El parqué
Álvaro Romero
Jornada de subidas
En este nuevo fútbol que la pandemia nos ha dejado, es evidente que todos los equipos echan de menos a sus aficionados en las gradas. El Córdoba CF, sin embargo, está entre los que más necesitan a su gente, a tenor de los números que el conjunto blanquiverde presenta en su feudo. El tropiezo ante el Recreativo Granada supone la cuarta ocasión en la que el equipo cordobesista se queda sin el triunfo jugando con las gradas de El Arcángel vacías.
Puede ser una mera casualidad estadística, pero a tenor del rendimiento del equipo, los apenas 400 aficionados que esta temporada han podido entrar a los partidos como local tenían un papel más que importante para los jugadores. Quizás porque les dan ese aliento cuando más necesario es. Quizás, también, a la vista del rendimiento ofrecido en los últimos partidos en casa, porque también se muestran críticos y evitan que los jugadores se dejen ir en exceso.
Ese punto de exigencia que siempre obliga al futbolista a pelear cada balón, a no ahorrarse esfuerzo alguno, se nota. Vaya si se nota. El Córdoba ya supo lo duro que era jugar en el extraño silencio de El Arcángel en la cuarta jornada de liga, y cayó derrotado ante el Sevilla Atlético (1-2). La leve mejoría en las condiciones sanitarias permitió al público disfrutar del triunfo en casa ante El Ejido y de los dos coperos ante el Albacete y el Getafe.
Pasó la Navidad, la tercera ola del coronavirus se hizo patente y el Córdoba volvió a ser un equipo frágil en su feudo, curiosamente de nuevo sin su gente en la grada. La Real Sociedad apeó a los blanquiverdes con solvencia (0-2). En liga, lejos de corregir el rumbo, los de Pablo Alfaro han permitido que el Yeclano Deportivo (1-2) y el Recreativo Granada se vayan con las manos llenas de Córdoba.
Nada más que en esos dos partidos, el Córdoba se ha dejado cinco puntos con los que se podía contar y que ahora suponen un lastre enorme en la clasificación para los blanquiverdes, justo cuando llega el tramo decisivo de la primera fase y todos los equipos buscan situarse en base a sus objetivos.
Esa debilidad como local es uno de los grandes males de este Córdoba que tanto está sufriendo, cuando estaba llamado a ser un claro dominador en el subgrupo IV-B de la categoría de bronce. Los cordobesistas han jugado ya seis encuentros en El Arcángel y solo han ganado dos, cediendo dos empates y dos derrotas. En puntos, ocho de 18 para un balance bastante malo y que esta complicando sobremanera a los blanquiverdes.
Si el Córdoba quiere tener opciones hasta el final de pelear por el ascenso a Segunda División, debe revertir la situación que arrastra en su estadio. Por delante, a los de Alfaro le quedan tres partidos en su feudo, con el Linares, el Real Murcia y el Betis Deportivo como rivales. Tres ocasiones para maquillar esos malos números como local. Eso sí, el equipo tendrá que mentalizarse de hacerlo por sí mismo, porque el regreso del público El Arcángel no será inminente.
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