dos espectadores con peluches para lanzarlos al terreno de juego. / Juan Ayala

Con los 15.813 espectadores en El Arcángel, el Córdoba CF contó con la mejor entrada de este presente curso. Ante el Castellón hubo 14.668 espectadores, lo que mejoró ya el registro del derbi andaluz ante el Recreativo de Huelva (13.374 aficionados). También se superó la importante barrera de los 10.000 ante el Ceuta, el Antequera, el Ibiza y el Linares Deportivo. Solo los duelos ante el Mérida y el Recreativo Granada no llegó a ese mínimo, pero ahora es ya otro cantar y este jueves se confirmó en el coliseo cordobesista.

La lluvia esperada era también la de peluches al descanso del encuentro en El Arcángel. El agua paró unos minutos para que también cayesen todo tipo de muñecos desde la grada al terreno de juego. Ilusión desbordada pese al momentáneo 0-1 que campeaba en el marcador. La acción organizada por los Bomberos de Córdoba valía la pena, tuvo su protagonismo en el intermedio y se vio la solidaridad de nuevo del cordobesismo, siempre apoyando cualquier causa.

A pesar del esfuerzo blanquiverde, el cordobesismo se marchó con un agrio sabor de boca a casa por la derrota ante el filial blanco. El camino sigue su curso y los de Iván Ania se toparon con carbón como regalo de reyes anticipado. No fue el día deseado ante la mirada de muchos pequeños desde la grada. Los puntos volaron y la gran racha se esfumó. Ahora toca empezar de cero para seguir insistiendo en un objetivo que sigue muy a mano.

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