Las notas del curso en el Córdoba CF: un fiasco colectivo cocinado desde lo individual
Córdoba CF
Los blanquiverdes abrochan una mediocre temporada convertida en sonoro fracaso por la trayectoria y las expectativas que el equipo levantó pero que no pudo mantener
Los números de un fracaso: estos son los líderes estadísticos del Córdoba CF
Así terminó la clasificación en el Grupo I de Primera Federación
FELIPE RAMOS. La Copa del Rey, su única aparición. Temporada muy discreta del arquero madrileño, a la sombra de Carlos Marín en todo momento. Solo jugó en Copa del Rey ante el Cacereño el día que su equipo encajó tres goles. Acaba contrato y no seguirá en el club.
PABLO PICÓN. Debut y despedida en el último partido. Llegó como tercer portero y tuvo que esperar a la última jornada de liga para estrenar. Uno de los muchos jugadores que en unos años quedarán en el olvido del cordobesismo. No seguirá.
CARLOS MARÍN. Sostén del equipo durante todo el año. Aunque no siempre brilló, en líneas generales fue uno de los jugadores más completos en un año de altibajos en el Córdoba. Fue el sostén del equipo en innumerables partidos. Cuenta con ofertas de categoría superior, pero tiene contrato.
JOSÉ RUIZ. Un veterano de los que aportan valor. El lateral valenciano terminó disputando 29 partidos en un curso en el que partía con la dura competencia de Puga. Correcto en líneas generales y de los que siempre se dejó todo en el campo. Acaba contrato y podría renovar.
CARLOS PUGA. Una de las grandes decepciones. El granadino partía como un valor de presente y futuro y terminó en la grada y dejando dudas sobre su implicación. Su último año como blanquiverde debería llevarle a una profunda reflexión. Acaba contrato y su futuro parece estar en el Cádiz.
JORGE MORENO. Mucha condición pero sin consolidar. El madrileño empezó el curso mostrando hechuras de gran central pero no fue capaz de mantener esa regularidad, hasta el punto de terminar la temporada en una bajísima forma. Regresará al Rayo tras cumplir su cesión.
JOSÉ ALONSO. El difícil papel de estar a la sombra. El onubense partía como el cuarto central y no lo tuvo fácil nunca para jugar. Pese a ello, acabó participando en 13 partidos y mostrando un nivel aceptable. No se espera que siga en el club. El 30 de junio es agente libre.
JOSÉ CRUZ. Buscó otro destino a mitad del viaje. El veterano central cordobés cortó su segundo curso en el club de su tierra al recibir una oferta del UCAM Murcia. Habría sido importante, pero prefirió amarrar su futuro. Ahora pelea por el ascenso a Primera Federación con los universitarios.
GUDELJ. Un grave problema cortó su liderazgo. El mejor central del plantel sufrió la fatalidad de un grave problema de salud que cortó su trayectoria cuando mejor estaba. Un defensa de categoría superior que ahora debe resetearse. Pelea por volver a la práctica profesional del fútbol.
ALBERTO JIMÉNEZ. El último recurso en el mes de enero. El canario fue recuperado del paro en enero y tardó dos meses en poder coger la forma para aportar al equipo. Su entrada en el grupo coincidió con la caída en la clasificación. Cumple contrato y tiene difícil renovar.
EKAITZ JIMÉNEZ. Las lesiones le lastraron mucho. El vasco no pudo zafarse de sus problemas físicos en su segundo curso en El Arcángel. Tras meses en el dique seco, llegó a mostrar una forma buena, pero de nuevo cayó en la enfermería. Finaliza su vínculo y su continuidad es complicada.
CALDERÓN. Comienzo notable, final muy discreto. El sevillano fue una de las gratas sorpresas en la primera vuelta, pero en la segunda su rendimiento cayó hasta niveles que lastraron a su equipo en muchos partidos. Renovó por objetivos y tiene un año más de contrato.
RAMÓN BUENO. Una apuesta que no salió nada bien. El único mediocentro puro de la plantilla nunca estuvo en un nivel físico adecuado. Salió en invierno en busca de los minutos que no encontró con Germán Crespo. Volverá en breve al club tras su cesión al Fuenlabrada.
DIARRA. Una de las noticias positivas del curso. El volante fue el gran acierto de la dirección deportiva. Aunque no ha terminado a gran nivel, tuvo momentos del curso de un nivel excepcional, tanto en labores defensivas como ofensivas. Le queda un año de contrato.
ÁLEX BERNAL. Falto de confianza, apostó por salir. Uno de esos jugadores infrautilizados por Germán Crespo que en enero apostó por buscar otro rumbo. En lo que jugó se mostró muy lejos del nivel que dio en su primera temporada. Buscará el ascenso con el Eldense vía play off.
ARMANDO SHASHOUA. Apuesta invernal que decepcionó. Juanito apostó fuerte por el inglés como jugador de calidad para hacer rearmarse al equipo en el centro del campo. Nunca tuvo continuidad, pese a dejar destellos de su calidad. Regresará al Ibiza tras su cesión.
JAVI FLORES. Un brillo opacado por las lesiones. El capitán tuvo momentos del curso de buen fútbol, pero su estado físico acabó lastrándole en el momento decisivo del curso hasta sacarle del equipo y hacerle perder protagonismo. A la espera de lo que decida el club con él.
CABALLERO. Jugador honesto pero muy limitado. Uno de los refuerzos invernales que más minutos ha terminado disputando. El jiennense se dejó el alma en cada partido jugado, pero dejó patente que va muy justo de calidad para un equipo con aspiraciones y objetivos ambiciosos. Acaba contrato y no parece entrar en los planes del Córdoba CF.
CANARIO. Historia de una decepción cantada. El fichaje más extraño del mercado invernal solo podía acabar de una forma, en fracaso estrepitoso. Peor que su nula aportación al equipo es el hecho de que todavía tiene una temporada más de contrato que resulta difícil que termine cumpliendo.
MARCO CAMUS. Un joven al que no se supo exprimir. El cántabro tiene talento y condiciones para ser un buen futbolista pero en su primera experiencia lejos de casa ha decepcionado. En ese fracaso a buen seguro hay parte de culpa personal y también de los técnicos que no lo han exprimido. Regresara al Racing tras su cesión.
CEDRIC TEGUIA. Uno de los chascos con mayúsculas. Un clásico del Córdoba CF: jugador joven cedido con un cartel notable que acaba decepcionando. El extremo no tuvo la confianza de Germán Crespo y acabó marchándose en enero al Intercity, al que ayudó a salvar en el Grupo II.
SIMO. Le vino grande la nueva categoría. El hispano-marroquí es una de las grandes decepciones del curso –asuntos personales al margen–. Tras un buen primer año con el Córdoba, en el segundo se mostró por debajo del nivel de la Primera Federación. Tiene un año más de contrato.
KIKE MÁRQUEZ. El líder esperado que nunca llegó. Una de las grandes decepciones, teniendo en cuenta la expectación que levantó su fichaje. Con seis goles y dos asistencias, quedó muy lejos de su nivel real y la afición lo señaló como cabeza de turco del fracaso. Con contrato, pero opciones de salir.
CARRACEDO. Inicio fulgurante y final desastroso. El extremo empezó el curso como un tiro, a un nivel físico excelso con el que lideró a su equipo. Pronto entró en una espiral de irregularidad que le llevó a terminar el curso incluso perdiendo la titularidad. Renovó y tiene dos año más de vínculo.
DE LAS CUEVAS. Su buen final no maquilla el global. El alicantino fue de menos a más y, pese a acabar bien el curso, no estuvo a la altura de lo que su calidad presuponía. Completó las 38 jornadas sin mácula, pero su aportación al equipo se quedó muy cortita. Acaba contrato y todo apunta a que no seguirá.
ADRIÁN FUENTES. Un portento lastrado por su mentalidad. Uno de esos jugadores que siempre aportaba como revulsivo, pero incapaz de ganarse el puesto como titular. Sus aspiraciones le sacaron del club en enero para decepcionar en su aventura en el Castellón. Aún puede ascender con el cuadro castellonense.
CASAS. Incapaz de cumplir las expectativas. El rambleño recibió la confianza del club con una importante renovación y ha terminado siendo un chasco. Otro de los que deben hacer examen de conciencia tras una temporada más que decepcionante. Tiene contrato y, en principio, seguirá.
WILLY LEDESMA. Líder en ataque de un equipo negado. En los mejores momentos del curso fue un delantero letal, pero terminó el curso tan negado como el resto de sus compañeros. Pese a ello, 11 goles y dos asistencias adornan su estadística personal esta temporada. Dispuesto a renovar, el club decidirá.
JUAN VILLAR. El físico, la cruz del punta onubense. Llegó en enero y, pese a marcar pronto, no encontró continuidad por sus problemas físicos. El tiempo demostró que aportar por un jugador con ese lastre físico era un riesgo demasiado alto para el club. Regresará al Huesca tras su cesión.
SERGIO BENITO. Un borrón que se corrigió a tiempo. Un chasco de incorporación, aunque en sus primeras apariciones en el equipo dejó su sello. Perdió protagonismo hasta verse relegado. En enero, el club logró desembarazarse de su contrato de dos temporadas más y lo envió rumbo al Wisla Cracovia polaco.
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