El Córdoba CF, con refuerzos en la grada, recibe al Real Murcia en otro duelo vital

Una semana más, el Córdoba CF está obligado a ganar para seguir enganchado al objetivo del ascenso a Segunda División. Los blanquiverdes hace tiempo que gastaron su margen de error y ahora tendrán que ir sembrando de victorias el camino en esta parte final de la primera fase para acceder a la segunda en la pugna con los mejores. Hace dos semanas, ante el Linares, el equipo de Pablo Alfaro dio el primero paso al frente, y ahora toca dar el segundo, de nuevo en El Arcángel y con aliados en la grada.

Porque si algo diferente notarán los jugadores nada más saltar al terreno de juego es que el feudo cordobesista no será un lugar frío y desangelado. 800 espectadores, los que permiten las medidas sanitarias de la Junta de Andalucía, serán los encargados de dar color y poner su calor al servicio del equipo. Una ayuda que puede parecer insuficiente, pero que hasta ahora ha sido vital para el Córdoba, que no ha perdido en casa con público en las gradas, y que cuando ha tenido que jugar a solas se ha mostrado como un equipo mucho más débil, a excepción de la última victoria firmada ante el Linares.

Con ese incentivo extra de ver a la afición regresando poco a poco a El Arcángel, los blanquiverdes afrontarán con un puntito más de confianza la visita del Real Murcia, un partido que llega de nuevo con tintes de definitivo. En este caso, el duelo tiene un carácter casi eliminatorio, pues el que pierda puede despedirse de toda opción a estar entre los tres primeros, mientras que un empate podría dejar heridos de muerte a ambos contendientes.

Esa urgencia por ganar de ambos equipos condicionará el planteamiento del partido, pues a diferencia del Linares, que llegó a El Arcángel con la confianza por las nubes y un colchón importante de puntos, el Real Murcia sabe que no puede fallar si quiere seguir optando al ascenso a Segunda División. Los pimentoneros llegan espoleados por el cambio en el banquillo y en el estreno de Loreto consiguieron una victoria por la mínima (1-0) ante el Yeclano que les dio para seguir enganchados a la zona media-alta de la tabla.

El Arcángel, sin embargo, se antoja como el examen definitivo para las opciones del equipo murciano, que cuenta con una plantilla plagada de juventud y algún veterano curtido en mil batallas como Verza, el que fuera jugador del Córdoba hace ya más de una década.

Para intentar amarrar la segunda victoria seguida en El Arcángel, Pablo Alfaro volverá a introducir algunos cambios en su once inicial. No se espera que sean muchos, pero aún así Jesús Álvaro parte con muchas opciones de volver al puesto de titular en el carril izquierdo de la defensa, al tiempo que se espera la vuelta de Alberto del Moral en el doble pivote, con Javi Flores previsiblemente partiendo de inicio ante las dudas físicas con las que llega Miguel de las Cuevas.

Después de soltar buena parte de la presión que atenazaba al equipo ante el Linares, el Córdoba debe dar ese paso al frente que lo confirme como un serio aspirante al ascenso y para ello deberá ahondar en el juego con balón, auténtico lunar de un equipo que en defensa se sostiene, pese al infortunio que le ha acompañado en muchos de los goles encajados en las últimas semanas.

Sin mirar más allá de esta jornada, el Córdoba sabe que una victoria reforzará su candidatura a la zona noble, pues el derbi de filiales entre el Sevilla Atlético y el Betis Deportivo hará que uno de sus dos rivales más directos, o incluso los dos, pierdan el paso. Acostumbrado a sobrevivir en las situaciones límite, el conjunto blanquiverde aspira a alargar su buena dinámica y entrar así en las dos semanas finales de la primera fase con todas las garantías de éxito. Para la intensa batalla que se presenta ante el Real Murcia, el Córdoba cuenta con 800 aliados desde la grada que ayudarán a decantar la balanza.