La caída a plomo del Córdoba CF: así ha dilapidado su colchón el equipo de Germán Crespo

Al igual que el comienzo de liga del Córdoba CF marcó unos registros históricos sin igual en la recién creada Primera Federación, la mala dinámica que arrastran los blanquiverdes desde principios del mes de diciembre amenaza con pasar también a la historia, negativa en este caso. El equipo de Germán Crespo lleva ya 13 jornadas en caída libre, un periodo en el que ha dilapidado diez puntos de renta sobre la sexta plaza, de la que ya está a dos puntos de distancia justo cuando llega la hora de la verdad, esas últimas diez jornadas en las que todos los equipos tratan de dar un apretón en busca de consolidar sus objetivos.

En ese periodo de crisis profunda, el equipo entrenado por Germán Crespo es el de largo el aspirante al ascenso que menos puntos ha sumado, viendo como de manera constante todos sus rivales directos le recortaban puntos a un ritmo vertiginoso hasta dar con los blanquiverdes fuera de los puestos de privilegio.

Y es que lo que hace unas semanas -ya incluso meses- parecía una mala racha dentro de una buena temporada general, va camino de convertirse en una temporada mala con un gran inicio que ya quedó en el olvido.

Los datos en los últimos cuatro meses son palmarios. El Córdoba acumula un triste bagaje de 11 puntos cosechados de los últimos 39 en juego. 13 jornadas en las que el conjunto cordobesista solo ha sido capaz de sumar dos triunfos y cinco empates, hincando la rodilla en seis ocasiones. Como dato comparativo, en las 15 jornadas anteriores solo había perdido un partido.

La comparación con todos y cada uno de los aspirantes al ascenso a Segunda División es especialmente sangrante e ilustra a la perfección la caída sin paliativos del Córdoba, que hace tiempo que no está en una mala racha puntual. La decadencia es la tónica general desde que el 6 de diciembre el equipo de Germán Crespo se impusiera al Pontevedra en El Arcángel (1-0) para marcar su punto más alto en el presente curso. Aquella victoria, firmada de manera agónica al jugar con un futbolista menos durante gran parte del encuentro, colocó a los blanquiverdes como líderes sólidos del Grupo I de Primera Federación, con 36 puntos y diez de colchón sobre el sexto puesto, que en aquel momento estaba en manos del Linares (con 26 puntos).

Nadie, ni en el propio Córdoba CF ni entre sus rivales, podía imaginar entonces que el conjunto cordobesista se caería como un castillo de naipes sin encontrar fondo. Pero lo cierto es que así ha sido y la sensación es que la dinámica todavía puede ir a peor.

En ese periodo de 13 jornadas, el equipo de Germán Crespo ha cedido una cantidad de puntos exagerada respecto a todos sus rivales directos. El Real Madrid Castilla, que era segundo en aquella lejana jornada 15, ha hecho ocho puntos más. El Alcorcón, la friolera de 15. El Racing Ferrol, por su parte, 11 más pese a pasar un bache complicado. Incluso el Deportivo, que parece de nuevo en problemas, ha sumado 14 puntos más que el conjunto cordobesista.

Pero la palma se la lleva el Celta de Vigo B, el equipo que ha desbancado de esa quinta plaza al Córdoba. Los vigueses han hecho 21 puntos más que el CCF en esas 13 jornadas. Y hasta tuvieron tiempo de llevarse el goal average particular de El Arcángel.

¿La última oportunidad?

El conjunto de El Arcángel no le aguanta la comparación ni al Linares, que era precisamente el sexto clasificado en el momento álgido de los de Germán Crespo. Los azulillos, que ahora están ya prácticamente descartados de la pelea por la zona noble al verse a diez puntos del sexto puesto, han hecho dos puntos más que los blanquiverdes.

Con esas alarmantes cifras, y pese a estar todavía a una distancia de dos puntos del play off, pensar a día de hoy en que el Córdoba sigue siendo un aspirante real al ascenso de categoría requiere de un ejercicio de optimismo cercano a la utopía. Y a pesar de todo, Germán Crespo seguirá al menos una semana más al frente de un equipo que el próximo sábado recibe al Racing Ferrol en la que puede ser su única oportunidad para despertar de una pesadilla que dura ya cuatro meses.