Un Córdoba CF más cercano
El club, que presentará en los próximos días su campaña de abonados, tiene como gran objetivo recuperar el favor de su masa social
La participación popular en el museo o en los detalles de las camisetas, otros guiños a la afición
En una paradoja de lo más curiosa, el Córdoba CF más internacional parece empeñado en ser también el más cercano a sus raíces. El club blanquiverde, en manos de capital bareiní desde que Infinity desembarcó en El Arcángel a finales del año pasado, ha trazado como uno de sus ejes principales la recuperación del sentimiento de pertenencia a la entidad por buena parte de la afición cordobesa al fútbol y pretende además elevar la autoestima de una masa social fiel como pocas, pero castigada y golpeada sobremanera por la gestión de los últimos propietarios de la entidad.
Si algo dejó patente la gestión de Jesús León en el club blanquiverde es que aquello tan manido de que el CCF debía estar en manos de cordobeses no tenía un trasfondo de peso más allá de la anécdota. Posiblemente en ninguna etapa del club se hizo menos por cuidar a la afición que con el montoreño al mando. Por eso, se hace evidente que el aficionado cordobesista prefiere ya los hechos a los gestos de cara a la galería. Y lo cierto es que Infinity ha marcado una senda en la que el abonado y simpatizante del club empieza a sentirse más cercano a la entidad.
Lo principal en el fútbol está claro que son los logros deportivos, y en ese sentido el proyecto de Infinity goza de la suficiente ambición y de las armas necesarias como para ser muy tenido en cuenta. La confección de una dirección deportiva con profesionales de contrastado nivel va en consonancia al exigente plan que los técnicos han trazado para devolver al club al fútbol profesional. Los aficionados blanquiverdes andan expectantes, con la esperanza de que la nueva propiedad siga con la línea marcada de respaldas con hechos sólidos sus palabras.
Pero si algo está diferenciando a los nuevos rectores del Córdoba respecto de anteriores etapas es el paso al frente dado en lo social, para hacer a la afición más partícipe de ciertos aspectos que ocurren en su club. El diseño de las nuevas camisetas es uno de ellos, con esa solicitud de ideas para completar los modelos. El feedback con la afición arrojó resultados interesantes que el club utilizará, como la introducción del skyline de la ciudad o la referencia al año 1954, el de la fundación de la entidad.
Más importante si cabe es el paso dado para recuperar buena parte de la historia del club. Infinity ha recuperado un proyecto ya pregonado por los dos anteriores propietarios del club, pero nunca llevado a cabo: el de la habilitación de un museo para que los recuerdos del Córdoba tengan el lugar que se merece. En ello trabajan en El Arcángel desde hace semanas, involucrando también a la afición con el ofrecimiento de que donen sus recuerdos o piezas de valor sentimental relacionadas con el club para su exposición en este espacio.
Esa buena voluntad mostrada por Infinity obedece al objetivo que se han marcado en el club de recuperar la credibilidad de la institución en Córdoba y fidelizar así a una masa social que aguanta pese a los vaivenes del club, pero que en las últimas temporadas se ha visto mermada de manera considerable debido a esa gestión decadente y a los fiascos deportivos que se han encadenado.
Con -como mínimo- un año más por delante en Segunda División B, en el club blanquiverde son conscientes de que mantener el apoyo incondicional de su afición es un objetivo fundamental y en esa línea trabajan los profesionales de la entidad.
La nueva campaña de abonados
Todo ello antes de que el Córdoba ofrezca en los próximos días los detalles de su nueva campaña de abonados, que tendrá que estar marcada, más que nunca, por un carácter excepcional. La coyuntura sanitaria derivada del coronavirus dibuja un panorama algo incierto, pero en el CCF trabajan en la idea de que el fútbol en Segunda División B volverá allá por el mes de octubre con público en las gradas.
Habrá que ver por entonces cuáles son las restricciones para la entrada de público al estadio, pero en la entidad trabajan con la idea de, al menos, mantener la buena cifra de abonados del curso pasado, con unos datos oficiales por encima de los 11.000 pero que en realidad se traducían en algo más de 8.000 fieles, pues el club engordó sus cifras de manera notable mediante los abonos de compromiso para patrocinadores, instituciones y demás.
Para alcanzar esas cifras, desde las oficinas de El Arcángel ya han deslizado en varias ocasiones que los planteamientos de la campaña serán bastante atractivos para el socio. Una incógnita que en breve se resolverá y que debe refrendar ese objetivo que se ha marcado Infinity de hacer del Córdoba un club más cercano a su gente.
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